Incluso me atrevería a añadir... con chocolate blanco!
Tengo que deciros que aunque el nombre eche un poco para atrás (por el inglés, porque al traducirlo ya se le pierde el miedo,jiij), son las galletas/pastas más ricas que probé en mi vida! IMPRESIONANTES! No hay otra palabra para definirlas, en serio.
Ya os decía en otra entrada (la de los muffins de fresas y mascarpone) que desde que gracias a Patt descubrí las fresas deshidratadas, me he vuelto adicta. Están buenísimas, y encima mucho más sanas que cualquier gominola.
La masa de estas pastas es increíble. Una textura perfecta, como la de la mejor pastelería. Muy blanda y quebradiza. Y del sabor ya ni hablemos... creo que se me nota que me han encantado, no? jiji! A mi y a todos los que las probaron, no os creais que es sólo "amor de madre".
Las vi por primera vez en El Rincón de Bea, y luego cuando las vi en La manzana roja supe que tenía que hacerlas cuanto antes.
Ingredientes:
- 250 gr de mantequilla (tª ambiente)
- 70 gr de azúcar glas
- 260 gr de harina de repostería
- una cucharada de nata líquida
- 1/4 cucharadita de sal
- 100 gr de gotas de chocolate blaco
- 240 gr de fresas deshidratadas
Empezaremos batiendo la mantequilla con el azúcar glass con batidora de varillas (a baja velocidad) o a mano, como prefiramos.
Añadimos la harina (yo la fui tamizando e incorporando poco a poco), la nata, la sal, y si queremos extracto de vainilla (la receta original lleva este extracto, pero yo nunca se lo pongo, me gusta más sin el).
Mezclamos bien hasta que sté bien homogénea la masa.
Dejamos de batir e incorporamos las gotas de chocolate y las fresas deshidratadas troceadas, mezclándolos bien para que se repartan por toda la masa.
La masa queda bastante blanda y pegajosa...totalmente inmanejable!
Tendremos que meterla en la nevera para poder cortarla, así que si queremos podemos estirarla ya entre dos trozos de papel de hornear (más o menos de 1 cm de grosor) y meterla al menos media hora en el frigo, aunque si hace calor os recomiendo que sea más tiempo, sobre una hora.
Cuando pase este tiempo veremos que la masa gracias a la mantequilla ha endurecido un montón, es como una "placa" de masa.
Rápidamente cortamos con un cortapastas redondo (os recomiendo una forma sencilla, no es una masa fácil de manejar) , y ponemos los discos sobre otro papel de cocina o un silpat, y este sobre la bandeja del horno (no la rejilla, para que las bases queden bien planas)
Yo tuve que meterla otra vez en la nevera antes de acabar de hacer los discos, hacía mucho calor en la cocina y la masa se calentó enseguida y no conseguía que quedasen bien.
Cuando tuve todos los discos cortados, los volví a meter en la nevera media horita para que mantuviesen la forma.
Precalentamos el horno a 160º, y justo antes de metarlas lo bajamos a 150º. Las horneamos unos 40 minutos (las mías eran más finas y se hicieron antes de media hora).
Sabremos que están listas cuando empiecen a dorarse los bordes de las bases.
Apagamos el horno y las dejamos 5 minutitos dentro con la puerta entreabierta.
Cuando las saquemos, es importante no sacarlas de la bandeja ni tocarlas, ya que son muy muy blanditas.
Eso si, en cuanto enfrían un poco... es imposible no hacer viajes y viajes a la cocina a probarlas! Ricas riquísimas! Os las recomiendo totalmente, son de 10... o de 100!
viernes, 27 de agosto de 2010
viernes, 20 de agosto de 2010
EMPANADA DE JAMÓN SERRANO Y CABELLO DE ÁNGEL
Ya estoy aquiiiii! Hoy os traigo una receta muy original, la vi en el blog La "Morena" en la cocina ¡Qué follón!. No sabría si decir si es más original la receta o el nombre del blog...me encantan los dos! Pinchando en el nombre del blog os llevará hasta el, espero que lo disfruteis tanto como yo.
Me encantan estas combinaciones que a priori parecen imposibles... no sé si alguna vez habéis probado la nocilla con chorizo revilla...a mi me encanta! Vi un día a Míchel en una entrevista en la que contaba que le encantaba ese bocadillo, y se me iluminó la cara ante tal mezcla!
Eso sí, no es apta para todo el mundo!
Pues con el cabello de ángel y el jamón pasa algo parecido...uno es muy dulce y el otro saladito, y además los dos tienen texturas muy diferentes... buenísimos tanto juntos como por separado.
Ella la hace con paleta ibérica y dice que está mucho mejor si el jamón/paleta es ibérico...sin duda lo probaré, esta empanada la hice para aprovechar unos restos que tenía en la nevera, pero como me ha gustado tanto sin duda repetiré según sus "apuntes".
Es un aperitivo o cena muy rápido y fácil de hacer, y sin duda sorprendente.
Por supuesto la empanada puede hacerse cerrada, pero como había comprado ya hace unos meses el rodillo para hacer este enrejado y estaba todavía sin estrenar en su bolsita, no me pude resistir.
Ingredientes:
- una plancha de hojaldre
- cabello de ángel
- jamón serrano
- un huevo para pintar
Empezaremos precalentando el horno, a 200º está bien.
Cortamos la plancha de hojaldre (la mía del Lidl) a la mitad si vamos a hacer la empanada cerrada, y si vamos a hacer el enrejado cortaremos 1/3 de la plancha, quedando los otros 2/3 para la parte de abajo de la empanada.
La ponemos sobre una placa/rejilla de horno con papel de horno, y ponemos encima una capa de cabello de ángel.
Yo lo compro siempre preparado, antes en casa hacíamos todos los años, pero al final acababa estropeándose, no consumíamos más de un bote al año, así que optamos por comprarlo en lata (me gusta mucho el de Mercadona)
Sobre el cabello ponemos unas lonchas de jamón serrano picadas, para que al morder la empanada no se venga toda la loncha con el primer bocado...¿a quien no le ha pasado esto alguna vez con un bocadillo de jamón? A mi muuuchas veces! Sobre todo cuando te dan "filetes" en lugar de lonchas finas!
Bueno, sigo, que con el tema del grosor de fiambre me caliento... jiij!
Sobre el jamón ponemos la "tapa" de hojaldre, ya sea normal o enrejada, y cerramos los bordes (aquí merece la pena esmerarse un poco, casi todo el resultado visual depende de esta operación.
Si la tapa es cerrada, no olvideis hacer un agujerito para que pueda salir el vapor.
Lo pincelamos con huevo batido y lo metemos al horno, bajando la temperatura a 180º.
En cuanto el hojaldre esté listo podemos retirarlo del horno, serán unos 20 minutos más o menos.
Yo lo probé caliente, tibio y frío, y sin duda os recomiendo comerlo tibio... se aprecian mucho mejor los sabores y las texturas del relleno... se me hace la boca agua con sólo recordarlo!
Estoy deseando probar otras combinaciones, seguro que con higos y jamón está también muy bueno...o queso azul y membrillo, qué rico!
Un saludo a todos, ya me contaréis que os parece la receta, a ver si os impacta tanto como a mi cuando la vi!
Me encantan estas combinaciones que a priori parecen imposibles... no sé si alguna vez habéis probado la nocilla con chorizo revilla...a mi me encanta! Vi un día a Míchel en una entrevista en la que contaba que le encantaba ese bocadillo, y se me iluminó la cara ante tal mezcla!
Eso sí, no es apta para todo el mundo!
Pues con el cabello de ángel y el jamón pasa algo parecido...uno es muy dulce y el otro saladito, y además los dos tienen texturas muy diferentes... buenísimos tanto juntos como por separado.
Ella la hace con paleta ibérica y dice que está mucho mejor si el jamón/paleta es ibérico...sin duda lo probaré, esta empanada la hice para aprovechar unos restos que tenía en la nevera, pero como me ha gustado tanto sin duda repetiré según sus "apuntes".
Es un aperitivo o cena muy rápido y fácil de hacer, y sin duda sorprendente.
Por supuesto la empanada puede hacerse cerrada, pero como había comprado ya hace unos meses el rodillo para hacer este enrejado y estaba todavía sin estrenar en su bolsita, no me pude resistir.
Ingredientes:
- una plancha de hojaldre
- cabello de ángel
- jamón serrano
- un huevo para pintar
Empezaremos precalentando el horno, a 200º está bien.
Cortamos la plancha de hojaldre (la mía del Lidl) a la mitad si vamos a hacer la empanada cerrada, y si vamos a hacer el enrejado cortaremos 1/3 de la plancha, quedando los otros 2/3 para la parte de abajo de la empanada.
La ponemos sobre una placa/rejilla de horno con papel de horno, y ponemos encima una capa de cabello de ángel.
Yo lo compro siempre preparado, antes en casa hacíamos todos los años, pero al final acababa estropeándose, no consumíamos más de un bote al año, así que optamos por comprarlo en lata (me gusta mucho el de Mercadona)
Sobre el cabello ponemos unas lonchas de jamón serrano picadas, para que al morder la empanada no se venga toda la loncha con el primer bocado...¿a quien no le ha pasado esto alguna vez con un bocadillo de jamón? A mi muuuchas veces! Sobre todo cuando te dan "filetes" en lugar de lonchas finas!
Bueno, sigo, que con el tema del grosor de fiambre me caliento... jiij!
Sobre el jamón ponemos la "tapa" de hojaldre, ya sea normal o enrejada, y cerramos los bordes (aquí merece la pena esmerarse un poco, casi todo el resultado visual depende de esta operación.
Si la tapa es cerrada, no olvideis hacer un agujerito para que pueda salir el vapor.
Lo pincelamos con huevo batido y lo metemos al horno, bajando la temperatura a 180º.
En cuanto el hojaldre esté listo podemos retirarlo del horno, serán unos 20 minutos más o menos.
Yo lo probé caliente, tibio y frío, y sin duda os recomiendo comerlo tibio... se aprecian mucho mejor los sabores y las texturas del relleno... se me hace la boca agua con sólo recordarlo!
Estoy deseando probar otras combinaciones, seguro que con higos y jamón está también muy bueno...o queso azul y membrillo, qué rico!
Un saludo a todos, ya me contaréis que os parece la receta, a ver si os impacta tanto como a mi cuando la vi!
martes, 10 de agosto de 2010
TARTA MARIPOSAS
Esta es otra de las tartas que tenía muchas ganas de hacer. Desde que se la vi a María Lunarillos en su blog Tartas Provocativas (y tanto) me quedé prendada.
Es una tarta muy conocida por la gente que frecuenta blogs de cocina, pero seguro que sorprende a los que no son tan asiduos.
Como podéis ver es súper bonita, parece casi una tarta de dibujos animados.
He de decir que de sabor no es de las que más me gustan, pero de aspecto es preciosa, así que seguro que decoro alguna otra de esta forma. Además es muy fácil y rápida de decorar, se hace enseguida.
Es un bizcocho (hice el básico para rellenar de Onega , aguanta un montón de peso y es ideal para hacer tartas altas) relleno con una crema de piña y decorado con nata montada y fruta.
La hice para celebrar el 80 cumpleaños de güelita Magdalena (fiesta sorpresa incluída). Hay que ir pensando ya la del año que viene!
Ingredientes:
Para el bizcocho:
- 4 huevos
- 2 cucharadas de agua templada
- 110 gr de harina
- 40 gr de maizena
- 120 gr de azúcar
- 1 pizca de sal
- 1/2 sobre de levadura química (Royal)
Para la crema de piña:
- 350 gr de piña (yo natural)
- 400 ml de nata para montar
- 150 gr de azúcar
- 6 hojas de gelatina
Para decorar:
- 400 ml de nata para montar
- 6 cucharadas de azúcar
- 2 hojas de gelatina
- frutas: kiwi, piña, lima
- confetti de azúcar (opcional)
Empezaremos con el bizcocho, como casi siempre:
Separamos las claras y las yemas. Batimos las claras con el agua hasta que espumeen, y entonces añadimos unos 80 gr (2/3) del azúcar. Seguimos batiendo hasta formar una crema consistente.
Aparte montamos las claras con una pizquita de sal. Cuando ya casi estén listas añadimos el azúcar restante, y seguimos batiendo hasta que forme picos.
Vertemos una parte de las claras sobre las yemas, y mezclamos con cuidado. Yo esto suelo hacerlo con unas varillas manuales, pero queda muy bien también con una espátula. Eso sí, siempre de abajo a arriba, para que no se bajen y sigamos introduciendo aire en la mezcla.
Cuando estén mezcladas añadimos el resto de claras, y hacemos lo mismo, siempre con cuidado.
Tras este paso debemos añadir la harina mezclada con la levadura, a poder ser tamizadas, e incorporarlas de la misma forma que las claras a la mezcla, con cuidado y de abajo a arriba.
Vertemos la masa resultante (queda bastante espesa) en un molde (os recomiendo desmoldable) y lo llevamos al horno precalentado unos 20 minutos a 180º.
Como veis este es uno de los bizcochos que no llevan grasas tipo mantequilla o aceite. Con unas láminas de manzana y unas nueces tiene que estar muy bueno, intentaré hacerlo despues de verano y ya os contaré.
Una vez el bizcocho esté listo, lo dejaremos enfriar sobre una rejilla (yo suelo ponerlo al revés, sobre todo si tiene "barriga", así queda más lisito).
Cuando vayamos a rellenarlo, lo partiremos en tres discos iguales, para poner dos capas de relleno.
Para hacer el relleno pondremos a hidratar la gelatina antes de nada.
Trituramos la piña con una batidora hasta hacer un puré (quedan hebras, pero luego no se notarán).
Escurrimos la gelatina y la fundimos (yo la puse en un vaso con unas gotas de agua y la metí al micro a baja pontencia, siempre sin que llegue a hervir). Puede hacerse también en un cazo al fuego.
La mezclamos con la piña y reservamos.
Montamos la nata con el azúcar, y mezclamos con el puré de piña. Así de sencillo.
El relleno está listo, podemos proceder a rellenar el bizcocho.
Yo lo calé con almíbar, pero creo que estaría mejor sin él, el relleno ya es lo suficientemente húmedo como para no necesitar calarlo. Mi bizcocho quedó demasiado húmedo, se deshacía mucho. Mea culpa!
Montamos la tarta (yo le puse el molde donde había hecho el bizcocho para ayudarme y que quedase bien redondita) y la dejamos reposar unas horas en la nevera, para que la crema espese y humedezca el bizcocho.
Para la decoración, pondremos la gelatina a hidratar antes de empezar.
Montamos la nata con el azúcar, y le añadimos la gelatina fundida (mismo sistema que antes).
Ponemos una cantidad generosa en la parte superior, y vamos repartiéndola hasta cubrir toda la tarta.
Cuanto más lisa consigamos dejarla, más bonita quedará.
La metemos en la nevera para que vaya enfriando y endureciendo, mientras preparamos las frutas.
Las alas de las mariposas se hacen con unas rodajas de piña (bien sequitas) a las que le damos forma redondeada o con picos, si es piña en almíbar.
Si las haceis redondeadas como yo fijaos bien, que yo las coloqué al revés... se nota que hace mucho mucho tiempo que no dibujo una mariposa! Qué desastre! El caso es que cuando las colocaba, las veía raro, pero no caí en que las estaba colocando mal, la parte más grande es la que va más cerca de la cabeza.
El cuerpo lo hice con kiwi (Con fresas queda genial, pero no encontré), y las antenas con piel de lima.
Para hacer el rastro de las mariposas yo puse confetti de azúcar, pero pueden ponerse fideos, frutos secos (maría pone pistachos verdes, queda muy bien), o lo que se nos ocurra. O incluso nada, las mariposas solas quedan genial también.
Hoy no tengo foto del corte, así que teneis que imagirároslo!
Un saludo, y a disfrutar del verano, que pasa volando (como una mariposa, jiji)!
Es una tarta muy conocida por la gente que frecuenta blogs de cocina, pero seguro que sorprende a los que no son tan asiduos.
Como podéis ver es súper bonita, parece casi una tarta de dibujos animados.
He de decir que de sabor no es de las que más me gustan, pero de aspecto es preciosa, así que seguro que decoro alguna otra de esta forma. Además es muy fácil y rápida de decorar, se hace enseguida.
Es un bizcocho (hice el básico para rellenar de Onega , aguanta un montón de peso y es ideal para hacer tartas altas) relleno con una crema de piña y decorado con nata montada y fruta.
La hice para celebrar el 80 cumpleaños de güelita Magdalena (fiesta sorpresa incluída). Hay que ir pensando ya la del año que viene!
Ingredientes:
Para el bizcocho:
- 4 huevos
- 2 cucharadas de agua templada
- 110 gr de harina
- 40 gr de maizena
- 120 gr de azúcar
- 1 pizca de sal
- 1/2 sobre de levadura química (Royal)
Para la crema de piña:
- 350 gr de piña (yo natural)
- 400 ml de nata para montar
- 150 gr de azúcar
- 6 hojas de gelatina
Para decorar:
- 400 ml de nata para montar
- 6 cucharadas de azúcar
- 2 hojas de gelatina
- frutas: kiwi, piña, lima
- confetti de azúcar (opcional)
Empezaremos con el bizcocho, como casi siempre:
Separamos las claras y las yemas. Batimos las claras con el agua hasta que espumeen, y entonces añadimos unos 80 gr (2/3) del azúcar. Seguimos batiendo hasta formar una crema consistente.
Aparte montamos las claras con una pizquita de sal. Cuando ya casi estén listas añadimos el azúcar restante, y seguimos batiendo hasta que forme picos.
Vertemos una parte de las claras sobre las yemas, y mezclamos con cuidado. Yo esto suelo hacerlo con unas varillas manuales, pero queda muy bien también con una espátula. Eso sí, siempre de abajo a arriba, para que no se bajen y sigamos introduciendo aire en la mezcla.
Cuando estén mezcladas añadimos el resto de claras, y hacemos lo mismo, siempre con cuidado.
Tras este paso debemos añadir la harina mezclada con la levadura, a poder ser tamizadas, e incorporarlas de la misma forma que las claras a la mezcla, con cuidado y de abajo a arriba.
Vertemos la masa resultante (queda bastante espesa) en un molde (os recomiendo desmoldable) y lo llevamos al horno precalentado unos 20 minutos a 180º.
Como veis este es uno de los bizcochos que no llevan grasas tipo mantequilla o aceite. Con unas láminas de manzana y unas nueces tiene que estar muy bueno, intentaré hacerlo despues de verano y ya os contaré.
Una vez el bizcocho esté listo, lo dejaremos enfriar sobre una rejilla (yo suelo ponerlo al revés, sobre todo si tiene "barriga", así queda más lisito).
Cuando vayamos a rellenarlo, lo partiremos en tres discos iguales, para poner dos capas de relleno.
Para hacer el relleno pondremos a hidratar la gelatina antes de nada.
Trituramos la piña con una batidora hasta hacer un puré (quedan hebras, pero luego no se notarán).
Escurrimos la gelatina y la fundimos (yo la puse en un vaso con unas gotas de agua y la metí al micro a baja pontencia, siempre sin que llegue a hervir). Puede hacerse también en un cazo al fuego.
La mezclamos con la piña y reservamos.
Montamos la nata con el azúcar, y mezclamos con el puré de piña. Así de sencillo.
El relleno está listo, podemos proceder a rellenar el bizcocho.
Yo lo calé con almíbar, pero creo que estaría mejor sin él, el relleno ya es lo suficientemente húmedo como para no necesitar calarlo. Mi bizcocho quedó demasiado húmedo, se deshacía mucho. Mea culpa!
Montamos la tarta (yo le puse el molde donde había hecho el bizcocho para ayudarme y que quedase bien redondita) y la dejamos reposar unas horas en la nevera, para que la crema espese y humedezca el bizcocho.
Para la decoración, pondremos la gelatina a hidratar antes de empezar.
Montamos la nata con el azúcar, y le añadimos la gelatina fundida (mismo sistema que antes).
Ponemos una cantidad generosa en la parte superior, y vamos repartiéndola hasta cubrir toda la tarta.
Cuanto más lisa consigamos dejarla, más bonita quedará.
La metemos en la nevera para que vaya enfriando y endureciendo, mientras preparamos las frutas.
Las alas de las mariposas se hacen con unas rodajas de piña (bien sequitas) a las que le damos forma redondeada o con picos, si es piña en almíbar.
Si las haceis redondeadas como yo fijaos bien, que yo las coloqué al revés... se nota que hace mucho mucho tiempo que no dibujo una mariposa! Qué desastre! El caso es que cuando las colocaba, las veía raro, pero no caí en que las estaba colocando mal, la parte más grande es la que va más cerca de la cabeza.
El cuerpo lo hice con kiwi (Con fresas queda genial, pero no encontré), y las antenas con piel de lima.
Para hacer el rastro de las mariposas yo puse confetti de azúcar, pero pueden ponerse fideos, frutos secos (maría pone pistachos verdes, queda muy bien), o lo que se nos ocurra. O incluso nada, las mariposas solas quedan genial también.
Hoy no tengo foto del corte, así que teneis que imagirároslo!
Un saludo, y a disfrutar del verano, que pasa volando (como una mariposa, jiji)!