martes, 29 de octubre de 2013
PAN DE MUERTO
Un mes más participo en la propuesta de Bake the World. Y además con muchas ganas, porque este era un pan dulce que me llamaba muchísimo.
Es un pan típico mexicano, que se prepara para el Día de Difuntos (2 de noviembre, aún llegáis a tiempo).
Toda la estética del Día de los Duertos siempre me ha llamado muchísimo la atención, sobre todo las Catrinas, me encantan.
La receta es de un vídeo de youtube, podéis verlo aquí. Está genial, y podemos ver todo el proceso de principio a fin.
Es muy útil para ver cómo se forman las bandas que atraviesan el pan, los "huesitos".
La bola de arriba simboliza una calavera, por cierto.
Hilmar también nos propone dos recetas, y las dos con una pinta deliciosa, por si les queréis echar un ojo.
He de decir que a mi me quedó bastante regulero. De sabor muy bueno, pero la masa casi no levó en el reposo, aunque sí en el horneado.
Además algunos de los huesitos quedaron bastante churro, pero bueno, para la próxima quedarán mejor.
Con las cantidades que os pongo me salieron 2 panes de muerto como el de la foto.
Ingredientes:
- 125 ml de leche entera
- 3-4 huevos
- 550 g de harina de trigo
- 1 sobre de levadura de panadero
- 150 g de azúcar
- 6 g de sal
- 150 g de mantequilla
- ralladura de naranja (opcional)
Para decorar:
- mantequilla fundida
- azúcar blanco o teñido
Es importante para las recetas de masas levadas que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente, así nos quedará una masa mucho más agradecida.
Como siempre (o casi), he hecho la masa en la panificadora. Es super cómodo y limpio, así que a no ser que me apetezca especialmente amasar, siempre la utilizo.
No puede ser más sencillo: ponemos en la cubeta todos los ingredientes en el orden que os indico, excepto la mantequilla (como siempre, primero líquidos y después sólidos).
En principio según la receta harían falta sólo 500 gramos de harina, pero despues del amasado vi que quedaba demasiado blanda y añadí otros 50.
Escogemos el programa masa para pasta (amasa 15 minutos) y esperamos a que acabe. Dejamos reposar unos 10 minutos, añadimos la mantequilla en trocitos y volvemos a poner el mismo programa.
Al principio parece que nunca se va a mezclar, pero sí, poco a poco se van integrando y va quedando una masa tersa y firme.
Cuando haya acabado, sin abrir la tapa de la panificadora, dejamos que repose un par de horas. Con el calor del motor sube un poco la temperatura del interior, lo que es perfecto para el levado.
Si vamos a hacer la receta a mano, os recomiendo echarle un ojo al vídeo que os puse en la introducción, os lo resumo:
hacemos un volcán con la harina, abriendo un pequeño hueco en la parte central.
Añadimos la leche mezclada con la levadura, y luego los huevos batidos.
Si le queréis poner ralladura de naranja, os recomiendo ponerla también con los líquidos, para que aromatice más la masa.
Alrededor de la harina ponemos el azúcar, la sal, y por último en el borde del todo la mantequilla cortada en trocitos pequeños.
Poco a poco vamos mezclando, siempre de interior a exterior. Cogiendo pequeños pellizcos de harina y mezclándolos con la parte líquida, hasta llegar lentamente al borde.
Como hemos puesto la mantequilla en el contorno, la tocaremos menos tiempo y no le dará tiempo a coger temperatura y fundirse. Me ha gustado este truquillo de Max, así podemos poner todos los ingredientes desde el principio y no tener que añadir luego la mantequilla cuando tenemos las manos super pringadas, como suele ser en este tipo de recetas.
Una vez están todos los ingredientes integrados, amasamos unos 8-10 minutos, hasta que la masa se vuelva muy manejable.
Al principio puede ser desesperante, pero poco a poco se va volviendo mucho más agradecida.
Hacemos una bola, la ponemos en un bol o una bandeja, y la dejamos reposar un par de horas.
He de decir que mi masa apenas subió. Supuestamente tiene que doblar volumen, pero qué va, aireó un poco pero nada más.
Como veía que aquello no iba a mejorar, me decidí a formar los bollos.
Dividí la masa en dos partes iguales, y a cada una le quité una porción para hacer los huesitos y la calavera.
Hice una bola con la porción grande para formar el pan, y luego la pequeña la dividí en tres (dos más grandes que la otra).
Con las dos grandes, hacemos un rulo de masa, y con los 3 dedos centrales de la mano presionamos y giramos para marcar los huesitos.
Como cuando hacíamos un rulo de pastilina, pero con los dedos abiertos para dejar unas partes más gordas que otras. (Os recomiendo ver el vídeo, queda mucho más claro que con mis explicaciones).
Ponemos los huesitos sobre nuestro pan, y luego hacemos una bolita pequeña para la calavera, que lo coronará.
No es obligatorio poner 4 huesitos (2 tiras), según el tamaño del pan podemos poner más. Siempre en número par, claro.
Una vez tengamos formados nuestros panes, pincelamos con huevo y los llevamos al horno a 180ºC, hasta que estén doraditos.
Cuando los horneé crecieron bastante (menos mal, porque ya pensé que los iba a tener que tirar).
Al sacarlos, mientras están aún calientes, pincelamos con mantequilla fundida y espolvoreamos con azúcar, que formará una costra riquísima.
Yo le puse azúcar blanco, pero podemos teñirlo de rojo o rosa, que es muy típico también.
Y en cuanto dejemos reposar un poquito nuestro pan... ¡ya podemos disfrutarlo!
Es un pan dulce muy aromático, muy rico y que se conserva muy bien con el paso de los días.
Tengo que volver a hacerlo, porque aunque de sabor me encantó, de textura no quedó todo lo bien que debiera (es lo que tiene dejar las cosas para el final, no da tiempo a repetir el experimento si no sale bien, jijiji)
¡Un saludo a todos, y a panarrear como locos, que estamos en época de encender el horno!
luego veré el video, pero si me animo lo haré en la pani.. esa amiga molona!!!!!
ResponderEliminarme gusta un montón como quedan "los huesecillos" aunque con mis manazas, seguro que pierden la forma...
como siempre a sus pies, que hay que quitarse el sombrero con tus panes... un besote wapa!!!
Te confieso que yo ya lo he hecho dos veces, en mi casa gustó muchisimos, ha sido el protagonista de nuestros desayunos en estos días y seguro que haré mas, el sabor como el del roscón de reyes es delicioso y la textura tipo "suizo" suave y divina ¿verdad?
ResponderEliminarBesos
Nieves
deseando estoy ponerme con este pan dulce!! dices que no te levo!! pues hija tiene una miga que da gusto verla!! te ha quedado de lujo un besito! :)
ResponderEliminarNatalia, nosotras vemos en las fotos que te han salido con una forma fabulosa, nos gusta mucho.
ResponderEliminarLos nuestros en el horno también cogieron vida propia y se desmontaron.
Nos ha recordado mucho al brioche pero en casa desapareció en un plis, qué rico!!
un abrazo
Buenísimo este pan y te ha quedado con una miga increíble.
ResponderEliminarbesos
Me encanta como te ha quedado la miga, con alveolado grande... a mí me quedó algo más compacta, pero estaba de escándalo... que rico.
ResponderEliminarUah! Qué bonito, qué pintica más buena, con lo que me gustan a mí los bollos dulces. Me gustaría ver alguno rojo o rosa, como dices, tienen que quedar preciosos. Saludos
ResponderEliminarMe dejas muerrrrrrrrrrrta!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarBueno pues para no leudar como debieran te han quedado de muerte, jeje, a los míos también les costó subir de tamaño en el segundo fermentado antes del horno. Saludos panarras.
ResponderEliminarMe gusta muchísimo como te ha quedado, Natalia. Qué ganas de hornear.
ResponderEliminarUn beso.
Madre que pinta tan rica y esponjosa tiene!!! como dirian en mi pueblo, esto levanta a un muerto!!!.
ResponderEliminarUn besazo guapa
Estan de muerte la receta, las fotos y el post en general.
ResponderEliminarUn saludo.
Kui_Netes
Una pinta riquísima la que tiene ese pan de muerto! Mmmmmm
ResponderEliminarUn besito Natalia,
Sandra von Cake
Muchísmimas gracias por vuestros comentarios, chicos!
ResponderEliminarLa verdad es que sí que estaba buenísmo, habrá que repetir y repetir hasta que salga perfecto también a la vista!
Un saludo y gracias por vuestro tiempo!