¡Vivan las "modernidades"! Resulta que en varios mercados de Gijón han puesto unas máquinas "expendedoras" donde puedes comprar leche de vaca del día, simplemente pasteurizada.
¡Es un mix ideal de progreso y tradición!
Entre otras cosas es ideal para hacer postres, en algunos como en el arroz con leche la diferencia es espectacular. Una vez que pruebas un buen arroz con leche "leche", tu vida cambia.... no vuelve a ser la misma!
La receta es muy fácil, sólo hay que tener la paciencia suficiente para remover y remover, cuanto más mejor.
Estos ingredientes son para unas 8 raciones.
Ingredientes:
- 200 gr de arroz (redondo)
- 1,5 l de leche
- 150 gr de azúcar (+ 2 cucharadas para quemar)
- piel de limón (sin la parte blanca)
- canela en rama y en polvo
- 30 ml de anís
Hay dos variantes a la hora de hacer el arroz con leche.
Algunas personas aconsejan lavar el arroz, e incluso cocerlo previamente en agua para que suelte el almidón.
La receta que yo hago es sin lavar ni cocer el arroz, directamente se pone del paquete a la olla (pasando por la báscula).
Debemos poner la leche, el arroz, la corteza de limón y un trozo de canela en rama al fuego.
Es importante que la piel de limón sólo sea la parte amarilla, si no quitamos bien la parte blanca quedará un poco amargo.
Normalmente como hay que dar tantas vueltas, el palo de canela acaba deshaciéndose un poco, y aparecen algunas "hebras" en el arroz. Para evitar esto, podemos atar un cordón alrededor para que no se deshaga. Yo normalmente pongo los ingredientes a fuego medio hasta que empieza a hervir, y luego lo bajo hasta el mínimo, para que vaya cociéndose muy lentamente.
Lo ideal es remover constantemente, pero como hoy en día estar pegados a una cocina un par de horas es casi imposible, lo que hice yo fue ir a remover cada 15-20 minutos, darle unas vueltas y volver "a lo mío".
En total lo dejé algo más de hora y media, sobre hora y cuarenta minutos.
Al ir removiendo cada rato se va formando una cremita deliciosa...mmm!
Cuando esté a nuestro gusto (hay que tener en cuenta que al enfriar espesa bastante), apagamos el fuego, y añadimos el azúcar y el anís, revolviendo bien para que queden bien integrados y el azúcar se deshaga del todo.
Si ponemos el azúcar antes el arroz se pondrá amarillento y se pegará, es importante no hacerlo hasta el último momento.
Retiramos el palo de canela y la piel de limón, y vertemos el arroz en una fuente grande o en cuencos individuales, y dejamos enfriar.
Podemos tomarlo caliente, tibio o del tiempo. Os lo aconsejo probarlo tibio y del tiempo, particularmente es como más me gusta.
Podemos tomarlo sólo, espolvoreado con azúcar, azúcar y canela, o requemado.
Para requemarlo, hay que esperar a que esté frío. Yo lo espolvoreé con una mezcla de azúcar y canela, y lo quemé con un soplete de cocina.
Se forma una capa de caramelo crujiente, deliciosa... para morirse! Si lo dejamos reposar acaba derritiéndose, también está buenísimo (pero menos, jeje)
El caramelo cruijiente contrasta con la crema de arroz, al cocerse tanto tiempo apenas se notan los granos.
Como siempre, cogemos una cucharita...y a disfrutarlo!
Mirad que maravilla:
miércoles, 24 de marzo de 2010
jueves, 18 de marzo de 2010
FILETES REBOZADOS CON CORN FLAKES
Receta salada! Y muy muy facilita! Y muy muy muy rica!
Hace unos días estuve buscando recetas para empanar unos filetes en corn flakes, era una de las cosas que ganas de probar.
Apunté esta receta de algún blog que no conocía, pero no lo guardé y ahora no me acuerdo de cual era, y por más que busco no doy con el, lo siento.
La receta original era con pollo, la probaré también porque tiene que estar incluso mejor.
Hice un par de salsas para acompañar, una caliente (de queso azul) y otra fría ( de mostaza, miel y nueces)
Ingredientes:
- filetes de ternera
-sal
Para macerar:
- yogur natural
- 1 cucharada de postre de miel
- 1 cucharada de postre de mostaza
- el zumo de medio limón
Para rebozar:
-harina
-huevo
-corn flakes
- pan rallado (opcional)
Empezamos salando los filetes al gusto. Los podemos usar enteros o hacer tiras, (yo los hice tiras).
Preparamos la mezcla para la maceración, poniendo todos los ingredientes (el yogur, la miel, la mostaza y el zumo de limón) en un bol y mezclamos bien.
Introducimos los filetes en esta mezcla, y removemos para que queden pringados por todas partes.
Dejamos al menos media hora macerando (puede dejarse más tiempo, incluso toda la noche en la nevera). Yo los dejé unas 3 horas.
Un rato antes de comer, hice las salsas:
Para la de queso azul, pongo en un cazo al fuego un poquito de aceite de oliva, y un diente de ajo pelado y entero. Le doy unas vueltas, y añado un trozo de queso azul y nata líquida (de la de montar), y voy removiendo para que el queso se deshaga y se mezcle bien con la nata.
Poco a poco se va espesando, al evaporarse el agua.
Cuando está a mi gusto, retiro el diente de ajo y apago el fuego.
Esta salsa puede hacerse un rato antes de comer y luego calentarla en el fuego o en el microondas.
También puede hacerse en el microondas directamente, pero a mi me gusta más en un cazo, se va controlando mejor el punto que queremos.
La salsa de yogur es una que hago muchas veces para las ensaladas (y que es prácticamente igual a la mezcla para macerar los filetes, casualidades de la vida).
Mezclamos medio yogur natural, un poco de mostaza, un poco de miel (las cantidades van al gusto de cada uno) y unas nueces picadas.
Para rebozar los filetes en corn flakes, debemos picarlos con una picadora o aplastarlos en una bolsa pasándoles el rodillo por encima. En mi caso, como eran los últimos del paquete, los rompí bien con las manos en la bolsa en la que venían (lo recomiendo como terapia antiestrés)
Si dejamos algunos trozos un poco más grandes luego quedarán más crujientes.
Podemos mezclarlos con un poco de pan rallado, si queremos. Yo le puse del que lleva ajo y perejil.
Vamos sacando los filetes de la mezcla de yogur, y los pasamos uno a uno por harina, huevo y los cereales triturados, como en el empanado normal.
Freímos en aceite de oliva (el aceite se queda inservible para utilizar otra vez, así que os recomiendo no poner demasiado), y los ponemos sobre un plato o fuente con papel de cocina para que empape el aceite que puedan escurrir.
Podemos acompañarlos como más nos guste, en nuestro caso fue con puré de patatas y una ensalada.
Entre que los filetes eran de casa y la maceración, quedaron muy muy tiernos por dentro, y con el rebozado de corn flakes muy crujientes por fuera... ricos ricos!
Os recomiendo probarlo, me gustaron más que con pan rallado normal.
Ahora a seguir probando rebozados: kikos, puré de patatas en copos, patatas fritas trituradas... ¡y a seguir disfrutando!
Hace unos días estuve buscando recetas para empanar unos filetes en corn flakes, era una de las cosas que ganas de probar.
Apunté esta receta de algún blog que no conocía, pero no lo guardé y ahora no me acuerdo de cual era, y por más que busco no doy con el, lo siento.
La receta original era con pollo, la probaré también porque tiene que estar incluso mejor.
Hice un par de salsas para acompañar, una caliente (de queso azul) y otra fría ( de mostaza, miel y nueces)
Ingredientes:
- filetes de ternera
-sal
Para macerar:
- yogur natural
- 1 cucharada de postre de miel
- 1 cucharada de postre de mostaza
- el zumo de medio limón
Para rebozar:
-harina
-huevo
-corn flakes
- pan rallado (opcional)
Empezamos salando los filetes al gusto. Los podemos usar enteros o hacer tiras, (yo los hice tiras).
Preparamos la mezcla para la maceración, poniendo todos los ingredientes (el yogur, la miel, la mostaza y el zumo de limón) en un bol y mezclamos bien.
Introducimos los filetes en esta mezcla, y removemos para que queden pringados por todas partes.
Dejamos al menos media hora macerando (puede dejarse más tiempo, incluso toda la noche en la nevera). Yo los dejé unas 3 horas.
Un rato antes de comer, hice las salsas:
Para la de queso azul, pongo en un cazo al fuego un poquito de aceite de oliva, y un diente de ajo pelado y entero. Le doy unas vueltas, y añado un trozo de queso azul y nata líquida (de la de montar), y voy removiendo para que el queso se deshaga y se mezcle bien con la nata.
Poco a poco se va espesando, al evaporarse el agua.
Cuando está a mi gusto, retiro el diente de ajo y apago el fuego.
Esta salsa puede hacerse un rato antes de comer y luego calentarla en el fuego o en el microondas.
También puede hacerse en el microondas directamente, pero a mi me gusta más en un cazo, se va controlando mejor el punto que queremos.
La salsa de yogur es una que hago muchas veces para las ensaladas (y que es prácticamente igual a la mezcla para macerar los filetes, casualidades de la vida).
Mezclamos medio yogur natural, un poco de mostaza, un poco de miel (las cantidades van al gusto de cada uno) y unas nueces picadas.
Para rebozar los filetes en corn flakes, debemos picarlos con una picadora o aplastarlos en una bolsa pasándoles el rodillo por encima. En mi caso, como eran los últimos del paquete, los rompí bien con las manos en la bolsa en la que venían (lo recomiendo como terapia antiestrés)
Si dejamos algunos trozos un poco más grandes luego quedarán más crujientes.
Podemos mezclarlos con un poco de pan rallado, si queremos. Yo le puse del que lleva ajo y perejil.
Vamos sacando los filetes de la mezcla de yogur, y los pasamos uno a uno por harina, huevo y los cereales triturados, como en el empanado normal.
Freímos en aceite de oliva (el aceite se queda inservible para utilizar otra vez, así que os recomiendo no poner demasiado), y los ponemos sobre un plato o fuente con papel de cocina para que empape el aceite que puedan escurrir.
Podemos acompañarlos como más nos guste, en nuestro caso fue con puré de patatas y una ensalada.
Entre que los filetes eran de casa y la maceración, quedaron muy muy tiernos por dentro, y con el rebozado de corn flakes muy crujientes por fuera... ricos ricos!
Os recomiendo probarlo, me gustaron más que con pan rallado normal.
Ahora a seguir probando rebozados: kikos, puré de patatas en copos, patatas fritas trituradas... ¡y a seguir disfrutando!
viernes, 12 de marzo de 2010
TARTA DE ALMENDRA, MELOCOTÓN Y CHOCOLATE
La semana pasada fue el cumple de mi suegri, y cuando estábamos comiendo decidimos ir a felicitarlo y a ver si "nos invitaba" a cenar, así que improvisé esta tartita con lo que tenía por casa.
Quedó bastante bien, aunque yo creo que con fresas estará mucho mejor! ¡Es que son taaaaan ricas! La probaré y ya os contaré.
Eso si, como podéis ver, vistosa quedó un rato largo.
Que no os asuste la lista de ingredientes ni la explicación tan larga, es que ya sabéis que me enrollo bastante con las explicaciones.
El bizcocho es el típico de yogur, pero sustituyendo un vasito de harina por uno de almendra molida, queda muy rico.
Para que no quedase demasiado alto, hice sólo 2/3 de la receta normal, quería que quedasen dos capas finitas
Pongo las cantidades normales del bizcocho y las que yo usé entre paréntesis.
Necesitaremos un molde desmoldable o un aro de repostería (también puede valer con un acetato cortado para ponerlo en el contorno), para darle forma al relleno.
Ingredientes:
Para el bizcocho:
- 3 huevos (2)
- 1 yogur natural (2/3 )
- 1 vasito del yogur de aceite de girasol (2/3)
- 2 vasitos de azúcar (1,5)
- 2 vasitos de harina de trigo (1,5)
- 1 vasito de almendra molida (2/3)
- 1 sobre de levadura química Royal (2/3)
Para el relleno:
- 4 mitades de melocotón en almíbar
- 200 ml de nata para montar
- 2 cucharadas soperas de queso cremoso de untar
- 3 cucharadas soperas de azúcar
- 1 hoja de gelatina neutra
Para calar el bizcocho:
- azúar
- agua
- ron (a partes iguales)
Para el ganaché de chocolate:
- 125 gr de chocolate de cobertura
- 125 gr de nata líquida
- 1 cucharada de mantequilla
Para decorar:
- 3 mitades de melocotón en almíbar
- almendra fileteada, cerezas, confitadas,...
Parecen un montón de ingredientes, pero es muy sencilla de hacer.
Empezamos como siempre haciendo el bizcocho:
Batimos con unas varillas los huevos, y añadimos el yogur.
Seguimos añadiendo ingrediente a ingrediente, integrando bien cada uno antes de poner el siguiente.
A ser posible, la harina la tamizamos, para se airee. En este paso añadimos la levadura, para que quede bien repartida por toda la masa.
Metemos en el horno precalentado a 180º, unos 30 minutos, pero es mejor vigilarlo por si se pasa antes.
Mi molde era de 22 cm, creo que es el tamaño perfecto para esta cantidad de masa.
Lo sacamos y lo dejamos enfriar sobre una rejilla, antes de abrirlo.
Hacemos mientras tanto el almíbar para calarlo, poniendo en un cazo a partes iguales el ron, el agua y el azúcar, y dejamos que hierva unos 5-7 minutos.
Apagamos, y dejamos que enfríe antes de usarlo.
Una vez el bizcocho esté bien frío, lo abrimos a la mitad, y ponemos una de las partes en la bandeja o plato donde vayamos a servirlo.
Calamos con el almíbar, asegurándonos de que quede bien humedecido por todas partes.
Si hicimos el bizcocho con un molde desmoldable, podemos poner la parte lateral, la que se abre, para que quede con una forma más perfecta.
Yo usé un aro de repostería, pero se puede hacer también con un acetato (o incluso sin nada, pero entonces no debemos poner el relleno hasta el borde del todo).
Procedemos a hacer el relleno.
Ponemos la hoja de gelatina para que se hidrate en un platito con agua fría, y la dejamos mientras hacemos el resto.
Montamos la nata con el azúcar, y añadimos las 2 cucharadas de queso cremoso.
Picamos en taquitos los melocotones (usé 4 mitades), y los añadimos a la nata.
Por último, calentamos unas 3 cucharadas de agua (yo lo hice en un vaso en el microondas) y derretimos en ella la hoja de gelatina.
La añadimos a la mezcla de nata y melocotones.
Removemos cuidadosamente para que se reparta bien, y vertemos sobre la base de bizcocho.
Con una cuchara o una espátula repartimos bien, dejando la parte superior horizontal.
Calamos la otra mitad del bizcocho, y la ponemos sobre el relleno.
Si vemos que queda más alta por algún lado, podemos presionar suavemente para que quede lisita.
Metemos a la nevera al menos un par de horas (cuantas más mejor, lo ideal sería hacerla el día anterior, pero la cosa fue un poco improvisada).
Una vez esté bien cuajada (posiblemente la hoja de gelatina no le hiciese falta, pero la puse por si acaso, para que mantuviese la forma), la sacamos de la nevera y retiramos el molde del lateral.
Para hacer el ganaché de chocolate, ponemos a calentar un cazo con la nata, y añadimos el chocolate cortado en trocitos.
Removemos para que no se pegue, y añadimos la mantequilla (que le dará brillo).
Seguimos removiendo hasta que esté deshecho del todo, y retiramos del fuego.
Como quería que quedasen esas "ondas desbordantes" de chocolate, esperé a que enfriase un poco para que espesase antes de ponerlo.
Cuando vi que más o menos tenía la densidad adecuada, fui poniendo poco a poco con un cucharón el ganaché en el centro de la tarta.
Al hacerlo así se reparte hacia los bordes sin tener que tocarle (por eso tenía que quedar bien lisita), y así queda súper brillante.
Para hacer las ondas, con un cuchillo fui "ayundándole", empujando desde arriba para que cayese por los laterales.
Para decorarla "fileteé" tres mitades de melocotón sin llegar a soltar las láminas del todo.
Puse también unas almendras fileteadas tostadas (las tosté en el horno de paso que hacía el bizcocho, están buenísimas aún calentitas).
Hay que tener cuidado con las almendras al tostarlas, tanto en el horno como en la sartén, parece que no están y de repente ya se han quemado... por experiencia os lo digo!
Por último, en el centro, una cereza confitada.
Cuando la vi terminada me gustó bastante, sobre todo para ir improvisando sobre la marcha. No sabéis la cantidad de ideas que me vinieron a la cabeza mientras la hacía... tenía que haberlas apuntado!
Aquí os dejo una foto del corte, se aprecia que el bizcocho queda muy jugoso. Y el toque de la almendra queda muy bien con el chocolate, además.
Esperamos pacientemente a que nos sirvan nuestra ración... y a disfrutarla!
Quedó bastante bien, aunque yo creo que con fresas estará mucho mejor! ¡Es que son taaaaan ricas! La probaré y ya os contaré.
Eso si, como podéis ver, vistosa quedó un rato largo.
Que no os asuste la lista de ingredientes ni la explicación tan larga, es que ya sabéis que me enrollo bastante con las explicaciones.
El bizcocho es el típico de yogur, pero sustituyendo un vasito de harina por uno de almendra molida, queda muy rico.
Para que no quedase demasiado alto, hice sólo 2/3 de la receta normal, quería que quedasen dos capas finitas
Pongo las cantidades normales del bizcocho y las que yo usé entre paréntesis.
Necesitaremos un molde desmoldable o un aro de repostería (también puede valer con un acetato cortado para ponerlo en el contorno), para darle forma al relleno.
Ingredientes:
Para el bizcocho:
- 3 huevos (2)
- 1 yogur natural (2/3 )
- 1 vasito del yogur de aceite de girasol (2/3)
- 2 vasitos de azúcar (1,5)
- 2 vasitos de harina de trigo (1,5)
- 1 vasito de almendra molida (2/3)
- 1 sobre de levadura química Royal (2/3)
Para el relleno:
- 4 mitades de melocotón en almíbar
- 200 ml de nata para montar
- 2 cucharadas soperas de queso cremoso de untar
- 3 cucharadas soperas de azúcar
- 1 hoja de gelatina neutra
Para calar el bizcocho:
- azúar
- agua
- ron (a partes iguales)
Para el ganaché de chocolate:
- 125 gr de chocolate de cobertura
- 125 gr de nata líquida
- 1 cucharada de mantequilla
Para decorar:
- 3 mitades de melocotón en almíbar
- almendra fileteada, cerezas, confitadas,...
Parecen un montón de ingredientes, pero es muy sencilla de hacer.
Empezamos como siempre haciendo el bizcocho:
Batimos con unas varillas los huevos, y añadimos el yogur.
Seguimos añadiendo ingrediente a ingrediente, integrando bien cada uno antes de poner el siguiente.
A ser posible, la harina la tamizamos, para se airee. En este paso añadimos la levadura, para que quede bien repartida por toda la masa.
Metemos en el horno precalentado a 180º, unos 30 minutos, pero es mejor vigilarlo por si se pasa antes.
Mi molde era de 22 cm, creo que es el tamaño perfecto para esta cantidad de masa.
Lo sacamos y lo dejamos enfriar sobre una rejilla, antes de abrirlo.
Hacemos mientras tanto el almíbar para calarlo, poniendo en un cazo a partes iguales el ron, el agua y el azúcar, y dejamos que hierva unos 5-7 minutos.
Apagamos, y dejamos que enfríe antes de usarlo.
Una vez el bizcocho esté bien frío, lo abrimos a la mitad, y ponemos una de las partes en la bandeja o plato donde vayamos a servirlo.
Calamos con el almíbar, asegurándonos de que quede bien humedecido por todas partes.
Si hicimos el bizcocho con un molde desmoldable, podemos poner la parte lateral, la que se abre, para que quede con una forma más perfecta.
Yo usé un aro de repostería, pero se puede hacer también con un acetato (o incluso sin nada, pero entonces no debemos poner el relleno hasta el borde del todo).
Procedemos a hacer el relleno.
Ponemos la hoja de gelatina para que se hidrate en un platito con agua fría, y la dejamos mientras hacemos el resto.
Montamos la nata con el azúcar, y añadimos las 2 cucharadas de queso cremoso.
Picamos en taquitos los melocotones (usé 4 mitades), y los añadimos a la nata.
Por último, calentamos unas 3 cucharadas de agua (yo lo hice en un vaso en el microondas) y derretimos en ella la hoja de gelatina.
La añadimos a la mezcla de nata y melocotones.
Removemos cuidadosamente para que se reparta bien, y vertemos sobre la base de bizcocho.
Con una cuchara o una espátula repartimos bien, dejando la parte superior horizontal.
Calamos la otra mitad del bizcocho, y la ponemos sobre el relleno.
Si vemos que queda más alta por algún lado, podemos presionar suavemente para que quede lisita.
Metemos a la nevera al menos un par de horas (cuantas más mejor, lo ideal sería hacerla el día anterior, pero la cosa fue un poco improvisada).
Una vez esté bien cuajada (posiblemente la hoja de gelatina no le hiciese falta, pero la puse por si acaso, para que mantuviese la forma), la sacamos de la nevera y retiramos el molde del lateral.
Para hacer el ganaché de chocolate, ponemos a calentar un cazo con la nata, y añadimos el chocolate cortado en trocitos.
Removemos para que no se pegue, y añadimos la mantequilla (que le dará brillo).
Seguimos removiendo hasta que esté deshecho del todo, y retiramos del fuego.
Como quería que quedasen esas "ondas desbordantes" de chocolate, esperé a que enfriase un poco para que espesase antes de ponerlo.
Cuando vi que más o menos tenía la densidad adecuada, fui poniendo poco a poco con un cucharón el ganaché en el centro de la tarta.
Al hacerlo así se reparte hacia los bordes sin tener que tocarle (por eso tenía que quedar bien lisita), y así queda súper brillante.
Para hacer las ondas, con un cuchillo fui "ayundándole", empujando desde arriba para que cayese por los laterales.
Para decorarla "fileteé" tres mitades de melocotón sin llegar a soltar las láminas del todo.
Puse también unas almendras fileteadas tostadas (las tosté en el horno de paso que hacía el bizcocho, están buenísimas aún calentitas).
Hay que tener cuidado con las almendras al tostarlas, tanto en el horno como en la sartén, parece que no están y de repente ya se han quemado... por experiencia os lo digo!
Por último, en el centro, una cereza confitada.
Cuando la vi terminada me gustó bastante, sobre todo para ir improvisando sobre la marcha. No sabéis la cantidad de ideas que me vinieron a la cabeza mientras la hacía... tenía que haberlas apuntado!
Aquí os dejo una foto del corte, se aprecia que el bizcocho queda muy jugoso. Y el toque de la almendra queda muy bien con el chocolate, además.
Esperamos pacientemente a que nos sirvan nuestra ración... y a disfrutarla!
domingo, 7 de marzo de 2010
TARTA DE GOMINOLAS
¡Qué bruta soy! Para hacer esta tarta, compré más de 6 kilos de gominolas! jajaja! Había que verme cuando volvía del súper cargada a tope! Sólo pensaba en que si me pasaba algo, menuda sorpresa se iban a llevar al ver tanta gominola al "asistirme".
El fin de semana pasado fuimos a Coruña al cumpleaños de un amigo (Felicidades!), y como quería llevar algo que pudiese hacer unos días antes, aguantase sin nevera y fuese fácil de comer, me decidí a hacer una tarta de gominolas.
Es la segunda que hago, pero creo que a partir de ahora las haré más a menudo, son fáciles de hacer y a casi todo el mundo le gustan las gominolas.
Éramos unos 25, y creo que no había ni una persona a la que no le gustasen. Vicio, vicioooo!
Al final la tarta pesaba unos dos kilos y medio, así que tengo una bolsa llena de gomis tentándome en el armario...y eso que repartí algunas!
Como no sabía cuales iba a usar, yo "eché pal carro", y luego ya decidiría.
"Ingredientes" - Unas planchas de porexpán
-Papel de aluminio o regalo
- Palillos
- Gominolas a montones
Lo primero que hice fue cortar las planchas de porexpan. Como la quería de varios pisos, cogí platos de diferentes tamaños para hacer las circunferencias. En este caso la tarta es de 4 pisos.
Marqué con un rotulador los bordes, y luego fui cortando con un cuchillo de cocina.
Os recomiento paciencia y una aspiradora cerca en este paso, la habitación al acabar de cortarlas parecía una pradera nevada! Además, con la electricidad estática se pegan a las manos y a la ropa...desesperante!
Una vez nos hayamos calmado, forramos la plancha de cada tamaño con papel de aluminio o papel de regalo, para que las gominolas no toquen el porexpán y evitar que se suelten bolitas al manejarlo.
Os recomiendo visitar esta web (Porexcut, también tiene facebook), tiene dummies de diferentes tamaños y formas de porexpán alimentario a un precio genial)
Para unirlas unas a otras, ponemos la más grande sobre una mesa. Pinchamos 3 ó 4 palillos en ella, hasta la mitad, y luego ponemos encima el siguiente piso. Con cuidado, vamos empujando hacia abajo para que se clave y queden así unidas.
Hacemos lo mismo con el resto de los pisos, debemos tenerlos todos unidos antes de empezar a colocar las gominolas.
Una vez hecho esto, os aconsejo decidir más o menos cómo vamos a poner las gominolas. Debemos ponerlas de forma que se vea lo menos posible la base, queda mucho más bonita así.
Abrimos las bolsas, y las podemos poner en boles o platos soperos para que sea más cómodo cogerlas Para pinchar las gominolas yo utilizo palillos de madera normales, de los que sólo tienen una punta.
Existen también unos pinchitos de plástico de colores que se usan para esto. Supongo que si la tarta es para niños son más seguros, pero como siempre las hice para adultos, me gusta más utilizar los de madera, son mucho más discretos y no le quitan protagonismo a las gominolas, las verdaderas "artistas".
Pinchamos las gominolas una a una (yo suelo empezar de abajo a arriba, me resulta más cómodo para poder ir agarrando la tarta por encima al ir pinchando.
Os recomiendo usar un dedal para clavar los palillos, si no acabaremos con un montón de heriditas en las yemas de los dedos, y son muy incómodas.
Podemos poner cualquier tipo de gominolas, pero por mi experiencia os aconsejo no poner muchas regalices o tronquitos, es bastante fácil que se rompan y se caigan. Si nos gusta este tipo de gomis, podemos poner mejor ladrillos o espirales de regaliz, son más fáciles de sujetar.
Rematando la tarta, puse unos palotes pinchados y unos chupa chups clavados directamente en el porexpán, y creo que quedaron bastante bien, le dieron más altura a la tarta.
Una vez acabada, la podemos poner en una bandeja con blonda de las de tartas normales, y envolverla con celofán transparente, sobre todo si como en este caso es para un regalo.
Aquí tenéis al protagonista de la noche:
Si le ponemos velas, es mejor que sean bastante largas, para no tener ningún "incidente" con el fuego y las gominolas.
Como siempre, sólo queda decidirnos por la que más nos guste... y a disfrutar!
El fin de semana pasado fuimos a Coruña al cumpleaños de un amigo (Felicidades!), y como quería llevar algo que pudiese hacer unos días antes, aguantase sin nevera y fuese fácil de comer, me decidí a hacer una tarta de gominolas.
Es la segunda que hago, pero creo que a partir de ahora las haré más a menudo, son fáciles de hacer y a casi todo el mundo le gustan las gominolas.
Éramos unos 25, y creo que no había ni una persona a la que no le gustasen. Vicio, vicioooo!
Al final la tarta pesaba unos dos kilos y medio, así que tengo una bolsa llena de gomis tentándome en el armario...y eso que repartí algunas!
Como no sabía cuales iba a usar, yo "eché pal carro", y luego ya decidiría.
"Ingredientes" - Unas planchas de porexpán
-Papel de aluminio o regalo
- Palillos
- Gominolas a montones
Lo primero que hice fue cortar las planchas de porexpan. Como la quería de varios pisos, cogí platos de diferentes tamaños para hacer las circunferencias. En este caso la tarta es de 4 pisos.
Marqué con un rotulador los bordes, y luego fui cortando con un cuchillo de cocina.
Os recomiento paciencia y una aspiradora cerca en este paso, la habitación al acabar de cortarlas parecía una pradera nevada! Además, con la electricidad estática se pegan a las manos y a la ropa...desesperante!
Una vez nos hayamos calmado, forramos la plancha de cada tamaño con papel de aluminio o papel de regalo, para que las gominolas no toquen el porexpán y evitar que se suelten bolitas al manejarlo.
Os recomiendo visitar esta web (Porexcut, también tiene facebook), tiene dummies de diferentes tamaños y formas de porexpán alimentario a un precio genial)
Para unirlas unas a otras, ponemos la más grande sobre una mesa. Pinchamos 3 ó 4 palillos en ella, hasta la mitad, y luego ponemos encima el siguiente piso. Con cuidado, vamos empujando hacia abajo para que se clave y queden así unidas.
Hacemos lo mismo con el resto de los pisos, debemos tenerlos todos unidos antes de empezar a colocar las gominolas.
Una vez hecho esto, os aconsejo decidir más o menos cómo vamos a poner las gominolas. Debemos ponerlas de forma que se vea lo menos posible la base, queda mucho más bonita así.
Abrimos las bolsas, y las podemos poner en boles o platos soperos para que sea más cómodo cogerlas Para pinchar las gominolas yo utilizo palillos de madera normales, de los que sólo tienen una punta.
Existen también unos pinchitos de plástico de colores que se usan para esto. Supongo que si la tarta es para niños son más seguros, pero como siempre las hice para adultos, me gusta más utilizar los de madera, son mucho más discretos y no le quitan protagonismo a las gominolas, las verdaderas "artistas".
Pinchamos las gominolas una a una (yo suelo empezar de abajo a arriba, me resulta más cómodo para poder ir agarrando la tarta por encima al ir pinchando.
Os recomiendo usar un dedal para clavar los palillos, si no acabaremos con un montón de heriditas en las yemas de los dedos, y son muy incómodas.
Podemos poner cualquier tipo de gominolas, pero por mi experiencia os aconsejo no poner muchas regalices o tronquitos, es bastante fácil que se rompan y se caigan. Si nos gusta este tipo de gomis, podemos poner mejor ladrillos o espirales de regaliz, son más fáciles de sujetar.
Rematando la tarta, puse unos palotes pinchados y unos chupa chups clavados directamente en el porexpán, y creo que quedaron bastante bien, le dieron más altura a la tarta.
Una vez acabada, la podemos poner en una bandeja con blonda de las de tartas normales, y envolverla con celofán transparente, sobre todo si como en este caso es para un regalo.
Aquí tenéis al protagonista de la noche:
Si le ponemos velas, es mejor que sean bastante largas, para no tener ningún "incidente" con el fuego y las gominolas.
Como siempre, sólo queda decidirnos por la que más nos guste... y a disfrutar!
miércoles, 3 de marzo de 2010
PULPO A LA PLANCHA
Hace unos años que (al menos en Galicia) está bastante de moda en los restaurantes incluir pulpo a la plancha en la carta. Está muy bueno, es una preparación diferente para un plato tradicional.
En casa, desde que lo probamos lo hacemos bastantes veces.
Normalmente cocemos más cantidad de pulpo de la que vamos a comer en una comida, así lo comemos un día "á feira" y a los dos o tres días a la plancha.
Incluso se puede congelar (como hice esta vez, que lo traje cocido de casa de mami), y luego cuando vayamos a preparalo lo dejamos toda la noche en la nevera para que se descongele lentamente y queda perfecto para hacerlo de esta forma.
Ingredientes:
- pulpo (unos 300 gr de pulpo cocido para 2 personas)
Para acompañar: patatas cocidas, asadas, puré de patatas,...
Para "rematar" hice estas dos formas:
-sal gorda, pimentón y aceite de oliva
- sal gorda, ajo, perejil, aceite de oliva (macerado)
La preparación es súper fácil.
Es preferible que es pulpo esté frío, es mucho más fácil de cortar (puede ser en rodajas, cortando cada pata longitudinalmente a la mitad, en lochitas, o incluso la pata entera). Como véis, yo lo hice en rodajas, cortadas un poco sesgadas para no estropear demasiado las ventosas del pulpo.
Calentamos un poco de aceite en una plancha o sartén, y vamos poniendo las rodajitas de pulpo. Cuando estén doradas, les damos la vuelta, y cuando estén por el otro lado, las retiramos.
Acompañamos con lo que prefiramos (yo unas patatitas cocidas), y rematamos la faena como más nos guste:
-con sal, pimentón y aceite (sabe bastante parecido al pulpo á feira),
-o con un aceite macerado con ajo picado finamente y perejil.
Personalmente lo prefiero con la maceración de ajo y perejil en aceite, rico rico! ¡Incluso con un poco de guindilla queda también muy bueno, picantito!Arriba podéis ver un pincho de cada, y abajo con pimentón y aceite.
Si lo probáis ya me contaréis, es un plato que nunca falla!
En casa, desde que lo probamos lo hacemos bastantes veces.
Normalmente cocemos más cantidad de pulpo de la que vamos a comer en una comida, así lo comemos un día "á feira" y a los dos o tres días a la plancha.
Incluso se puede congelar (como hice esta vez, que lo traje cocido de casa de mami), y luego cuando vayamos a preparalo lo dejamos toda la noche en la nevera para que se descongele lentamente y queda perfecto para hacerlo de esta forma.
Ingredientes:
- pulpo (unos 300 gr de pulpo cocido para 2 personas)
Para acompañar: patatas cocidas, asadas, puré de patatas,...
Para "rematar" hice estas dos formas:
-sal gorda, pimentón y aceite de oliva
- sal gorda, ajo, perejil, aceite de oliva (macerado)
La preparación es súper fácil.
Es preferible que es pulpo esté frío, es mucho más fácil de cortar (puede ser en rodajas, cortando cada pata longitudinalmente a la mitad, en lochitas, o incluso la pata entera). Como véis, yo lo hice en rodajas, cortadas un poco sesgadas para no estropear demasiado las ventosas del pulpo.
Calentamos un poco de aceite en una plancha o sartén, y vamos poniendo las rodajitas de pulpo. Cuando estén doradas, les damos la vuelta, y cuando estén por el otro lado, las retiramos.
Acompañamos con lo que prefiramos (yo unas patatitas cocidas), y rematamos la faena como más nos guste:
-con sal, pimentón y aceite (sabe bastante parecido al pulpo á feira),
-o con un aceite macerado con ajo picado finamente y perejil.
Personalmente lo prefiero con la maceración de ajo y perejil en aceite, rico rico! ¡Incluso con un poco de guindilla queda también muy bueno, picantito!Arriba podéis ver un pincho de cada, y abajo con pimentón y aceite.
Si lo probáis ya me contaréis, es un plato que nunca falla!
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