miércoles, 26 de noviembre de 2014

PAN DE JAMÓN

 
¡Una semana más nos vamos de viaje "virtual" de la mano de Bake The World! Esta vez a Venezuela, con un pan navideño, pan de jamón.
 
Sin duda por estas latitudes nos parece (o al menos a mi me lo parecía) muy raro como comida típica de Navidad... pero teniendo en cuenta el clima de ese paraíso tiene mucho más sentido.
De hecho cuando lo probamos comentamos en casa que estaba muy bien para llevar a la playa en verano, es muy práctico y puede ser comida única.
 
El relleno más clásico es de jamón, aceitunas rellenas de pimiento y uvas pasas. También se le puede poner un poco de bacon, yo como soy muy fan del bacon le puse también unas lonchas.
 
Para hacerla seguí esta receta de Comedera.com, y no me arrepiento en absoluto. Queda una masa muy tierna y sabrosa, un pelín dulce pero no demasiado... ¡perfecta!
 
Ingredientes:
Para la masa:
- 140 g de agua
- 80 g de leche entera
- 1 huevo
- 400 g de harina de trigo (tuve que añadir una cucharada más)
- 8 g de sal fina
- 20 g de azúcar
- un sobre de levadura de panadero (o una pizquita menos)
- 10 g de mantequilla
 
Para pincelar (almíbar):
- azúcar moreno
- agua
 
Para el relleno:
- 150 g de bacon
- 250 g de jamón cocido
- 75 g de uvas pasas (sin semilla)
- un bote de aceitunas rellenas de pimiento
 
Como supondréis los que os pasáis por aquí a menudo, suelo hacer las masas en la panificadora, y esta vez no iba a ser menos.
 
Simplemente tenemos que poner todos los ingredientes para la masa en el orden que os pongo, y escoger el programa que solamos usar.
 
Yo suelo usar el de masa para pasta, que amasa durante 15 minutos. En este caso puse todos los ingredientes menos la mantequilla, y amasó los 15 minutos.
A los 5 minutos más o menos de empezar, cuando ya están todos los ingredientes bien mezclados suelo abrir la tapa para ver la consistencia de la masa, ya que aunque siempre hagamos la misma receta no siempre queda igual.
Como estaba muy pegajosa, añadí una cucharada colmada de harina.
 
Cuando acabó el programa dejé que reposara unos 10 minutos, añadí la mantequilla cortada en trozos pequeñitos y volví a escoger el mismo programa, otros 15 minutos de amasado.
 
Una vez acaba, os recomiendo no abrir la tapa, para que no se pierda el calor del motor, ya que viene genial para el levado.
 
 
Si hacemos la masa a mano, haremos un volcán con la harina y en el centro iremos poniendo el resto de ingredientes. Mezclamos bien, y luego amasamos durante 8-10 minutos, hasta que la masa esté elástica y manejable.
 
Formamos una bola, la tapamos con un paño y la dejamos reposar.
 
A partir de aquí los pasos son comunes.
 
 
Entre hora y media y dos horas después, nuestra masa estará bien levada. Al llevar azúcar sube genial.
 
Desgasificamos la masa, y con ayuda de un rodillo la extendemos con forma cuadrada lo más fina que podamos.
 
Encima ponemos el relleno: bacon (previamente lo pasé por una sartén para quitarle un poco de grasa), jamón cocido, pasas (sin semillas) y aceitunas rellenas de pimiento.
 
No debemos poner relleno hasta el borde, para que la masa se pegue y el relleno no se desparrame. Aunque la verdad es que como no lleva queso ni nada que se funda, tampoco habría problema.
 
Enrollamos el pan, dándole forma de barra. Os aconsejo no apretarlo mucho, ya que tiene que volver a levar y luego vuelve a crecer durante el horneado.
Si lo apretamos, no le dejamos espacio para que leve a sus anchas, y quedará más compacto.
Sometemos las puntas para formar el borde redondeado.
 
 
Lo ponemos sobre la bandeja del horno y tapamos con un paño. Si queremos, podemos hacerle alguna decoración o corte a la masa. Yo estiré tanto la masa que luego con el cuchillo la corté del todo, y se veía el relleno.
 
Queda un pan gigante, ocupaba la diagonal de la bandeja del horno, y no sobraba ni un centímetro por cada lado.
Creo que para la próxima lo voy a repartir en 2 pequeños, para nosotros es más cómodo.
 
Dejamos reposar una hora, para que vuelva a levar.
 
Precalentamos el horno a 220ºC, con calor arriba y abajo. Horneamos durante media hora aproximadamente, hasta que veamos que está dorado por todas partes.
Hay que ser pacientes, ya que en el centro tarda bastante en pasarse. Si vemos que se dora antes de tiempo, lo taparemos con papel de aluminio.
 
Mientras se hornea preparamos un almíbar de azúcar moreno para pincelar nada más salir del horno. Parece que es un punto básico para que sea un pan de jamón "del bueno".
Desde luego le da un brillo y un tono espectacular.
 
 
Esperamos a que enfríe... ¡y nos lanzamos!
He de decir que nosotros no esperamos a que enfriase del todo y lo probamos tibio... y estaba muy bueno. Pero con unas horitas de reposo incluso ganó.
 
Me ha hecho ilusión hacer esta receta, ya que una de mis mejores amigas (de esas de "desde siempre y para siempre") es venezolana. Menos mal que estamos a 400 km y no puede juzgar el pan de jamón! jijijiji! ¡Al menos de momento!
 
¡Va por ti, Betty!