Whole Kitchen en su Propuesta Dulce para el mes de octubre nos invita a preparar un bollo clásico francés: un brioche.
Justo unos días antes de que nos enterásemos de que este mes "tocaba" hacer brioche, había visto esta receta en el blog de Eva, Ma Petite Boulangerie.
Ya os he hablado alguna vez de su blog, sin duda uno de los mejores ( si no el mejor) en cuanto a masas se refiere.
Bien, pues como os podréis imaginar, decidí probar esta receta en la que Eva ha trabajado hasta conseguir un resultado magnífico, unos brioches perfectos, super tiernos y esponjosos, con poco contenido graso y sin prefermentos que como bien dice "asustan" a más de uno.
Además tenía en casa un paquete de harina gran fuerza Santa Rita, que es justo la que ella utiliza, da unos resultados fenomenales para las masas fermentadas.
Si queréis hacer una masa muy esponjosa y tierna (brioches, roscones de reyes, pan de leche,...) os recomiendo probarla, da unos resultados espectaculares. Se nota muchísimo la diferencia.
Ingredientes:
- 2 huevos (usé L)
- 75 ml leche entera
- 10 gr de levadura fresca
- 4 cucharaditas de azúcar
- 300 gr de harina gran fuerza Santa Rita
- 60 gr de mantequilla a temperatura ambiente
- 1 cucharadita de sal
- ralladura de piel de naranja y limón
Yo como casi siempre utilicé mi adorada panificadora, es una maravilla para hacer este tipo de masas.
Si la hacemos en la pani, pondremos los ingredientes en el orden en que están escritos en la lista: primero los líquidos, luego la levadura fresca, y por último los sólidos.
Programa masas, y a disfrutar de casi dos horas hasta que la masa está lista, perfecta para trabajar sin ni siquiera espolvorear harina en la superficie de trabajo.
Para hacerla a mano, en un bol ponemos la harina con la sal y el azúcar haciendo un volcán.
Calentamos ligeramente la leche, y añadimos la levadura para que se deshaga.
Batimos los dos huevos y los vertemos en el centro del volcán, añadiendo seguidamente la mezcla de leche y levadura.
Mezclamos hasta que todos los ingredientes estén integrados, cuando añadiremos la mantequilla cortada a dados y la ralladura de cítricos.
Amasamos hasta que la masa sea elástica, brillante, y no se pegue a las manos.
Hacemos una bola y la ponemos en un bol, pulverizamos con agua y tapamos con un paño hasta que doble su volumen, al menos una hora.
A partir de este punto, los pasos son comunes.
Cortamos la masa en porciones iguales (yo hice 10 de 55 gr), boleamos y damos la forma que queramos.
Escogí la más sencilla, unos bollitos redondos (o casi redondos, mejor dicho).
Los ponemos sobre la bandeja donde vayamos a hornearlos, y los dejamos reposar unos 40-45 minutos para que vuelvan a levar.
Pasado este tiempo, pincelamos con mucho cuidado con huevo batido o leche (yo leche), y si queremos podemos espolvorear un poco de azúcar en alguno de los bollitos.
Introducimos en el horno precalentado a 180º, y horneamos unos 15 minutos (depende del tamaño de las piezas), hasta que veamos que están listos.
Como se puede ver en las fotos, mi horno calienta bastante más por un lado que por otro... algunos parece que están recién llegados del caribe.
Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla, lo ideal es tocarlos lo menos posible hasta que estén a temperatura ambiente.
Están buenísimos rellenos tanto de ingredientes dulces como salados (mi relleno favorito: jamón serrano, rúcula y unas gotas de aceite de oliva).
Esta vez como era una propuesta dulce, utilicé queso crema y mermelada casera de moras... buenísimos. Ya lo digo yo todo, como siempre.
¡Miren qué miga, amigos! Y como siempre, el olorcillo en casa espectacular, creo que los vecinos están haciendo una colecta para comprarse un ariete con cabeza de carnero y todo.
Ingredientes:
- 2 huevos (usé L)
- 75 ml leche entera
- 10 gr de levadura fresca
- 4 cucharaditas de azúcar
- 300 gr de harina gran fuerza Santa Rita
- 60 gr de mantequilla a temperatura ambiente
- 1 cucharadita de sal
- ralladura de piel de naranja y limón
Yo como casi siempre utilicé mi adorada panificadora, es una maravilla para hacer este tipo de masas.
Si la hacemos en la pani, pondremos los ingredientes en el orden en que están escritos en la lista: primero los líquidos, luego la levadura fresca, y por último los sólidos.
Programa masas, y a disfrutar de casi dos horas hasta que la masa está lista, perfecta para trabajar sin ni siquiera espolvorear harina en la superficie de trabajo.
Para hacerla a mano, en un bol ponemos la harina con la sal y el azúcar haciendo un volcán.
Calentamos ligeramente la leche, y añadimos la levadura para que se deshaga.
Batimos los dos huevos y los vertemos en el centro del volcán, añadiendo seguidamente la mezcla de leche y levadura.
Mezclamos hasta que todos los ingredientes estén integrados, cuando añadiremos la mantequilla cortada a dados y la ralladura de cítricos.
Amasamos hasta que la masa sea elástica, brillante, y no se pegue a las manos.
Hacemos una bola y la ponemos en un bol, pulverizamos con agua y tapamos con un paño hasta que doble su volumen, al menos una hora.
Cortamos la masa en porciones iguales (yo hice 10 de 55 gr), boleamos y damos la forma que queramos.
Escogí la más sencilla, unos bollitos redondos (o casi redondos, mejor dicho).
Los ponemos sobre la bandeja donde vayamos a hornearlos, y los dejamos reposar unos 40-45 minutos para que vuelvan a levar.
Pasado este tiempo, pincelamos con mucho cuidado con huevo batido o leche (yo leche), y si queremos podemos espolvorear un poco de azúcar en alguno de los bollitos.
Introducimos en el horno precalentado a 180º, y horneamos unos 15 minutos (depende del tamaño de las piezas), hasta que veamos que están listos.
Como se puede ver en las fotos, mi horno calienta bastante más por un lado que por otro... algunos parece que están recién llegados del caribe.
Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla, lo ideal es tocarlos lo menos posible hasta que estén a temperatura ambiente.
Están buenísimos rellenos tanto de ingredientes dulces como salados (mi relleno favorito: jamón serrano, rúcula y unas gotas de aceite de oliva).
Esta vez como era una propuesta dulce, utilicé queso crema y mermelada casera de moras... buenísimos. Ya lo digo yo todo, como siempre.
¡Miren qué miga, amigos! Y como siempre, el olorcillo en casa espectacular, creo que los vecinos están haciendo una colecta para comprarse un ariete con cabeza de carnero y todo.