Comienza un nuevo año... como a algunos ya os dije, espero que venga bien cargadito de cosas dulces!
Este postre quería haberlo publicado antes de que acabasen las fiestas, pero como siempre al final me pilló el toro, y los últimos días antes de las mini vacaciones en casa de papá y mamá pasaron volando. Y la semana que estuve en Vigo, ya ni os cuento!
Una semana entera sin conectarme a internet, sin ni siquiera encender un ordenador, sin hacerle ni caso al móvil ... desintoxicación total!
Supongo que a estas alturas lo que menos apetece es ver cosas que recuerden a los excesos navideños, pero hay que "sufrir" un poquito más con esta entrada.
Cuando hice los piononos salados, me sorprendió lo fácil que era hacer un bizcocho para un brazo de gitano, así que cuando empecé a pensar en qué postres podía hacer para navidad, enseguida se me ocurrió que un tronco de crema y chocolate... gran combinación!
Unos días antes de hacerlo vi este en el blog de Cristina,
Kanela y Limón, y sobre todo vi sus champiñones de merengue, tuve claro que ese era mi tronco!
No lo hice exactamente igual, pero la base sí es la suya. Muy bueno.
Como lo hice enorme (pero enorme enorme, eh?), el tronco central fue un "redondo" en vez de un brazo de gitano, era tan grande que no pude enrollarlo.
Hice 2 bizcochos, el del tronco con 8 huevos, y el de las ramas ( uno partido a la mitad para hacer dos ramas) de 6 huevos, y también doble receta de crema pastelera.
Quedaría mejor si hubise hecho 4 bizocochos de 4 huevos y luego enrollar dos para cada brazo, pero andaba bastante justa de tiempo y tuve que hacerlos de esta forma.
Os pongo las recetas "básicas", para que no os liéis con las cantidades, si queréis un brazo más grande, pues doble cantidad! O triple, como yo!
Ingredientes:
Champiñones de merengue:
- 2 claras de huevo
- 160 gr de azúcar glas
- 1 pizca de sal
- 1 pizca de cremor tártaro (opcional)
- esencia de vainilla (opcional)
- cacao en polvo
- chocolate de cobertura
Para la crema pastelera:
- 125 ml de nata líquida
- 375 ml de leche
- 125 gr de azúcar
- 40 gr de maicena
- 4 yemas de huevo
- piel de limón (sólo la parte amarilla)
Para el bizcocho:
- 4 huevos
- 120 gr de harina
- 120 gr de azúcar
- 1 pizca de sal
- 1/2 cucharadita de bicarbonato
Para la cobertura:
- 250 gr de chocolate de cobertura
- 200 ml de nata líquida
- 1 cucharada de mantequilla
- 1 hoja de gelatina neutra
Empezaremos por los champiñones, que se pueden hacer con unos días de antelación si queremos.
Supongo que los que es la primera vez que veis un champiñón de merengue estaréis tan sorprendidos como yo cuando los vi en el blog de Cristina... parecen totalmente de verdad!
Pues resulta que son facilísimos de hacer, y os prometo que con estos champiñones no dejaréis a nadie indiferente.
Venga, que me lío, como siempre!
Empezamos batiendo las claras a temperatura ambiente, al principio con la velocidad más baja de las varillas y subiendo poco a poco.
Cuando empiecen a espumar, añadimos la sal, el cremor tártaro (opcional, si no tenéis pueden ser unas gotas de vinagre) y la esencia del sabor que prefiramos (también opcional).
Vamos añadiendo el azúcar cucharada a cucharada, siempre sin dejar de batir, hasta que se acabe.
Veremos como va espesando, hasta convertirse en un merengue espectacular, super firme, nunca me había quedado tan bien... supongo que será por la cantidad de azúcar que lleva.
Yo en vez de glas usé del azúcar normal, y antes de meterlo al horno se notaban un poco los granillos, pero luego en el horno desaparecieron.
Ponemos el merengue en una manga pastelera con una boquilla ancha redonda (la mía unos 12mm), y sobre un papel de hornear vamos haciendo los champis.
Se hacen por separado los tallos y los sombreros, y luego se van "casando" según el tamaño.
Para hacer los tallos hacemos un círculo pequeño de merengue y vamos levantando la manga mientras seguimos apretando.
Es importante hacerlo en moviemiento "constante", si frenamos un poco nos saldrán con forma de fantasmita ( muy monos, por cierto).
Cuando sean del tamaño que queramos, pasamos un cuchillo por la boquilla para cortar el merengue.
Para hacer los sombreros, simplemente acercamos la boquilla al papel y apretamos hasta que el círculo quede del tamaño que queramos.
Usamos también un cuchillo para cortar el merengue cuando queramos.
Si nos queda algún piquito, podemos bajarlo con un dedo humedecido con agua fría.
Los espolvoreamos con cacao (queda genial, parece tierra totalmente), y los llevamos al horno a 70º, sobre una hora y cuarto (los dejé enfriar dentro del horno con la puerta entreabierta).
Cuando estén fríos, "pegamos" los sombreros a los tallos untándolos con un poco de chocolate de cobertura (yo corté un poco los tallos para que quedasen planos y tuviesen más zona para pegar).
Cristina tiene en su blog un estupendo paso a paso (
aquí) que os recomiendo visitar, queda todo clarísimo.
No me digáis que no parecen de verdad!
La receta de crema pastelera que usé es la que más me gusta, es la que utilicé para los petit choux en la tarta
Saint Honoré y en la
tarta de crema pastelera y fruta. Simplemente añado o quito un poco de maicena si la quiero más espesa o más suelta, pero siempre queda perfecta.
Es del libro La Cocina Dulce, de Paco Torreblanca. La verdad es que desde que la descubrí, no hago otra.
Empezaremos por calentar en un cazo la leche, la nata, y la mitad del azúcar.
Si queremos podemos aromatizarlo con una rama de vainilla, canela, o la piel de algún cítrico. Yo como os puse en los ingredientes le puse piel de limón, sólo la parte amarilla.
Cuando empiece a humear, apagamos y dejamos infusionar.
En otro cazo mezclamos muy bien la maicena con la segunda mitad del azúcar y las yemas. Las llevamos a punto de ebullición, removiendo siempre constante pero suavemente.
Añadimos la mezcla de leche, nata y azúcar (la más líquida) a la segunda (la crema de yemas), pasándola por un colador.
Lo haremos muy poco a poco y sin parar de remover, este puede ser el punto más delicado.
Seguimos removiendo constantemente para evitar que se pegue, hasta que la crema espese.
Cuando esté lista, la retiramos del fuego (al enfriar se queda aún más espesa) y podemos enfriarla sobre un mármol o directamente dejar que enfríe en el mismo cazo.
Pondremos un film sobre la crema (tocándola), evitando que que queden burbujas de aire, ya que si no se formará una pequeña costra.
Cuando esté a temperatura ambiente, la llevamos a la nevera, al menos 2 horas para que coja cuerpo (mejor si son más).
El siguiente paso será hacer el bizcocho para el brazo.
Separamos las claras de las yemas, y montamos las primeras con el azúcar hasta que estén bien firmes.
Añadimos las yemas bien batidas, y mezclamos con cuidado.
Por último, añadimos la sal, la harina tamizada y el bicarbonato, mezclando siempre con movimientos envolventes de abajo a arriba, para que no se baje la masa.
Vertemos sobre una bandeja de horno forrada con papel de hornear o un molde especial y metemos en el horno precalentado a 180º unos 8-10 minutos.
Cuando lo saquemos del horno, lo enrollamos mientras aún está caliente (con el papel de hornear, luego lo sacaremos) para que coja forma y luego no se rompa al dársela.
Reservamos hasta que enfríe.
Una vez haya enfriado el bizcocho, podemos rellenarlo. Os aconsejo preparar el postre al menos el un día antes de tomarlo... mejor si son dos!
Desenrollamos con cuidado el bizcocho, y retiramos el papel de hornear.
Podemos untar con mermelada o alguna otra cosa si queremos antes de poner la crema (yo lo hice con mermelada de melocotón casera).
Rellenamos con la crema, extendiéndola bien con un cuchillo o una cuchara, y volvemos a enrollar, siempre con cuidado para que no se rompa el bizcocho.
Podemos bañar el brazo con algún almíbar antes de ponerle la cobertura, si nos gusta húmedo.
Como os decía antes, hice dos brazos, uno para el tronco y otro para las ramas (en total fue para más de 20 personas, así que tenía que ser grande) .
Si es para menos raciones, simplemente de cortamos un trocito al brazo para ponerlo en un lateral a modo de rama cortada.
La cobertura de chocolate la hice exactamente igual que la de la bomba de turrón (hice los dos postres el mismo día).
Empezaremos por poner a hidratar la gelatina en agua fría.
Ponemos al fuego un cazo con la nata y la cobertura de chocolate. Removemos de vez en cuando, para que el chocolate no se pegue en el fondo.
Cuando esté bien disuelto, retiramos del fuego.
Añadimos la cucharada de mantequilla y la hoja de gelatina hidratada. Removemos bien, para que se derritan.
En cuando enfríe un poco y tenga buena consistencia, vamos bañando el brazo y viendo como poco a poco se va transformando en un tronco.
Cuando está bien cubierto, si queremos con un tenedor podemos hacer los surcos característicos de la corteza, quedan muy realistas.
Ponemos unos champiñones decorando (yo me cegué y puse champiñones por todas partes... ya que tenía muchos, había que aprovecharlos!
Y por fin tenemos el postre acabado! La verdad es que es un poco laborioso, pero creo que el resultado merece la pena!
Si algún valiente ha llegado hasta el final... gracias! Creo que esta ha batido claramente el récord de tocho-entrada!