¡Pues ya están aquí otra vez las fiestas! Gran "temporada" en el mungo blogueril, puedes pasarte el día entero babeando delante de la pantalla.
Yo como este año (como casi todos últimamente) aún estoy modo navidad-off, creo que esta va a ser la única entrada que publique.
Aunque nunca se sabe, igual me invade de repente el espíritu cocinero-navideño y me pongo a hacer cosas como una loca. ¡Ya iremos viendo!
Estas galletas las hice para sortearlas entre los amigos de facebook que me ayudásteis a ganar el preciosísimo bolso de Aingeru Artesanía que tanto me gusta y que no he apeado desde que ha caído en mi poder.
Como quería tener un detalle con vosotros por haber sido tan pesadita, decidí hacer 5 minilotes de galletas y enviároslas como agradecimiento.
Lo que les da el toque de distinción es el uso de colorantes, con muy poco podemos hacer unas galletas bastante vistosas y alegres.
Además me parece que pueden quedar muy chulas adornando el árbol, a algunas incluso les hice un pequeño agujerito para esto.
Vamos con la receta.
Ingredientes:
Para las galletas:
- 225 gr de mantequilla
- 220 gr de azúcar
- 1 huevo grande
- media cucharadita de sal
- 450 gr de harina de repostería
- 1 cucharada de miel
- cacao en polvo, especias navideñas,
Para decorar:
- glasa, azúcar coloreado, sprinkles,...
En
un bol ponemos la mantequilla (que estará a temperatura ambiente) y el azúcar y
mezclamos hasta conseguir una textura esponjosa y fluída.
Puede hacerse "a mano o a máquina", aunque si podéis os recomiendo hacerlo a máquina, menuda diferencia.
Añadimos
el huevo batido y la cucharada de miel y seguimos mezclando hasta que estén perfectamente integrados.
La miel que yo utilicé es casera, por lo que tiene un montón de sabor, así que si es comprada os recomiendo ponerle un par de cucharadas.
Añadimos
la harina y la sal tamizadas, y removemos bien.
Para hacer estas galletas dividí la masa en 4 partes iguales: a la primera le puse una cucharada grande de cacao en polvo, a la segunda media cucharadita de postre de especias navideñas, a la tercera colorante en gel rojo y a la última colorante en gel verde.
Hacemos una bola con cada tipo de masa y la estiramos con el rodillo entre dos hojas de papel sulfurizado (de hornear).
Os aconsejo meter estas láminas de masa (sin retirar el papel en ambas caras) en la nevera al menos un par de horas, para que estén perfectas a la hora de cortarlas y hornearlas.
Si como en mi caso hacéis bastante cantidad, es imprescindible hacerlo, ya que si no con el calor del horno en la cocina la masa se vuelve imposible de manejar.
Pasadas estas dos horas, vamos cortando las galletas como más nos gusten.
Al haerlo les di un montón de formas distintas, me encanta probar cosas nuevas cada vez que hago galletas. Y en este caso además de varias las formas varían los colores, así que las combinaciones son casi infinitas.
Algunas las hice con el mismo sistema que estos corazones (son muy chulas y super fáciles), otras eran formas básicas y pequeñitas navideñas (estrellas, arbolitos, flores y campanas), unas cuantas redondas medianas con una felicitación navideña gracias a la imprenta para galletas (me encanta, le saco muchísimo partido), y por último los dos modelos que más me gustaron: unas bolas grandes decoradas con azúcar teñido y unas galletas "encaje", que es la segunda vez que hago y me tienen enamorada.
La forma de hacerlas es muy sencilla, aunque un poco laboriosa. No aptas para gente sin paciencia.
Cortaremos la galleta con la forma que escojamos, y luego haremos los agujeros con la disposión y forma que más nos gusten. Os recomiendo hacerlos de forma simétrica, para que sea más fácil.
Yo utilicé este juego de mini cortadores metálicos que aparecen en la foto, pero si no tenéis podéis hacerlo con pajitas, descorazonadores de manzana, palos de brocheta, ... con cualquier cosa que tengáis por casa.
Los de forma de lágrima son muy fáciles de hacer con una tira de cartulina y un trozo de celo uniendo los dos extremos para darle la forma.
Cada galleta es única, y hay que hacer las perforaciones una a una... cómo disfruto haciéndolas, está claro que hay gente rara por el mundo, eh? ;-)
Las ponemos sobre una bandeja y las volvemos a meter en la nevera hasta el momento de que entren en el horno, es básico para que conserven bien la forma en el horneado.
Las meteremos en el horno precalentado a 170º hasta que los bordes empiecen a ponerse dorados, unos 10 minutos.
Las sacamos y las colocamos sobre una rejilla hasta que estén totalmente frías.
Os recomiendo esperar al menos un par de horas (mejor si es toda la noche) antes de decorarlas, así la galleta ya ha adquirido la consistencia final y hay muchas menos posibilidades de que se rompan al manejarlas.
La decoración es de lo más sencilla: unas van tal cual, sin más decoración que la forma y color de la galleta, a otras les pegué unos sprinkes con una gotita de glasa, y a las últimas les hice una decoración con glasa y azúcar teñido que ya había probado en algunas galletas infantiles y me gusta bastante como queda.
Podemos hacer el azúcar teñido de cualquier color en nuestra propia casa, simplemente tenemos que mezclar un par de cucharadas de azúcar blanquilla (normal) con una gota de colorante en gel o en pasta.
Removeremos bien hasta que esté perfectamente repartido, y pondremos a secar la mezcla sobre un trozo de papel de cocina.
Un día al aire y ya tenemos nuestro azúcar coloreado casero, así de fácil, para usar como más nos guste.
Para esta decoración simplemente tenemos que hacer una forma con glasa o chocolate y espolvorear con azúcar rápidamente por encima. Cuando se haya secado, eliminamos el exceso de azúcar y nuestra forma quedará muy bien definida.
Para terminar (y como traca final) quiero enseñaros estas preciosísimas fotos que Silvia ( de Mi Dulce Tentación) me envió al recibir sus galletas.
De su web no os voy a decir nada, es archiconocida y perfecta (de hecho cuando vi que unas de las galletas le habían tocado a ella, se me hizo un nudo en la garganta), pero ahora que he tratado un poquito con ella puedo deciros que es una chica estupenda y muy cercana y amable, ha sido un gran descubrimiento. ¡A la altura de sus recetas!
Ya era muy fan de su web, pero ahora lo soy todavía más.
Sin más, y como creo que hasta mediados de enero no voy a publicar nada más, os deseo un muy feliz comienzo de 2012. ¡Y que dure así todo el año!