¡Esta vez si! Los que seáis asíduos a blogs de cocina, recordaréis que la #megagalleta inundó nuestras pantallas hace una temporadita.
Un montón de personas hicieron megagalletas (algunas realmente enormes) y las publicaron el mismo día en sus webs, blogs, facebooks, twitters.... y no no me enteré del evento hasta que las vi publicadas! jiji! Seré zoqueta! Eso si, me dije: esto no me vuelve a pasar! Y me hice una cuenta en twitter al momento.
No sé qué tienen las cosas de comer gigantes (hamburguesas como para 4 personas, croasanes gigantes, sándwiches de 50 cm de largo,...) que nos encantan. Al menos a mi, siempre me llaman muchísimo la atención. Supongo que será parte de nuestro pasado "animal", el instinto de supervivencia, que aflora aunque sólo sea unos segundos.
Pues eso, que esta vez si! Me enteré a tiempo, así que aquí os traigo mi #megamagdalena! Y si os apetece ver alguna más (en total 97 mega magdalenas), aquí os dejo un link que os llevará a
Lazy blog, el "incitador" del evento.
Pesa ni más ni menos que 1.490 gr, es enorme! Y digo es porque aún queda la mitad, era tan grande que decidí congelar dos cuartos para disfrutarla más espaciadamente.
Viene a ser como dos docenas de magdalenas normales... ¡una montaña de placer!
La verdad es que cuando vi lo de la mega magdalena me asusté un poco, porque hornear cosas tan grandes es un poco difícil, sobre todo si tenemos un horno tan básico como el mío (sólo gril y calor abajo, nada de turbo ni calor arriba... y mucho menos pirólisis! jijiij).
Pero bueno, sabía que lo peor que podía pasar era que se quedase crudo por dentro y quemado por fuera, así que siempre habría una parte intermedia que se podría comer... no habría que tirarlo todo!
Al final la cosa salió bastante bien, me quedó un poco tostada por fuera, pero bastante aceptable. Quedó aceptablemente bien cocida, con algunas marcas en la miga, pero bastante homogénea.
La receta está buenísima, tenía ganas de probarla, son las magdalenas clásicas de limón y canela de Xavier Barriga, de su libro "Pan". A todo el mundo que las ha probado les han encantado, así que esta me pareció la ocasión perfecta para hacerlo.
Y sí, lo confieso, soy otra fan de las magdalenas de Xavier Barriga. Si haciéndola tan grande queda tan rica, no quiero pensar cómo quedará hecha a tamaño normal....mmmm! Me dan ganas de sacar un trozo y comérmelo así congelado y todo, jajajaja!
Como molde utilicé uno de pyrex, había pensado en hacerlo en uno de aluminio de esos donde ponen los pollos asados, pero antes encontré este y me pareció también muy apropiado... y de paso me hago con un molde más... creo que esto ya se está convirtiendo en un problema "a tratar por un profesional cualificado".
Ingredientes:
- 250 gr de huevos
- 350 gr de azúcar
- 120 ml de leche
- 380 ml de aceite de girasol
- 420 gr de harina floja (de trigo)
- 10 gr de impulsor o levadura química
- canela en polvo y ralladura de limón
- una pizca de sal
En un bol batimos los huevos con el azúcar, hasta que el azúcar se disuelva (también podemos usar azúcar glas).
Yo lo hice con la batidora de varillas, ya que esta receta es de batir bastante (y sobre todo por la cantidad de masa que acabé manejando).
En otro bol o en una jarra, mezclamos la leche con el aceite de girasol, y lo vamos incorporando a la mezcla de huevos y azúcar, batiendo lentamente.
Mezclamos (también aparte) la harina con el impulsor, la sal, canela y la ralladura de limón (yo le puse la ralladura de un limón grande entero, me encanta el aroma de limón).
Podemos utilizar como impulsor levadura química o bien unos sobrecitos de gasificante que también son muy fáciles de encontrar. Yo le puse levadura química, que era lo que tenía en casa.
Añadimos también lentamente la mezcla de harina a la mezcla anterior, sin dejar de batir a baja velocidad.
Cuando esté todo bien mezclado, subimos la velocidad y batimos 2 o 3 minutos. Yo este paso no lo pude hacer, tenía miedo de que se quemase la batidora, se notaba que le costaba un montón. Lo ideal es hacerlo en un robot amasador, así que si tenéis, usadlo. Si no, pues como yo, batimos sólo unos segundos y listo!
Dejamos reposar la masa al menos una hora en la nevera, mucho mejor si es toda la noche (yo la dejé toda la noche, me gusta repartir el trabajo de las recetas).
Precalentamos el horno a 250ºC, y mientras tanto vertemos la masa en el molde.
Yo como os decía utilicé uno de pyrex forrado de papel de hornear.
Si hacemos magdalenas normales, es muy cómodo para repartirla ponerla en una manga pastelera. En el libro nos aconsejan hacer magdalenas de unos 60 gramos, llenando no más de 2/3 de la cápsula.
Cuando el horno esté bien caliente, metemos el molde en la parte baja del horno y bajamos la temperatura a 210ºC.
Si fuesen magdalenas normales, en unos 15 minutos estarían listas.
Mi megamagdalena estuvo en total una hora y 20 minutos.
Primero estuvo unos 30 minutos a 210º, y luego bajé la temperatura a 190 para que se cociese más lentamente, y los últimos 20 estuvo a 160º.
Además la giré un par de veces, ya que mi horno se calienta mucho más por un lateral que por otro.
También tuve que ponerle un trozo de papel de aluminio para que no se quemase por arriba, más o menos a la mitad del tiempo total .
Durante los primeros 40 minutos no abrí la puerta del horno, y luego siempre lo menos posible, lo justo para girarla y pincharla para ver si ya estaba lista.
Cuando vi que estaba bien pasada por todas partes, apagué el horno y la dejé 5 minutos con la puerta entreabierta.
Luego la saqué y la dejé que enfriase un poco. Cuando estaba más o menos manejable, la saqué del molde de pyrex y la puse sobre una rejilla, hasta que enfrió del todo.
La verdad es que pensaba que al ser tan grande no iba a subir casi nada, o que quedaría más plana, pero no, quedó con un copete bastante majo. Y más esponjosa de lo que me esperaba.
Podemos dejarla así tal cual o decorarla un poco, por ejemplo con un trozo de papel de regalo y un lazo a juego. En menos de dos minutos, conseguimos una megamagdalena "fashion".
Para rematar, espolvoreamos un poco de azúcar glas, si nos gusta este acabado. A mi me encanta.
Sin duda el momento de mayor tensión fue el del corte... qué nervios! Podía irse todo el tiempo y esfuerzo al garete, pero por suerte salió bastante bien. Si la corto y está cruda por dentro, me da algo.
Como os decía al principio, me ha encantado esta masa. La combinación de limón y canela es espectacular, muy fina, creo que la voy a utilizar bastante a partir de ahora en galletas y bizcochos.
Estoy muy contenta de haber participado en este evento de la megamagdalena, os animo a participar en los siguientes, que seguro que alguno más habrá.