
Lo que me pasó a mi con la panificadora le pasa a mucha gente con un perro...salvando las distancias, por supuesto.
Hacía tiempo que tenía ganas de comprar una, pero mientras vivía en casa, con mis padres, mi madre no me dejaba, porque decía que no había donde poner tantos "trastos". Decía que si la compraba, nos echaba a la panificadora y a mi por la ventana...jajaja! No es exagerada ni nada!
Ahora que me he independizado, me la ha regalado ella!
El fin de semana pasado vinieron mis padres de visita, y cuando le dije que la iban a poner de oferta, enseguida dijo que me la regalaba para mi cumple, que está al caer.
Y como media España, el sábado pasado fui al Lidl a por ella. Ya no tenía muchas esperanzas, porque fuimos a última hora, pero todavía había un montón. Qué contenta volvía para casa con mi ansiada pani! La estrené ya esa misma noche, por supuesto.

En esta semana he hecho 3 panes diferentes: el primero fue con un preparado de harina del Lidl, un pan de pipas. Muy bueno.
El segundo fue uno del recetario que trae la panificadora, el pan blanco express, está bien para hacerse en hora y cuarto en total, pero es mejorable.
Con el tercero ya me lancé, improvisé la receta. Más o menos las cantidades de harina y agua son las mismas en todas las recetas, así que supuse que iba a salir bien.
Y sí, acerté! Me encantó, lo repetiré a mendudo!
No sabía si publicar la receta o no, porque estas últimas semanas amigas blogeras han publicado panes más que estupendos, pero como sé que hay mucha gente que como yo se ha comprado la pani, me he animado a hacerlo.

No se puede comparar con un pan amasado a mano y con más horas de levado, pero teniendo en cuenta que hay que poner los ingredientes, darle a un botón y esperar a que te avise cuando el pan está en su punto, el resultado es de 10.
Ingredientes:

-350 ml de agua mineral o del grifo reposada
- 1 cucharada sopera de miel
- 1 cucharada sopera de sal ( o 3 pequeñas de las que trae)
- y cucharadita de postre de azúcar moreno (o 1 pequeña de las que trae)
- 35o gr de harina de fuerza (trigo)
- 150 gr de harina de centeno
- 1 sobre de levadura seca de panadero
- 1 puñado de uvas pasas (mejor dos, yo me quedé un poco corta)
Ponemos todos los ingredientes en la panificadora (menos las pasas) en el orden en que están escritos.
Hay que empezar siempre por los líquidos, luego añadir los sólidos y por último la levadura.
La sal debe mantenerse alejada de la levadura, porque neutraliza su efecto, así que pondremos la sal en el agua y la levadura por encima de la harina.
Yo lo puse en el programa 1, peso 750 gr y tostado fuerte.
Pasada una hora, emite unos pitiditos (bastante estridentes, de pitiditos no tienen nada) para que añadamos las pasas o lo que queramos (al siguiente le añadiré también nueces), y continúa con el proceso.
En este programa hace dos amasados y tres levados, supongo que entre los dos últimos levados cambia la temperatura, porque aparentemente no hace nada.
Cuando acabó el último amasado (en la pantallita te dice en qué parte del programa está en cada momento) le saqué las palas de amasar, para que no quedasen dentro del pan. No es que molesten nada, pero el pan queda con un corté más bonito así. Es una cuestión estética. Pijotera que es una, vamos!
En este momento esparcí también un poco de harina por encima, para que se acentuase el "efecto rústico".
Según pone en las instrucciones, si queremos que la corteza sea más tierna, podemos sustituir el agua por leche, o mitad y mitad. Yo puse sólo agua.
La verdad es que es una gozada, me gusta mucho hacer masas, pero normalmente entre semana no tengo el tiempo que necesitan, así que con esta maquinita puedo hacerlas sin ningún trabajo, y sin ensuciar ni gota!
Cuando acaba el horneado, vuelve a pitar.
Me gustaría verme la cara cuando voy corriendo a la cocina a ver como quedó el pan.
Sí, miro muchas veces por la ventanita, pero cuando se abre la tapa, es cuando realmente se ve como queda. Y menudo aroma nos deja en la cocina!
Yo lo dejo unos minutitos en la máquina (mantiene el pan caliente una hora, para que no se humedezca), y luego lo saco dándole la vuelta a la cubeta y "meneándolo" un poco. Cae enseguida, y queda súper limpia.
Lo pongo sobre una rejilla, y me quedo mirando un buen rato... con qué poca cosa somos felices!
Este pan es uno de mis favoritos, lo compraba bastante a menudo, pero a partir de ahora lo haré siempre, queda muy muy bueno y además sale mucho mejor de precio.
Espero que os guste, no es ninguna originalidad, la receta es muy básica (seguro que hay por ahí bastantes muy parecidas, sin ir más lejos en el librito hay una similar), pero por si acaso yo la comparto con vosotros.
En cuanto pasen 15-20 minutos ya podemos comer el pan, así que cortamos un trozo... y disfrutamos!
