viernes, 21 de agosto de 2009

TARTA DE REQUESÓN


Al igual que muchos otros blogs, este se va de "vacaciones" unos días.
El entrecomillado es porque no viene dado por unas vacaciones propiamente dichas, sino por que me esperan unos días de duro trabajo y no voy a tener tiempo para cocinar ni publicar nada.
Es el sprint final de una carrera de fondo, casi más bien de una maratón.
Quería publicar una receta dulce, que 3 saladas seguidas ya es más que suficiente.
Además, llevaba un montón de tiempo con antojo de tarta de queso, así que abrí la nevera y rebusqué ingredientes para poder hacer una.
No tenía (o tenía poca cantidad) de lo que suelo utilizar normalmente para hacerla (queso crema y gelatina neutra), pero me apañé con lo que tenía.
Fui apuntando las cantidades para que no se me olvidasen si el experimento salía bien, y al final resultó bastante aceptable.
Ingredientes:
Base:
- galletas maría tostadas.
- mantequilla.
Cuerpo:
- 200 gr de requesón.
- 200 ml de nata.
- 100 gr de leche condensada.
- 50 ml de leche.
- 1 sobre de cuajada en polvo.
Cobertura:
- Mermelada de fresa y naranja.
- Caramelo líquido casero.
- Gelatina neutra.

Empezamos triturando las galletas maría hasta hacerlas polvillo.
Derretimos la mantequilla al fuego o en el microondas sin que llegue a hervir, y mezclamos bien con las galletas.
Esto lo hago a ojo, vamos poniendo mantequilla hasta que veamos que está a nuestro gusto.
Si nos gusta la masa bien compacta, que no suelte miguillas de galleta, añadimos un chorrito de leche.
Ponemos en el molde que utilicemos, apretando primero con una cuchara y luego con las manos para compactar bien.
En este caso utilicé un molde sin base, un cortapastas grande de Ikea, así que lo puse directamente sobre la blonda de plástico en la que la iba a presentar.

Lo metemos en la nevera o incluso en el congelador mientras preparamos el cuerpo de queso.


Mezclamos bien con unas varillas el requesón con la leche condensada.
Mientras, ponemos los 200 ml de nata líquida en un cazo al fuego.
Deshacemos el sobre de cuajada en los 50 ml de leche, removiendo bien hasta que se disuelva completamente.
Cuando la nata empieze a hervir, volcamos la cuajada sobre ella. Yo suelo pasarla por un colador metálico, para que no se cuele ningún grumo. No dejamos de revolver hasta que vuelva a hervir, y en ese momento apartamos unos segundos del fuego. Volvemos al fuego, siempre revolviendo, y cuando vuelva a hervir apagamos. (Esto se hace siguiendo las instrucciones del sobre de cuajada).
Mezclamos con la mezcla de requesón y leche condensada, y revolvemos bien con las varillas hasta que quede todo perfectamente integrado.

Volcamos sobre la base de galletas, y lo llevamos a la nevera.


Cuando esté bien cuajado (mínimo 4 horas, yo suelo dejarlo toda la noche si tengo tiempo), preparamos la cobertura.

Iba a hacerla sólo de una mermelada de fresa y naranja que hice hace unos meses, podeis ver la receta pinchando aquí , pero también tenía ganas de probar la de caramelo líquido, así que hice dos tartas más pequeñitas.

Son las dos muy sencillas.
Para la de mermelada la calentamos ligeramente, pero muy poco, un golpe de microondas es suficiente, y le añadimos una o dos hojas de gelatina neutra que hemos remojado en agua fría sobre un minuto.
En este caso, la cantidad de mermelada era un bote de los de paté de cristal, y le puse 2 hojas enteras de gelatina.

Para hacer la de caramelo, hacemos un poco de caramelo tradicional de azúcar en un cazo o sartén, y cuando esté listo (y desde lo más lejos que podamos, porque sale muchísimo vapor) le añadimos medio vasito de agua. Mejor si esperamos a que se temple un poco antes de añadir el agua, creo yo. Para la próxima probaré así, porque sale muchísimo vapor.
Con esto tendremos un caramelo líquido casero estupendo para utilizar con lo que más nos guste.
Cuando esté casi frío, añadimos una o dos hojas de gelatina neutra (también remojadas en agua), depende de la cantidad de caramelo y de lo líquido que resulte despues de añadirle el agua.

Esperamos a que se solidifiquen las coberturas, y ya están listas para tomar!
Pasamos una puntilla por el borde, y desmoldaremos sin ningún problema.

Como el requesón y la cuajada tienen un sabor más fuerte que el queso crema y la gelatina neutra con los que suelo hacer la tarta de queso, puse menos capa de queso en cada tarta, y la verdad es que fue un acierto, las proporciones quedaron bastante bien a la hora de comerlas....¡al menos a nuestro gusto!
Un saludo, nos volveremos a ver pronto!

lunes, 17 de agosto de 2009

PIZZA DE CHORIZO CASERO PICANTE

Investigando por la red la forma de poder hacer en casa pizzas como las de las pizzerías italianas (super finas y crujientes), saqué dos cosas en conclusión: que necesitamos una piedra de cordierita y lo que influye la forma de cocerse en el horno.

Más o menos la cosa es así: tenemos que calentar la piedra con el grill del horno bien alto (se consigue más temperatura con el grill que con el horno), metemos la pizza muy fina rápidamente y en unos 3 minutos está lista! Incluso hay vídeos en tiempo real de cómo crece la masa. Impresionante! Os lo dejo aquí por si lo quereis ver.

El caso es que yo no tengo esa piedra, así que discurrí un poco y se me ocurrió este otro sistema que resultó estar bastante bien.

Estas cantidades son para unas 4 pizzas individuales. Yo suelo hacer la receta completa, o incluso el doble, y luego congelar bolitas de masa para pizzas individuales, es muy práctico. Luego saco las que necesite y las descongelo en la nevera o a temperatura ambiente y está perfectas.

Ingredientes:
Para la masa:
-500 gr de harina de fuerza.
-300 ml de agua mineral.
-20 gr de levadura prensada.
-15 gr de sal.
Topping:
-tomate natural.
-quesos variados.
-jamón cocido.
-chorizo casero picante.
-orégano.

Hacemos la masa, deshaciendo la levadura en un poco de agua tibia (nunca a más de 40º) y mezclando con el resto de ingredientes. Yo mezclo primero los sólidos y luego añado el líquido.
Amasamos mínimo 10 minutos, y luego dejamos reposar.
Lo ideal es toda la noche en la nevera en una bolsa de congelar o bien tapada con un film, para que no forme costra, pero con una hora a temperatura ambiente tapada con un paño y resguardada de las corrientes es suficiente.
Cuando vayamos a hacer la pizza, le damos un par de vueltas o unos golpecitos para eliminar el gas de la fermentación.

Según los expertos, es importante estirar la masa con las manos en vez de con un rodillo, y yo así lo hice. Desde luego, el aspecto es de una pizza mucho más artesana.

Estiré bien la masa,aunque no la dejé muy fina por si se secaba demasiado, pero no fue así, podía haberla estirado mucho más.
Puse encima unas lonchas finitas de tomate natural bien maduro (en vez de salsa, me gusta más así), orégano, y el resto de ingredientes a nuestro gusto, en este caso quesos variados para gratinar, jamón cocido y chorizo casero picante. Para rematar, un poco más de orégano.

Si hacemos la pizza muy fina, es importante no cargarla mucho de peso, porque así no sube la masa,y además se humedece y no queda crujiente.
Bueno, pues vamos con el experimento de horneado:
Antes de nada decir que útilicé una bandeja de esas especiales para pizza, redondas con agujeritos, que permiten que salga el vapor y evitan que la base de la masa se humedezca. Son muy fáciles de encontrar.
Mientras estiraba la masa y montaba la pizza, precalenté el horno (arriba y abajo, con ventilador) a 220º.

La metí con la bandeja de agujeritos directamente sobre el fondo del horno, para que hiciese un efecto parecido al de la piedra, aunque no alcance la misma temperatura ni absorba el exceso de humedad.
La tuve unos 5 mintutos así, y cambié la posición de horno al grill, sin mover la pizza de sitio.

Dos minutos más tarde, cuando el grill estaba bien rojo, cambié la pizza a encima de la rejilla puesta en la posición más alta, para que terminase de pasarse y se gratinase rápidamente.
En un minuto estaba lista.
Hay que tener mucho cuidado con el grill, que si nos despistamos un momentito puede ser fatal!

Como veis, tiene bastante buena pinta, y mejor sabor.

Quedó de estilo bastante parecida a las de las pizzerías a domicilio, con la base crujiente pero la masa blanda.

La próxima vez la haré más fina y menos cargada, a ver qué tal resulta.
Eso si, con 3+1 minutos seguro que está lista.

Mirad "la suela" (jeje, es que de tanto leer ya soy una experta en pizzas).

Os animo a que lo probeis, realmente queda diferente que si la hacemos con el método tradicional en la bandeja del horno. Y sobre todo, súper rápido!

martes, 11 de agosto de 2009

MILHOJAS DE CALABACÍN...

... o lo que es lo mismo: ¡tenemos tantos calabacines que ya no sabemos ni cómo cocinarlos!

Esta es una receta muy resultona. Una forma diferente de comer verdura, ideal para la gente a la que no le gusta demasiado. El calabacín queda totalmente camuflado.
Por supuesto se puede hacer tanto en porciones individuales como en una fuente o cazuela más grande, como una lasaña de pasta o cualquier pastel de verduras.

Podemos congelarla una vez montada, antes de hornearla. Luego golpe de horno o microondas (incluso sin descongelar) y a disfrutarla!

Ingredientes:
- Calabacín en rodajas (mejor si es grande)
- Salsa boloñesa (queda muy bien con unas hojas de albahaca fresca).
- Bechamel.
- Queso al gusto (yo utilicé mozzarella en bola y mezcla 4 quesos para gratinar)




Hacemos la bechamel y la salsa boloñesa de nuestra manera habitual.
Si no somos muy cocinillas o no nos apetece cocinar, podemos comprarlas hechas, pero os recomiendo hacerlas, hay bastante diferencia con las compradas).
En casa se hace muchas veces para aprovechar boloñesa que haya sobrado de comer con pasta.

Cortamos los calabacines en rodajas un poco gruesitas, y las dejamos con piel, porque si no al pasarlas por la plancha pierden la forma.
Los calabacines grandes (el que yo usé tenía un diámetro de unos 10 cm) suelen tener pepitas bastante grandes, pero no hace falta retirarlas. Una vez que esté el plato listo, al igual que la piel, quedan muy blanditas.

Salamos las rodajas, y las vamos pasando por una plancha pincelada de aceite hasta que estén hechas. Como luego sólo se le dará un golpe de horno para calentar y gratinar, tienen que estar bien pasadas.
Una vez estén listas, vamos montando la milhoja en un recipiente apto para horno (yo utilicé una cazuelita de barro, que luego ya vale para servirla en la mesa).
Suelo empezar por un poco de tomate de la boloñesa, para que no se seque la base.
Encima ponemos una rodaja de calabacín, una cucharada de carne y un poco de bechamel, otra vez calabacín, carne y bechamel, ... y así hasta la altura que queramos. Dependerá sobre todo del tamaño del calabacín.

No os aconsejo hacerlas muy altas ni "cargarlas" demasiado de salsas, porque tendería a demoronarse hacia los lados.
El plato pasaría a llamarse "torre de pisa de calabacín" ;-)

Una vez acabemos las capas, ponemos un trocito de mozzarella fresca (desde que la descubrí estoy encantada con ella) y si queremos también un poco de queso para gratinar, que además de sabor le da colorido al conjunto.Metemos en el horno precalentado a 180º unos 5-10 minutos si son individuales, si es una "lasaña" grande tendrá que ser algo más.
Este tiempo es básicamente para que se caliente la milhoja y se ligue el conjunto, porque todos los ingredientes ya están cocinados.

Cuando veamos que está bien caliente, ponemos el horno en posición grill, hasta que el queso esté bien doradito ...y a disfrutarlo! ¡Cuidado, que quema!

sábado, 8 de agosto de 2009

ENSALADA TEMPLADA DE LANGOSTINOS Y GULAS


¡No todo iban a ser recetas "malditas"!

Esta receta es ideal para un día que nos apetece comer sano y rico, y tenemos pocas ganas de cocinar.
Es de mis ensaladas favoritas, y al ser templada está bien tanto para verano como para invierno.
Me gustan con los ingredientes bastante picados, como podeis ver. Con los langostinos enteros queda más bonita, la verdad...pero qué se le va a hacer! Una tiene sus manías...!

Suelo variar algún ingrediente, según lo que tenga en casa en ese momento, como hacemos todos.

Hoy le puse:
- Cogollos de tudela.
- Gulas.
- Langostinos o gambas.
- Huevo.
- Piña.
- Zanahoria rallada.
- Aceitunas verdes.
- Cebolla finita.
Para aliñar: sal, aceite de oliva vírgen y crema balsámica de vinagre de módena.

Empezamos pelando los langostinos, y les ponemos sal, ajo y un poco de aceite para que cojan bien el sabor, que luego usaremos para hacerlos a la plancha.
Ponemos una sartén al fuego, y mientras se calienta vamos lavando los cogollos.
Una vez está la sartén caliente, pasamos los langostinos, las gulas y el huevo (no hace falta batirlo, yo lo pongo en la sartén y lo revuelvo bien). Puede ser cada cosa por separado o las tres juntas, poniéndolas en este orden.
Podemos añadir una guindilla si nos gusta la comida picante.
Una vez está listo, apagamos el fuego y vamos montando la ensalada a nuestro gusto.
Está muy rica también con unas nueces picadas, hierbas aromáticas, un aliño de yogur...como sea!

miércoles, 5 de agosto de 2009

BIZCOBOLAS PINK POWER!

Esta es una de las recetas que más me ha sorpendido de las que he descubierto navegando por foros de cocina.
Las descubrí en el blog de Morgana , y ella a su vez de Bakerella , las dos hascen unas cosas impresionantes.

Tenía un montón de ganas de probarlas, y aunque no es aconsejable hacerlas en verano por el calor y la humedad (por el chocolate), no me pude aguantar.
Es una receta súper sencilla, que cada uno puede modificar según sus gustos personales.
Además es ideal para hacer con niños o si no somos muy expertos en repostería.

Para hacerlo necesitamos un bizcocho o magdalenas desmigadas (o incluso galletas), algo para ligar y dar sabor (queso crema, licor, leche condensada...) y una cobertura, generalmete chocolate.
Podemos aprovechar unos restos de bizcocho que se hayan quedado secos, no se notará porque se rehidratará
Las hice un poco más "sueltas" que las que vi en otros blogs, porque pensé que quedarían un poco secas (por eso están bastante abolladas), pero no creo que sea necesario, para la próxima vez las hago más duritas. Estas quedaron súper jugosas, aguantaría más migas sin problema.

Pongo las cantidades aproximadas entre paréntesis, porque las hice a ojo, yo creo que lo mejor es fijarse en la textura de las fotos.

Yo utilicé estos ingredientes:
- Magdalenas (unas 6, cuadradas).
- Petit suisse de fresa. (2 uds)
- Queso crema (tipo philadelphia, 1 cucharada).
- Leche condensada ( 1 pizquita).
- Chocolate de cobertura (normal y con leche, unos 175 gr).
- Chocolate blanco (1/3 de tableta).
- Colorantes alimentarios (utilicé rojo y azul).

Primero desmigamos el bizcocho o magdalenas, hasta que quede todo bien homogéneo.

Añadimos en este caso el petit suisse, la leche condensada y el queso crema. Mezclamos muy bien, para que quede todo homogéneo. La masa quedó de un color rosa palo, pero como quería que fuesen de un rosa más vivo, le puse un par de gotas de colorante rojo.

Es recomendable ponerse guantes de látex cuando utilicemos colorantes, también para abrir y cerrar los botecitos, porque es muy fácil mancharse y luego muy difícil quitarlo...podemos quedarnos varios días con los dedos verdes!

Una vez la pasta esté bien mezclada, la metemos en la nevera un par de horas, para que luego sea más fácil moldearla. Esto sobre todo si es en verano, en invierno tal vez no haga falta.
Todo dependerá de la temperatura ambiente.
Hacemos las bolitas (me puse los guantes otra vez por si acaso), y luego volvemos a meter en la nevera mientras fundimos el chocolate de cobertura (utilicé normal y con leche, pero recomiendo usar sólo del normal, queda más "fino" y más duro) al baño maría.

Una vez esté listo, vamos pasando una a una las bolitas, y ponemos en un papel de horno o lámina de silicona, para que no se peguen.
Esto puede ser un poco engorroso, pero con un par de cucharas y un poco de cuidado se hace muy rápidamente.
Una vez enfríen, derretimos el chocolate blanco también al baño maría.
Cuando esté fundido, hacemos un cucurucho de papel, rellenamos con la mitad del chocolate y cortamos una puntita muy fina. Decoramos como más nos guste.

Para conseguir el chocolate malva, añadí dos gotas de colorante rojo y una de azul, y mezclé bien. El chocolate no "se lleva bien" con los líquidos no grasos, así que se formó una especie de pasta súper espesa, que no era capaz ni de remover.
Añadí poco a poco leche condensada para ir deshaciéndola, hasta que me gustó la textura, y luego la puse en otro cucurucho de papel, y a decorar!

Una vez esté bien seco todo el chocolate (las dejé toda la noche), recortamos los bordes de chocolate sobrantes.

Podemos servirlas tal cual o poner en cápsulas de magdalenas, como he hecho yo.
Mirad qué corte tienen! impresionante!
Tengo que decir que esperaba que estuviesen buenas, pero están mejor! Las haré a menudo, porque son muy fáciles y rápidas de preparar, y muy muy muy ricas.
Quedaron parecidas al sabor de los pantera rosa...no digo más!
Edito: acabo de hacer otras bizcobolas con el mismo relleno, estas decoradas sólo con chocolate blanco. Os pongo otras fotos, para que elijáis cuales os gustan más!
Utilicé sólo chocolate de postres del normal, y me gustaron más, es más fácil de manejar, y queda más brillante. Me quedo con esta cobertura.