Aprovechando que estamos en tiempo de naranjas y tenemos un montón, me animé a preparar esta receta que me conquistó en cuanto la vi.
Un bizcocho rico-rico, y con una textura muy sorprendente gracias a las semillas de amapola. Sin duda hay que probarlo.
Siempre me llaman la atención las recetas de bizcochos y galletas que llevan estas semillas, me parecen preciosos y super llamativos.
Y ahora que las he probado, puedo decir que me encanta como quedan.
No pude seguir al 100% la receta original, ya que lleva almendras molidas y no tenía en casa, pero seguro que le quedan genial.
Tampoco hice un almíbar de naranja para bañarlo (lo cambié por un glaseado de naranja), como el bizcocho es para los desayunos prefiero que no sea muy húmedo.
Os pongo las dos cosas en la receta, por si os apetece probarlo así.
La receta es del libro "Repostería Casera" (Tikal).
Cunde bastante, con la cantidad que os pongo me salió el bizcocho de las fotos y 4 magdalenas grandes.
En el libro indican que es para un molde de diámetro 22cm, por si os sirve de referencia.
Ingredientes:
- 50 g semillas de amapola
- 185 g mantequilla
- ralladura de 1 naranja
- 220 g azúcar glas
- 3 huevos
- 225 g harina bizcochona (con levadura)
- 75 g harina normal
- 60 g almendras molidas (yo no le puse)
- 125 ml zumo de naranja
Sirope de naranja:
- 220 g azúcar glas
- 160 ml zumo de naranja
- 80 ml de agua
Para el glaseado de naranja:
- zumo de media naranja
- azúcar glas
Comenzaremos poniendo a remojo las semillas de amapola en la leche unos 20 minutos antes de empezar con el bizcocho.
Cuando las mezclamos espumean un montón, no os asustéis.
Mezclamos con unas varillas la mantequilla con el azúcar glas y la ralladura de naranja.
Es importante que la mantequilla esté blanda, debemos sacarla unas horas de la nevera antes de utilizarla para que no esté fría.
Batiremos hasta conseguir una crema ligera y esponjosa.
Sin dejar de batir, incorporamos los huevos uno a uno, esperando a que esté integrado cada uno antes de añadir el siguiente.
Añadimos también las harinas tamizadas, las almendras molidas, el zumo de naranja y la mezcla de leche y semillas de amapola.
Mezclamos cuidadosamente todos los ingredientes, y vertemos sobre nuestro molde.
Metemos el bizcocho en el horno precalentado a 180ºC unos 50-60 minutos, hasta que esté listo.
Podemos comprobarlo como siempre con un palillo largo, pinchamos en el centro y en cuanto salga limpio es que está perfecto.
Lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar unos minutos en el molde.
Luego lo desmoldamos y lo ponemos sobre una rejilla con una bandeja debajo.
Para hacer el sirope, tenemos que mezclar los 3 ingredientes y calentarlos en un cazo hasta que hierva.
Luego un par de minutos cociendo a fuego lento, y está listo.
Lo vertemos aún caliente sobre el bizcocho también caliente, recogiendo con una cuchara el que va cayendo sobre la bandeja y volviéndolo a verter sobre el bizcocho, hasta que esté bien empapado.
Para el glaseado, simplemente tenemos que mezclar el zumo de naranja con azúcar glas, hasta que quede bien espeso, y lo vertemos sobre el bizcocho una vez haya enfriado.
Dejamos que seque unos minutos, y está listo para disfrutarlo.
Queda un bizcocho muy blandito y esponjoso, que contrasta con el glaseado y las semillas crujientes a la perfección.
Así que como os imaginaréis, esta semana los desayunos están siendo de 10.
Desde luego se empieza el día con otra alegría cuando se desayuna un trozo de bizcocho casero.