lunes, 27 de diciembre de 2010

BOMBA DE TURRÓN Y CHOCOLATE


¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡  F e l i z    N a v i d a d  !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Ya sé que llego un poco tarde, pero más vale tarde que nunca, verdad? ;-)

Hoy os presento el postre que hice para nochebuena: una tarta-bomba de chocolate y turrón... buenísima!
El sabor está a la altura de la presentación tan vistosa, creedme. Muy, muy buena.

Hacía tiempo que tenía ganas de hacer una tarta como esta, semiesférica, así que cuando vi la que hizo Fabrisa (con paso a paso incluído, pasaos por su blog para ver las maravillas que hace) pensé que era una señal, y que tenía que hacerla estas Navidades fuese como fuese. Además como va rellena de turrón, es perfecta para estos días.

Cambié la textura del relleno (ella hace crema y yo mousse) y la cobertura de chocolate (me encanta lo brillante que queda esta), así que podéis elegir entre las propuestas de las dos la combinación que más os guste.

Tenía un poco de miedito al hacerla rellena de mousse, por si no soportaba el peso del bizcocho y la cobertura al desmoldarla, pero resistió muy bien.

La hice el día 23 para la noche del 24, pero si la repito la haré un día antes, hoy (día 26) volvimos a tomarla y estaba aún más rica, más reposada.

No me enrollo más, como me dijo hoy un buen amigo...al turrón!

Ingredientes:
Para el bizcocho de chocolate (hice 2):
- 4 huevos
- 130 gr de azúcar
- 120 gr de harina de trigo
- 130 gr de cacao en polvo
- 2 cucharaditas de levadura química (Royal)
- una pizca de sal

Para la mousse de turrón
- 200 ml de nata (para montar) 
- 1 tableta de turrón de Jijona (300 gr)
- 3 claras de huevo
- 2 cucharadas soperas de azúcar
- 2 hojas de gelatina neutra

Para el almíbar:
- 50 ml de agua
- 50 ml de cointreau
- 50 gr de azúcar

Para la cobertura de chocolate:
- 200 ml de nata (para montar)
- 250 gr de cobertura de chocolate
- 1 cucharada de mantequilla
- 1 hoja de gelatina neutra

Empezaremos haciendo los bizcochos para forrar el molde que utilicemos (yo una ensaladera de pyrex). Podemos hacerlo en cualquier molde que sea fácil de "forrar", no es obligatorio que sea semiesférico. Con esos cuencos de vidrio de Ikea que valen 2 euros seguro que también queda muy chulo... y enorme!

Como puse en los ingredientes, yo hice dos planchas de bizcocho, uno para forrar la ensaladera, y el otro para hacer la "tapa" (que después será la base) redonda.

Os aconsejo hacer la semiesfera con el menor número de trozos (yo con 4), para que luego no se noten las marcas de las uniones.

Sobran bastantes recortes, así que pronto veremos por aquí unas bizcobolas de chocolate, supongo! jajaja!
El bizcocho es muy fácil de hacer:

Batimos los huevos con el azúcar hasta que se monten y tripliquen volumen.

Añadimos el resto de ingredientes tamizados (harina, cacao, levadura y sal) y mezclamos con cuidado, siempre de abajo a arriba, para evitar que se bajen los huevos.
Podemos hacerlo con una espátula o unas varillas.

Vertemos sobre una bandeja de horno, extendemos (queda bastante espeso) y horneamos unos 8-10 minutos a 180º (con el horno previamente calentado).

Pinchamos con un palillo para ver si está listo, sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.

El bizcocho que usé para forrar la ensaladera lo corté y coloqué cuando estaba tibio, pero supongo que si se deja enfriar del todo tampoco pasa nada, cogerá igualmente la forma.

Una vez esté forrada, podemos empezar con la mousse de turrón.

Ponemos a hidratar la gelatina neutra en agua fría, y reservamos.

Deshacemos la tableta de turrón, aplastándola con un tenedor o con las manos. Si queremos, podemos dejar unos trocitos un poco más grandes, para encontrárnoslos luego. Aparecerán también unos granillos de almendra, que suele tener el turrón.

Montamos la nata (no hace falta que esté muy firme, con semimontarla llega), y le añadimos las migas de turrón. Mezclamos.

Templamos "un culín" de agua para deshacer la gelatina,  y la añadimos a la mezcla de nata y turrón. Reservamos.

Por otra parte, en un bol muy seco y limpio montamos las claras  con el azúcar a punto de nieve, y las añadimos a la mezcla anterior.
Como en el bizcocho, iremos mezclando de abajo a arriba, para que siga cogiento aire y no se baje la mousse.

Vertemos sobre el molde forrado de bizcocho, y metemos un par de horas en la nevera.

Pasado este tiempo, cortamos un círculo de bizcocho del diámetro del molde, y lo ponemos sobre la mousse.
Aplastamos un poco con las manos para que se pegue bien y no queden bolsas de aire.
Volvemos a llevarlo a la nevera, mínimo 12 horas (mejor sin son 24).

Un rato antes de desmoldar, hacemos el almíbar poniendo los 3 ingredientes al fuego unos 5 minutos, hasta que el azúcar se disuelva del todo y el alcohol se evapore.

Para hacer la cobertura, empezaremos también por poner a hidratar la gelatina en agua fría.

Ponemos al fuego un cazo con la nata y la cobertura de chocolate. Removemos de vez en cuando, para que el chocolate no se pegue en el fondo.

Cuando esté bien disuelto, retiramos del fuego.

Añadimos la cucharada de mantequilla y la hoja de gelatina hidratada. Removemos bien, para que se derritan.

Para desmoldar la "bomba", puse la bandeja donde la iba a servir sobre la ensaladera, y le di la vuelta como a una tortilla de patatas. Ya había leído en el blog de Isabel que se desmoldaba muy bien, así que no le tenía ni pizca de miedo a este paso!

Pincelé abundantemente con el almíbar, y la bañé con la cobertura de chocolate (le di 2 "manos").

Como la volqué en la bandeja en la que la iba a servir (me parecía imposible moverla luego), puse unas tiras de acetato (vale también film de cocina) en los bordes, para  poder retirarlos y que no se machara con la cobertura.

Esta cobertura queda genial, con la textura perfecta y súper brillante, incluso depues de estar 2 días en la nevera.

Así de feliz me quedé al ver la tarta acabada:

Como remate final, decoré con unas almendritas laminadas, unas tejas de chocolate y unas cerecitas escarchadas ( inspirada en la decoración de Isabel, las frambuesas tienen que quedar genial también)... sencillo pero resultón.

Os dejo una foto del corte, para acabar de convenceros de que la hagáis para fin de año... seguro que acertáis!

Y ya de paso os deseo un feliz 2011, que venga cargado de dulces momentos!

domingo, 19 de diciembre de 2010

POLLO AL CURRY

Hace unos días ponía en el Facebook del blog que aún no había entrado en modo navideño... y sigo sin hacerlo!
A ver si llega la inspiración de repente, si no al final me va a pillar el toro!

Bueno, pues a lo que vamos... que a 6 días de Navidad, publico una receta que nada tiene que ver... los polvorenes en julio, ya veréis!

Este riquisimo pollo lo preparé ayer con el curry (mi tesorooooo) que me mandó mi amiga ex-invisible Patricia, del blog Mis galletas y más. Os animo a visitarla, tiene unas galletas navideñas preciosas!

En su carta me contaba que las especias las compran en Tánger... menuda diferencia con el curry que yo tenía en casa, si hasta ni es del mismo color!  Este es mucho más aromático pero a la vez más delicado, se nota que es de calidad muy superior.
Ya de paso os presento los especieros que compré para su regalito.

En la mayoría de recetas suele usarse leche de coco en vez  de nata (o a la vez), pero como no tenía, hice esta  versión que sólo lleva nata, es más de "andar por casa"
Creo que para la próxima probaré con leche evaporada, seguro que queda igual de cremosa y más ligera.

Ingredientes:
- 400 gr de pechuga de pollo
- 200 ml de nata líquida
- 1/2 cucharadita de postre de curry
- almendras (le puse laminadas)
- cebolla
- ajo
- sal
- aceite de oliva

Para decorar: perejil seco, coco rallado, ...

Para acompañar: arroz (en este caso un vasito de basmati y salvaje)


Cortamos las pechugas en dados, de unos 2 cm de lado. Las salamos, y añadimos un par de dientes de ajo rallados. Reservamos.

En una sartén, ponemos a calentar un chorrito de aceite de oliva, y añadimos más o menos un cuarto de cebolla mediana  cortada muy finamente.
Es importante que se vaya confitando a fuego bajo, y que no se lleguen a dorar las puntas.

Cuando esté transparente, subimos el fuego y añadimos el pollo para dorarlo. (Yo retiré la cebolla y la reservé, porque si en el paso anterior no se podían dorar los bordes, me pareció que al dorar el pollo se iba a dorar también la cebolla).

Cuando esté bien dorado, volvemos a poner la cebolla y añadimos las almendras (le puse laminadas) y la nata.
Damos unas vueltas (aquí ya tiene muy buena pinta) y ponemos el curry. Tanto el color como el aroma invadirán todo el plato... una maravilla!

Dejamos que se vaya haciendo lentamente, mejor a fuego bajo para que el pollo no se seque.

Pasados unos 5 minutos, ya podemos retirar del fuego. Ya casi está listo, sólo falta emplatar... y comer, claro!

Como véis, este es un plato de esos que se tarda menos en hacer que en dar la receta.

Queda genial acompañado con arroz basmati (o en su defecto arroz de grano largo normal).

Un poco de perejil seco y coco espolvoreado...y a disfrutarlo! Muchas gracias, Patricia! Estaba buenísimo!

domingo, 12 de diciembre de 2010

TARTA MOUSSE DE QUESO CABRALES Y DULCE DE MANZANA

Hoy os traigo una receta no apta para todos los gustos... aunque seguro que a los que os guste el queso cabrales, os va a encantar!

Si os gusta comer de postre un trozo de queso con pan y dulce de membrillo o de fruta, ¡esta es vuestra tarta!

No es más que una variación de una tarta de queso normal, añadiendo queso cabrales a la crema de queso, y en este caso, dulce de manzana como cobertura, así que prometo no enrollarme mucho!

Es importante no pasarnos con la cantidad de queso cabrales, ya que es muy fuerte, y más vale quedarnos cortos que pasarnos, si no la tarta sería muy pesada.

Además hice sólo media receta de la tarta de queso que hago normalmente (para verla pinchad aquí), porque la de cabrales es mucho más contundente, para tomar de postre con un trocito pequeño es suficiente.

Ingredientes:
Para la base:
- medio rulo de galletas maría
- 50 gr de mantequilla

Para la crema de queso:
- 200 gr de queso de untar
- 25 gr de queso cabrales
- 8 cucharadas soperas de azúcar
- 250 ml de nata para montar
- 3 hojas de gelatina neutra
- 50 ml de agua

Para la cobertura:
- dulce de manzana (unos 200 gr)
- 2 hojas de gelatina
- 50 ml de agua

Empezaremos triturando las galletas en una picadora o aplastándolas con un rodillo o una botella, si no tenemos picadora.

En un bol las mezclamos con la mantequilla a temperatura ambiente, hasta que quede todo bien mezclado. Os aconsejo hacerlo con las manos, para comprobar que está bien homogéneo.
Estas tartas frías podemos hacerlas en moldes desmoldables o sobre un plato con un aro de repostería, unos cortapastas, etc.... Yo utilicé unos cortapastas de plástico de Ikea y unos moldes de silicona tamaño magdalena con forma de flor.

Colocamos los moldes sobre un plato, y ponemos una capa de mezcla de galleta, apretando bien sobre los bordes, para que luego no se escape nada de crema de queso (en los moldes de flor, vertí primero la crema de queso, y cuando estaba cuajada, le puse la capa de galletas por encima).

Reservamos en la nevera hasta que volvamos a necesitarlos.
Para hacer la crema de queso, ponemos un un bol los quesos y la mitad del azúcar, y removemos bien con un tenedor o unas varillas hasta homogeneizar la mezcla.

Montamos la nata con las otras 4 cucharas de azúcar, y la mezclamos con la crema de queso, siempre con cuidado y de abajo a arriba, para que no se baje la nata y la crema quede bien aireada. Así conseguiremos la textura de mousse.

En un vaso con los 50 ml de agua tibia deshacemos las hojas de gelatina previamente hidratadas, y las añadimos a la crema de queso.

Sacamos los moldes de la nevera, y la vertemos sobre las bases de galleta.

Como la crema de queso es bastante espesa, podemos  ayudarnos con una espátula o un cuchillo para alisar la superficie.

Metemos en la nevera unas horas, con 3 o 4 es suficiente.
Para hacer la cobertura de dulce de manzana, hidrataremos también las hojas de gelatina, y las desharemos en agua tibia.

En mi caso el dulce de manzana era casero, y estaba bastante fluído, como una mermelada, por lo que fue muy fácil mezclarlo con las hojas de gelatina disueltas.

Si el dulce es más compacto, supongo que triturándolo con la batidora y añadiéndole un poquito más de agua, quedará igual.

Vertemos el dulce sobre la crema de queso, y volvemos a llevar a la nevera, otro par de horitas (mejor si es toda una noche, para que la tarta "se asiente".
Metí en el congelador los moldes de  flor al echarles la crema, para que mantuviesen la forma. Una vez congelados, podemos desmoldarlos sobre un plato, y dejarlos descongelar en la nevera.
En una horita las flores estaban perfectas para comerlas, blanditas pero sin perder ni un pétalo.

Podemos hacer unas hojitas con dulce de manzana o gelatina para decorar.

Aquí se aprecia bastante bien la textura de mousse:
Y como os decía al principio, hice sólo la mitad de receta de tarta al cabrales... la otra mitad la hice de tarta de queso con cobertura de gelatina de frutos rojos...rica, rica también!

Cada uno que escoja la que prefiera! Hay para todos!