viernes, 25 de enero de 2013
SCONES
Whole kitchen en su propuesta para el mes de Enero nos invita a preparar un clásico escocés: scones.
Y de nuevo gran propuesta. La verdad es que gracias a esta "obligación" de preparar un dulce internacional cada mes estoy descubriendo un montón de recetas que se van a quedar conmigo para siempre.
Había visto los scones ya en un montón de blogs, pero como no son especialmente llamativos, nunca los había preparado.
Lo que me estaba perdiendo, todo lo que estos panecillos tienen de normalitos a la vista lo tienen de ricos al paladar.
Esta es otra de esas recetas que confirman mi teoría de que los grandes clásicos nunca fallan. Tanto nacionales como internacionales, siempre triunfan en casa.
Son perfectos para una merienda (se suelen tomar acompañando al té de la tarde), o para un desayuno "de fiesta", como los disfrutamos mi amiguísima Cris y yo.
Hacer un descanso en el trabajo para tomarnos un té con unos scones recien hechos no puede recibir otro nombre que "desayuno de fiesta". Casi se nos saltaban las lágrimas.
La receta es de Joy of Baking, y con las cantidades que os pongo salen unos 12 scones de 6 cm de diámetro.
Ingredientes:
- 260 g de harina de trigo
- 50 g de azúcar blanquilla
- 10 g de levadura química (tipo Royal)
- una pizca de sal
- 75 de mantequilla fría (en cubitos)
- 1 huevo
- 120 ml de nata
Empezaremos encendiendo el horno a 220ºC, para que esté perfecto cuando tengamos listos los scones para hornearlos.
Hacerlos no puede ser más fácil: en un bol mezclamos la harina tamizada, el azúcar, la levadura química y la sal.
Añadimos la mantequilla cortada en cubitos pequeños, y con la punta de los dedos vamos mezclándola bien, hasta conseguir una especie de migas y que no queden trocitos de mantequilla enteros.
Esto es lo único que da algo de trabajo, pero aún así se hacen en un momento.
En un bol aparte, batimos el huevo y añadimos la nata. Mezclamos, y vertemos sobre las migas de harina, azúcar y mantequilla.
Mezclamos hasta que los ingredientes estén bien integrados, pero sin pasarnos, sólo lo justo.
Volcamos en la encimera enharinada, extendemos con las manos (también vale con un rodillo, pero no merece la pena ni mancharlo).
Si vemos que está muy pegajosa, podemos espolvorear e integrar un poco más de harina, yo tuve que hacerlo.
Cor un vaso pequeño o un cortapastas redondo vamos cortando nuestros scones y los ponemos sobre la bandeja del horno.
Suelen ponerse bastante cerca unos de otros, no tocándose pero casi casi. Yo (inexperta) los puse un poco más separados y cuando empezaron a subir me di cuenta del motivo: así matienen mejor la forma, y no se van unos para un lado y otros para otro. Para la próxima los colocaré más juntitos.
Pincelamos cada uno con huevo (para que queden brillantes) o leche (mates), como prefiramos.
Horneamos a fuego fuerte, unos 220ºC, durante aproximadamente 15 minutos. Si vemos que se doran mucho por la parte superior, taparemos con un papel de aluminio.
Al tacto enseguida se ve si están crudos o ya están cocidos, simplemente presionamos un poco y vemos cómo se mueve el scone.
También lo sabremos por el ruido, si damos unos golpecitos suaves y suena a hueco, es que están listos.
Retiramos del horno y dejamos sobre una rejilla, hasta que enfríen un poco.
Lo ideal es comerlos tibios, así que no podemos despisatarnos mucho: preparamos el té, los acompañamientos para los scones... ¡y a disfrutarlos!
Quedan crujientes por fuera, pero blanditos y suaves por dentro. Perfectos.
Nosotras como veis en las fotos los acompañamos de nata montada y mermelada de frambuesa, y un earl grey, que me encanta.
Aunque son bastante contundentes, parece que no puedes dejar de comer y comer, están taaan ricos que se hace difícil contenerse.
Si sobran se pueden congelar (parece ser que admiten muy bien el congelado) o guardarlos en un tupper y luego recalentaros un poquito en la tostadora, quedan genial.
Y para rematar como siempre la foto del mordisco. Creo que lo dice todo.
Etiquetas:
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Te han quedado geniales y lo ricos que tienen que estar. Un abrazo, Clara.
ResponderEliminarMenuda bomba con la nata montada. A mi también me han encantado, vamos que lo de congelarlo ni me lo plantee, ja,ja
ResponderEliminarNo te imaginas como me están apeteciendo para merendar hoy también estos tuyos.
ResponderEliminarUn abrazo
Te han quedado muy bien! se ven muy esponjosos, tienen muy buena pinta! :)
ResponderEliminarMe quedo por aquí!
Un besooo!
Mmmmmm, la combinación de nata y mermelada le queda genial a tus scones!!! Seguro que están de vicio.
ResponderEliminarUn besito,
Sandra von Cake
Mmmm! Qué ricos! Los que yo hice me salieron parecidillos, casi ni me acuerdo porque fue hace un montón de tiempo. Ahora me han vuelto a dar ganas de hacer, estoy viendo tantos! Jeje. Besos
ResponderEliminarPues a mí me pasa un poco como a tí, mira que los llevo viendo tiempo y tiempo y no me decido a hacerlos... habrá que cambiar la mentalidad y prepararlos, seguro que están buenísimos.
ResponderEliminarbesos
madredelamorhermoso!!!! pedazo scones.. y qué fotos más chulas!! y esos boles... como me gustan!!!! me gusta todooooooo, incluso cuando dices que cris es tu amiguísima!!! jajajaj, estoy demasiado agotada hoy para un ataque de celos!!! jajajajajja
ResponderEliminarme encanta lo del desayuno de fiesta.. jajaajj perfectos para repetir en san valentín!!!!
nena.. como siempre, lo has bordado!!! me la anoto, que con nata en la receta no la he hecho nunca.. y tiene todoa la pinta de ganar!!!!
un besote bombón!!!
Dios qué delicia! nunca había oido hablar de ellos pero es lo bonito de estos mundos, todo lo que se aprende y se comparte! Se ven deliciosos :P
ResponderEliminarUn beso!
Qué altos y esponjosos!!!
ResponderEliminarFantásticos!!!
Hola Natalia, la verdad es que te han quedado geniales. Yo también los he acompañado de mermelada de fresas. Están deliciosos. Un saludo, Carmen.
ResponderEliminarhttp://explorandoenmicocina.blogspot.com
Te han quedado genial. Los he hecho en alguna ocasión y no me qudaron ni de lejos como estos tuyos. Tendré que volver a intentarlo.
ResponderEliminarBicos
La verdad es que muchas veces no nos entran por lo ojos y no probamos ciertas cosas y después nos sorprenden lo ricas que están, así pues hay que hacerlos.
ResponderEliminarUn besazo y feliz finde guapa
se ven muy faciles pero estupendos y tal como los describes dan ganas de hacerlos enseguida y probarlos jeje, gracias
ResponderEliminarqué monos quedan eh, los veo perfectos :) tengo muuchas ganas de probarlos porque te lo creas o no, aun no lo he hecho pero pronto pondré remedio! un besuco buen finde
ResponderEliminarQue delicia verdad? Yo también me he llevado una grata sorpresa con los Scones y a ti te han quedado geniales, ricos ricos. un besito
ResponderEliminarñam ñam los haré prooonto que buena pinta!!!
ResponderEliminaryo estoy segura de que los acabaré haciendo amenudo para merendar jajja Son super rapidos.. que ricos madre mia!
ResponderEliminarQue buena pinta!!!! me comería uno ahora mismo!
ResponderEliminarBeso
Gri
http://eltallerdelosviernes.blogspot.com.es/2013/01/hoy-toca-receta-del-cwk.html
A mi los scones me encantan pero es cierto de que esto te da la oportunidad de probar cantidad de cosas, está genial!
ResponderEliminarbesos
que buena pinta que tienen, solo con verlos, ya babeo.
ResponderEliminarHola sabes porque no me salen bien altos? Debería hacerlos de 4 cm de Alto?
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarMili, pues no sé... será que queda la masa muy líquida y por eso no se aguantan? No sabría decirte, la verdad.
Un saludo a todos y gracias por vuestros comentarios.
Natalia
Hola , consulta: como los congelas? con papel film se puede hacer? tibios o ya frios? y luego para descongelarlos como haces?gracias.
ResponderEliminarHola! Pues se congelan igual que el pan, una vez estén fríos.
EliminarPara descongelarlos dos opciones: o dejarlos un rato a temperatura ambiente, o descongelar en el microondas, y así ya están templaditos, perfectos para comer.
Un saludo! Natalia