Mostrando entradas con la etiqueta minirrecetas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta minirrecetas. Mostrar todas las entradas

lunes, 22 de abril de 2013

ARITOS DE CEBOLLA


Inauguramos el mes de abril con una mini-receta.  Unos crujientes y sabrosos aritos de cebolla, si os gustan los aritos que sirven en las hamburgueserías tenéis que probar estos.

Hasta hace un par de años no era muy fan de los aritos, pero con el reciente boom de las hamburgueserías cuquis y cincuenteras en las que muchas veces las hamburguesas vienen acompañadas de aritos, me aficcioné a ellos y ahora no hay quien me pare.

En este caso los hice para acompañar a unos mega-perritos (el pan será la siguiente receta que publique), pero combinan genial con un montón de cosas, y no sólo las que van entre pan.
Además este rebozado se puede utilizar para cualquier tipo de verdura o incluso pescado, calamares o langostinos, queda como os decía muy crujiente  y nada grasiento.

Ingredientes:
- una cebolla
- cerveza
- harina de trigo
- una pizca de sal
- colorante alimentario (opcional)








La receta es super sencilla, lo único un poco tedioso es freírlos si hacemos mucha cantidad, pero merece la pena el esfuerzo, están super buenos y son 100% caseros.

Empezaremos pelando y cortando en rodajas la cebolla.
Yo suelo utilizar cebollas redondas, para que no haya mucha diferencia de tamaño entre los aros, pero podemos utilizar la que más nos guste.
Suelo usar también cebollas suaves, pero como antes queda a vuestra elección. Las moradas seguro que son perfectas, aunque no quedarán tan doraditos los aros.

Separamos los aros de cada rodaja y los dejamos en remojo en agua fría una media hora.

Pasado este tiempo, los escurrimos y los secamos un poco con un trozo de papel de cocina.


Para hacer el rebozado, en un bol ponemos la cerveza.  Yo pongo media lata cuando los hago, aunque siempre me sobra bastante.  
Cuanto más rica esté la cerveza, mejor estarán los aritos. Aunque tampoco hace falta que sea un botellín de 3 euros, ya me entendéis.

Vamos añadiendo la harina de trigo poco a poco, y removiendo hasta que se forme una papilla densa. No os asustéis, espumea bastante al remover.
La cantidad dependerá de cómo os gusten de cubiertos los aros.  En algún sitio leí que era mitad y mitad de cerveza y harina, pero yo le pongo bastante más harina que cerveza. 
Posiblemente por cada 100 ml de cerveza le ponga 130-140 de harina.
Es una receta para hacer a ojo, no compensa pesar ni medir los ingredientes.  Tiene que quedar lo suficientemente fluída para que sea fácil bañar los aros de cebolla, pero que al sacarlos no se escurra todo el rebozado, que queden bien cubiertos.

Añadimos por último una pizca de sal y colorante alimentario (del mismo que se le pone al arroz), para que queden bien doraditos.
Removemos bien, hasta que se deshaga del todo el colorante (no como en mis fotos, que hay algún puntito sin deshacer, las prisas, que son malísimas).

Los vamos pasando de uno en uno por el rebozado, y friéndolos a fuego medio-alto.  Cuando están bien dorados, los sacamos y los ponemos a escurrir sobre papel de cocina.


Es importante que estén recién hechos, para que los disfrutemos bien crujientes. Hay muchísima diferencia de comerlos así a pasado un rato, cuando ya están un poco chuchurríos.

Como os decía si os gustan los de las hamburgueserías teneís que probar estos, sin dudarlo a mi son los que más me gustan.

Y si es tan bien acompañados como esta vez, con un mega perrito de 25cm y pan casero, mejor que mejor.


lunes, 6 de junio de 2011

"PEPINO... Y DISFRUTO"


Pues sí, amigos, hoy cocino y disfruto se transforma en "pepino... y disfruto". 

Como ya sabréis, esta última semana ha surgido en los blogs y webs de cocina un movimiento para apoyar a los productores de frutas, verduras y hortalizas españoles.

Sobre todo se centra en el pepino, ya que es la hortaliza que en estos momenos agoniza.

He querido sumarme a esta iniciativa aportando 2 recetas: canapés de pepino y queso, y tzatziki, una salsa griega cremosa y suave que combina a la perfección con un monton de cosas (yo os propongo 2 opciones de acompañamiento).

La verdad es que hasta ahora sólo comía pepino en ensalada, a mis padres les encanta y cuando vivía con ellos en verano siempre había pepinos en casa, para mi es un sabor muy clásico, de los de toda la vida.

Estas dos recetas que hoy os presento me han encantado, así que a partir de ahora caerán bastante a menudo, ya que son muy rápidas (no nos lleva ni 10 minutos hacer las dos) y fáciles de hacer. Y sobre todo sanas y ricas!

Las dos se pueden preparar con antelación, y son perfectas para una cenita con amigos... ¡si es en una terraza muchísimo mejor!  ¡Como me gusta el verano!

Además lo del pepino da mucho juego... la cantidad de títulos para esta entrada que barajé antes de decidirme!
Los canapés de pepino y queso los vi en entrechiquitines, y me parecieron preciosos, así que no dudé en hacerlos así. Muy sencillos y resultones.

Ingredientes:
Para los canapés:
- pan de molde
- queso cremoso de untar
- pepino
- unas hojas de menta

Para el tzatziki:
- medio pepino
- 1 yogur griego
- 1/2 diente de ajo pequeño
- unas hojas de menta (opcional)

Para hacer los canapés, empezaremos untando unas rebanadas de pan de molde con el queso de untar. 
Es importante que sea pan de molde, para que esté blandito y contraste con el pepino cruijiente...mmmm!

Lavamos y secamos el pepino, y con un pelapatatas o una mandolina (o a cuchillo, con paciencia) hacemos tiras, más o menos de 1mm de grosor.  Si queréis que os queden estas franjas verdes, no peléis el pepino.

Vamos poniendo las lonchas sobre un trozo de papel de cocina, para que absorva el excedente de agua.

Cuando hayamos loncheado el pepino que vayamos a utilizar,  lo pondremos lámina a lámina sobre el queso.
Podemos hacerlos todos iguales o ir jugando con las tiras, según estemos de inspirados.

Cortamos cada rebanada de pan en dos o en cuatro partes (o incluso con un cortapastas con formas divertidas, quedan preciosos) , y vamos colocando los canapés en la bandeja donde los vayamos a servir.

Sobre algunos podemos poner unas hojitas de menta, o  unas gotas de miel, que le queda genial.

Están súper buenos, no sé si os habréis fijado que los ingleses en las películas toman a veces con el té de las cinco unos sandwiches de pepino... tengo que probarlo, que seguro que me encanta la combinación.

Y si los canapés son fáciles, la salsa tzatziki no se queda atrás.

Empezaremos lavando y rallando el pepino (podemos pelarlo y retirarle las semillas si queremos, pero son tan blanditas que no compensa) y reservándolo en un cuenco o un colador.

En un bol, ponemos el yogur griego y rallamos finamente el medio diente de ajo.  Si queremos que sea muy suave, no le pondremos ajo.

Apretamos con las manos el pepino rallado, para que suelte la mayor cantidad de agua posible (suelta un montón), y lo mezclamos con el yogur.

Si nos gusta la menta picamos unas hojas, y las añadimos también a la salsa... y ya la tenemos lista!

Es muy fresca, perfecta para acompañar una crudité de verduras, y unos colines de pan.

Casa genial también con unos enrollados mediterráneos:
En una tortilla de trigo (de las que se usan para hacer fajitas) , ponemos una cama de lechuga y tomate.

Sobre la cama vegetal ponemos unos trocitos de atún en aceite,  unas olivas negras en rodajas y para "rematar la faena"  unas cucharadas de salsa tzatziki al gusto... buenísimos!

Tengo que decir que a David no le gusta el pepino, (de hecho los canapés no le gustaron demasiado), pero esta salsa sí le gustó.
Es muy suave, estoy segura de que si a alguien que dice que no le gusta el pepino se la damos a probar, no se da cuenta de que lo lleva.

Como os prometí, son dos recetas súper rápidas y ricas!  Me declaro abiertamente fan del pepino!

Y os animo a sumaros a esta iniciativa, tengáis o no blog.  Granito a granito al final se consigue una montaña.

viernes, 20 de agosto de 2010

EMPANADA DE JAMÓN SERRANO Y CABELLO DE ÁNGEL

Ya estoy aquiiiii! Hoy os traigo una receta muy original, la vi en el blog La "Morena" en la cocina ¡Qué follón!. No sabría si decir si es más original la receta o el nombre del blog...me encantan los dos! Pinchando en el nombre del blog os llevará hasta el, espero que lo disfruteis tanto como yo.

Me encantan estas combinaciones que a priori parecen imposibles... no sé si alguna vez habéis probado la nocilla con chorizo revilla...a mi me encanta! Vi un día a Míchel en una entrevista en la que contaba que le encantaba ese bocadillo, y se me iluminó la cara ante tal mezcla!
Eso sí, no es apta para todo el mundo!

Pues con el cabello de ángel y el jamón pasa algo parecido...uno es muy dulce y el otro saladito, y además los dos tienen texturas muy diferentes... buenísimos tanto juntos como por separado.

Ella la hace con paleta ibérica y dice que está mucho mejor si el jamón/paleta es ibérico...sin duda lo probaré, esta empanada la hice para aprovechar unos restos que tenía en la nevera, pero como me ha gustado tanto sin duda repetiré según sus "apuntes".
Es un aperitivo o cena muy rápido y fácil de hacer, y sin duda sorprendente.

Por supuesto la empanada puede hacerse cerrada, pero como había comprado ya hace unos meses el rodillo para hacer este enrejado y estaba todavía sin estrenar en su bolsita, no me pude resistir.

Ingredientes:
- una plancha de hojaldre
- cabello de ángel
- jamón serrano
- un huevo para pintar







Empezaremos precalentando el horno, a 200º está bien.

Cortamos la plancha de hojaldre (la mía del Lidl) a la mitad si vamos a hacer la empanada cerrada, y si vamos a hacer el enrejado cortaremos 1/3 de la plancha, quedando los otros 2/3 para la parte de abajo de la empanada.

La ponemos sobre una placa/rejilla de horno con papel de horno, y ponemos encima una capa de cabello de ángel.
Yo lo compro siempre preparado, antes en casa hacíamos todos los años, pero al final acababa estropeándose, no consumíamos más de un bote al año, así que optamos por comprarlo en lata (me gusta mucho el de Mercadona)
Sobre el cabello ponemos unas lonchas de jamón serrano picadas, para que al morder la empanada no se venga toda la loncha con el primer bocado...¿a quien no le ha pasado esto alguna vez con un bocadillo de jamón? A mi muuuchas veces! Sobre todo cuando te dan "filetes" en lugar de lonchas finas!

Bueno, sigo, que con el tema del grosor de fiambre me caliento... jiij!

Sobre el jamón ponemos la "tapa" de hojaldre, ya sea normal o enrejada, y cerramos los bordes (aquí merece la pena esmerarse un poco, casi todo el resultado visual depende de esta operación.

Si la tapa es cerrada, no olvideis hacer un agujerito para que pueda salir el vapor.

Lo pincelamos con huevo batido y lo metemos al horno, bajando la temperatura a 180º.

En cuanto el hojaldre esté listo podemos retirarlo del horno, serán unos 20 minutos más o menos.
Yo lo probé caliente, tibio y frío, y sin duda os recomiendo comerlo tibio... se aprecian mucho mejor los sabores y las texturas del relleno... se me hace la boca agua con sólo recordarlo!

Estoy deseando probar otras combinaciones, seguro que con higos y jamón está también muy bueno...o queso azul y membrillo, qué rico!

Un saludo a todos, ya me contaréis que os parece la receta, a ver si os impacta tanto como a mi cuando la vi!

viernes, 16 de julio de 2010

¡GUACAMOLE!

Despues de tanta receta dulce ya apetece una salada, ¿verdad?

Pues aquí os traigo otra minirreceta: guacamole. Es súper sencillo de hacer, fresquito para el verano y perfecto para una cenita o un picoteo entre amigos.

Esta vez lo he hecho para acompañar unas fajitas de pollo y unos nachos redondos, pero puede tomarse con un montón de cosas: carnes, ensaladas, bocadillos, crudités de verduras,...

La base del guacamole es el aguacate, al que le podemos añadir un montón de cosas distintas. Os pongo como lo hago yo:

Ingredientes:
- 1 aguacate
- medio tomate mediano
- un trocito de cebolla
- lima (zumo y ralladura)
- una cucharada de yogur griego
- cilantro picado
- unas gotitas de tabasco





El aguacate debe estar maduro (no como el mío, que estaba como una piedra, si se lo tiro a alguien lo mando directamente a urgencias)

Lo primero que haremos será "conseguir" la carne del aguacate. Podemos hacerlo pelándolo como cualquier fruta o cortarlo longitudinalmente hasta llegar al hueso, girándolo para separar las dos mitades y vaciar la carne con una cuchara de postre, y así luego aprovecharemos la piel para presentarlo a modo de cazoleta. Queda genial!

Reservamos el hueso, que luego lo usaremos.

Ponemos la carne en un bol o en un plato sopero, y lo aplastamos con un tenedor. Se hace muy fácilmente.

Picamos el tomate en cuadraditos muy pequeñitos, igual que la cebolla, y lo mezclamos con la pasta de aguacate.
Añadimos una cucharada de yogur griego (es opcional, puede no ponerse o ponerse cualquier yogur natural, pero el griego le dará mayor cremosidad), y lo incorporamos bien.

Ponemos unas gotas de lima, y si nos gusta muy aromático rallamos un poco de la piel, sólo la parte verde, sin llegar a la parte blanca.

Para rematar un poco de cilantro picado y unas gotitas de tabasco, para darle "vidilla".

Lo mezclamos todo bien, lo ponemos en un cuenco o en la piel del aguacate que antes vaciamos y le ponemos dentro el hueso que habíamos reservado para evitar que se oxide.
Si lo hacemos con un poco de antelación debemos guardarlo en la nevera, cuanto más fresco esté más rico estará.

Como antes os dije, esta vez lo hice para acompañar unas fajitas de pollo (con pollo a la plancha, lechuga, tomate, cebolla y queso rallado) y unos nachos.

Un comida buenísima y muy rápida de hacer... qué mas se le puede pedir?

jueves, 10 de junio de 2010

PROVOLONE

Esta publicación estrena una nueva etiqueta: minirrecetas.
Hay muchas veces en las que no ponemos recetas por parecernos demasiado sencillas o conocidas, pero seguro que hay alguien que está interesado en ellas. Así que a partir de ahora espero publicar muchas!

Con el provolone me pasó una cosa muy curiosa: en una entrada de pizza, alguien "anónimo" me dejó este comentario: "Todo esto está muy bien, pero... el provolone, cómo se hace, es un misterio".
Cuando lo leí pensé que se había equivocado al escribirlo, y que era un comentario para otro blog...pues no!
Resulta que unos meses despues conocí al chicuelo que dejó el comentario... qué gracia me hizo! Es amigo de una amiga muy amiga, así que era inevitable que tarde o temprano coincidiésemos.

Pues muy bien, para los dos va esta minirreceta! Ahora ya no tenéis que ir a Vigo a comer provolone!

Hay muchas formas de hacer el provolone, desde la forma de cocinarlo (al horno, a la plancha, al grill,...) hasta los ingredientes a añadir (tomate, orégano, pimentón, ...)

Os pongo como suelo hacerlo yo

Ingredientes:
- Una "rodaja" de queso provolone
- Aceite de oliva
- Tomate natural (maduro)
- Albahaca
- Orégano
Para acompañar:
- pan fresco
- pan tostado
- galletas,...


La preparación es de lo más sencilla.

Lo primero que tenemos que hacer es poner el horno a calentar, yo lo pongo a 200 grados.
Lo hago siempre en una cazuela de barro, me gusta como queda en estas cazuelas. Lo ideal es que sobren 2-3 cm desde el borde del queso hasta el borde de la cazuela, para que al fundirse pueda "expandirse".

Sobre el fondo de la cazuela, ponemos una cama de tomate natural madurito. Como véis, el mío de madurito no tenía nada, pero aún así estaba bien bueno!

Le ponemos un poco de sal, unas hojas de albahaca y un chorrito de aceite de oliva.

Encima, ponemos la rodaja de queso, y espolvoreamos con orégano al gusto.
El queso provolone desde hace unos años es muy fácil de encontrar, podemos encontrarlo en casi todos los supermercados.
Incluso en algunos tienen la pieza entera, es como un salchichón gigante de queso, y te cortan la rodaja lo gruesa que tu la quieras (el que viene cortado es más o menos de 15mm).
Yo lo compro normalmente envasado al vacío, porque así tarda un montón en estropearse.
Es algo muy cómodo para tener en casa y preparalo para una cena o de aperitivo.

Lo metemos al horno, mejor si es con calor arriba y abajo, para que se funda mas rápido.
Mientras tanto, podemos ir preparando el pan. Os aconsejo probarlo con varios panes, porque cambia mucho de comerlo con uno o con otro.
A mi personalmente como más me gusta es con esos palitos tostados que tienen sal gruesa por encima...mmmm! Buenísimo!
Cuando está bien fundido, más o menos en 15 minutos, lo sacamos con mucho cuidado... y a comer!

Podemos servirnos parte en nuestro plato, o si hay confianza ir "mojando" los palitos directamente en la cazuela... ¡qué maravilla!
Dependiendo de la rapidez con que lo comamos o de la temperatura ambiente, puede que se enfríe un poco antes de acabarse, y por tanto se solidifique un poco, pero no hay problema, lo metemos un par de minutitos más al horno y listo, como recién hecho!

¡Y a disfrutarlo! ¡Con cuidado, que quema!