sábado, 29 de diciembre de 2012

GALLETAS DE NAVIDAD... ¡Y FELIZ 2013!


¡Última entrada del 2012! Y muy breve,  sólo quería enseñaros las últimas galletas que he hecho y desearos un feliz 2013.

Cuando hice la casita de galleta me quedé con mono de decorar galletas, así que unos días después me animé a hacer unas cuantas para regalar.

Utilicé dos masas distintas, no os voy a poner las recetas porque ya las había publicado, así que os pongo los enlaces para no repetirme demasiado.


 
La masa de cacao y especias es la misma que la de la casita de galleta. Como me había sobrado bastante cantidad, la congelé y unos días después la saqué para hacer estas galletas.
Nunca había congelado la masa, pero queda genial, bien envuelta en film y luego en una bolsa hermética... "y aquí no ha pasao ná".

 
La masa de vainilla es la misma que por ejemplo la de estas galletas de pascua, o estas galletas "bordadas" (que por cierto, tengo muchas ganas de repetir).
Utilicé esa receta pero añadiendo vainilla en pasta, me encanta como queda tanto en galletas como en bizcochos. Sin duda fue el descubrimiento repostero del año.
La glasa la podéis ver en cualquiera de estas dos recetas.


 
Como os decía, estas galletas las hice para regalar. Quería tener un detalle especial con alguna gente que veo casi a diario, y que con pequeños gestos hacen que el día a día sea más agradable.

Por ejemplo a Vero, la chica de la fotocopiadora que desde el primer día me llama por mi nombre.
Mi peluquera, que directamente despues de cortarme el pelo como me conoce me dice: "no te peino, ¿verdad?".
Yoli, la charcutera... algún día tengo que poneros una foto de como corta y presenta el fiambre. Se merece una entrada en el blog, sin duda.
El carnicero, Ceferino, que me recibe siempre con una sonrisa o un guiño, y me trata genial (aunque de vez en cuando me trate de usted, punto negativo)
Ana, una de mis compis de step, que siempre está de buen humor y no se pierde una clase.


Hice 6 paquetes, el último aún lo tengo por entregar... al final van a ser más de adorno que para comer, pero la distancia es lo que tiene... en unos días será entregado a su destinatari@.

Me despido sin enrollarme más, simplemente desearos un feliz comienzo del 2013, que sea un año muy dulce para todos. Gracias por estar ahí.


domingo, 23 de diciembre de 2012

BARQUITAS DE ANCHOA Y AGUACATE


Hace unos días los chicos de Conservas Juanjo contactaron conmigo para ofrecerme el envío de uno de sus productos a cambio de luego realizar y publicar una receta utilizándolo.
La verdad es que suelo rechazar estos ofrecimientos, pero cuando visité su web me conquistó totalmente, así que acepté la propuesta y en unos días llegó un mensajero con este paquete.


Cuando lo abrí  y vi lo bien que venía presentado enseguida pensé: como se esmeren tanto con las anchoas y el bonito como con esta campaña, van a estar impresionantes.

Y efectivamente, en cuanto abrí la lata, me di cuenta de que así era.
Aparte de la buena pinta que tenían, me sorprendió el aroma: perfecto. No muy fuerte y que olía "como tenía que oler". Seguro que entendéis lo que quiero decir, hay veces que abres una lata y te dan gasas de cualquier cosa menos de comerte su relleno.


¡Cómo se nota cuando se trata la materia prima con cariño! Además de escoger por supuesto siempre la de mejor calidad, y sólo en los meses en los que está más sabrosa.
Anchoas sobadas a mano, en aceite de oliva, con color uniforme y sin espinas... un 10.
Os recomiendo echar un ojo a su web, placer cantábrico , si como a mi os encantan las buenas anchoas y el buen bonito, os encantará.

Dudé bastante sobre qué receta hacer. No quería cocinar las anchoas, para que no perdiesen ninguna de sus cualidades, así que despues de dudar y dudar me decidí por algo muy sencillo pero muy rico: una ensalada.

Pocos ingredientes, pero que combinan genial y hacen esta ensalada un primer plato perfecto en un día especial (o hacen de un día normal un día especial).

Ingredientes:
- 1 aguacate
- 1 tomate
- 8 langostinos
- 4 anchoas del cantábrico
- salsa rosa
- aceitunas negras








La receta no puede ser más sencilla:

Pelamos el tomate, despepitamos, y  picamos la carne en cubos pequeños.

Picamos también los langostinos (que habremos cocido previamente), y los mezclamos con el tomate.
Reservaremos uno o dos para decorar, si queremos.

Picamos también dos de las anchoas, y las añadimos a la mezcla anterior.

Por último abrimos a la mitad el aguacate. Para despepitarlo, clavamos un poco la parte central de la hoja del cuchillo (como si fuesemos a picar leña), giramos... y tachaaaannnn: aguacate despepitado y perfecto.

Con una cuchara vaciamos la carne del aguacate, la picamos y mezclamos con el resto de la ensalada.
Lo haremos con cuidado, ya que las pieles vacías nos pueden valer para presentar la ensalada, queda super vistosa y original.


Añadimos un poco de salsa rosa (o una vinagreta ligera también puede quedarle muy bien), mezclamos, y rellenamos las barquitas de aguacate.

Como os habréis dado cuenta no le he puesto sal, con el sabor de la anchoa es más que suficiente, queda perfecta.

Decoramos con un langostino (o medio, como yo), una anchoa, y una aceituna negra.

El aguacate le aporta mucha cremosidad y frescura a la ensalada, que contrasta con el sabor profundo de la anchoa.


Siempre que abro una lata o un tarro de anchoas tengo que hacer unos pinchitos como estos con queso de arzúa-ulloa, es como más nos gustan.
En Galicia es muy común comerlo así, en los aperitivos de  las fiestas patronales no suele faltar un platito de queso con anchoas, al menos en mi familia, nos encantan.
La suavidad y cremosidad del queso contrastan con la sabrosa carne de la anchoa... un matrimonio perfecto.  De los de "para toda la vida"


Aprovecho esta última foto para desearos unas felices Navidades a los que las celebréis, que paséis unas fiestas "redondas". 
Y a los que no, pues a disfrutar de los días festivos, ¡que siempre vienen bien!

sábado, 15 de diciembre de 2012

CASITA DE GALLETA


¡Lo que ha costado "parir" esta entrada! Hace un tiempo mi amiga patt y yo decidimos hacer una casita de galleta de jengibre cada una y publicarlas el día 15 de diciembre... y aunque casi al límite, ven la luz el día pactado.
Casi al límite la mía, porque la suya podía haberla publicado a las 00:01,  pero yo me hice un poquito la remolona y al final casi me pilla el toro. Menos mal que es de buen corazón y esperó todo el día a que estuviese lista mi entrada para publicarlas a la vez. No quiero ni pensar en las veces que se acordó de mi familia. ;)

De patt no os voy a decir nada que no haya dicho ya, buena bloguera y mejor persona, siempre dispuesta a ayudar y a escuchar.
Además de a llamarte gili cuando hace falta, que siempre viene bien también.

Partimos de los mismos planos (podéis descargároslos para imprimirlos pinchando aquí ), y ya desde el principio sabíamos que las dos iban a ser muy diferentes. Muy diferentes pero las dos preciosas, ya lo digo yo todo.

Os dejo aquí una foto de la suya, podéis verla con más detalle pinchando aquí. Es chulísima, con su porche, ese tejado tan currado y los arbolitos perfectos. ¡Y el felpudo, un detalle de calidad, hace la casa muy acogedora! Me encanta.


 Hacía muchísimo tiempo que tenía que hacer una casa de galleta. Me encantan, siempre que las veo en algún blog se me ilumina la cara, es una de esas cosas por las que siento debilidad. 
Al primer alemán/a al que se le ocurrió hacer una casita de estas tan bonitas habría que dedicarle una calle o una rotonda o algo... ¡porque se la merece!


Es un poco laboriosa, pero si nos organizamos con tiempo y tenemos en cuenta algunas cositas que os comentaré se hace bastante rádido. O en último caso podemos comprar una de esos packs en los que vienen las galletas cortadas y sólo hay que decorarlas y pegarlas. Es muy divertido.


Al hacer la casita mis emociones fueron como una montaña rusa: tan pronto estaba arriba del todo (por ejemplo cuando horneé las galletas y no se deformaron casi nada) como bajaba a lo más profundo (como cuando se me rompió un faldón del tejado porque lo moví cuando aún estaba blando). 
Pues así desde el principio hasta el final, momentos arriba y momentos abajo... por suerte la llegada fue arriba...jijiji.

Estoy bastante orgullosa de mi niña... tanto que no fui capaz de empezarla para sacar alguna foto y enseñárosla.

Ingredientes:
Para la galleta (hice doble ración pero me sobró un montón):
- 225 g de mantequilla
- 220 g de azúcar moreno
- 1 huevo grande
- una pizca de sal
- 430 g de harina de trigo
-  2 cucharaditas de mezcla de especias para galletas
- 2 cucharadas soperas colmadas de cacao en polvo

Para decorar:
-  royal icing sugar (o glasa)
- agua
- esencia al gusto
- colorantes (opcional)
- caramelos, gominolas, azúcar glas,...

Como os decía hice doble ración de masa para la galleta, pero me sobró un montón, diría que más de la mitad.
Aunque para estas piezas grandes es mejor hacer cantidad y no tener que estar luego uniendo trocitos pequeños, que no quedan igual que en el primer estirado.
Esta receta la modifiqué de la que suelo hacer para las galletas decoradas, simplemente quité un poco de harina y añadí cacao en polvo y mezcla de 6 especias para galletas y bizcochos (lleva canela, cilantro, jengibre, eneldo, clavo y nuez moscada).

 

Hice la masa en una batidora eléctrica con bol, pero se puede hacer perfectamente a mano con unas barillas o un tenedor.
Como es bastante cantidad, os recomiendo si hacéis dos recetas, hacer primero una y luego otra, es mucho más cómodo y menos cansado. Además así podemos confirmar si necesitamos hacer más masa antes de hacer la segunda tanda.

Mezclamos la mantequilla con el azúcar y lo batimos bien. 
Añadimos el huevo (yo lo añado siempre batido), y la pizca de sal. Mezclamos bien.

Por último, tamizamos y agregamos la harina, el cacao, y las especias. Mezclamos bien, hasta que la masa se vuelva homogénea, sin vetas de cacao.

Estiramos la masa con un rodillo y unas guías (es importante que todas las piezas tengan espesor homogéneo, para que luego no haya problemas al pegarlas.

Metemos en la nevera al menos una hora, hasta que la masa esté dura.

Para cortar las piezas utilizaremos los planos recortados, así que si aún no lo hemos hecho ya, imprimiremos y recortaremos todas las piezas que vayamos a utilizar.
Yo lo hice en folios normales, pero seguro que en cartulina es más cómodo.

Bien, una vez que la masa esté fría, la sacamos de la nevera, volvemos a pasar el rodillo con las guías y vamos recortando con un cuchillo bien afilado y mucho cuidado todas las piezas.
Con cortadores pequeños haremos las ventanas, y los huecos que queramos. 

Volvemos a meter un rato en la nevera (es fundamental para que las piezas no se deformen con el horneado).

Precalentamos el horno a 170º, y cuando esté caliente metemos las piezas en una bandeja plana (ojo, no vale sobre la rejilla, se deformaría un montón) y las dejamos unos 20 mintuos. 
Luego sacamos la bandeja del horno, y si hace (falta porque se han deformado al hornear) repasamos con el cuchillo los bordes de las galletas. No las tocaremos más hasta que estén bien frías.

 
Yo como os decía antes cometí el error de moverlas antes de que estuviesen frías del todo, y se me rompió a la mitad un faldón de del tejado. Lo pegué con glasa y casi no se nota, pero para colocarlo en la casa sufrí lo mío.
Si os pasa esto, os recomiento repetir la pieza  y comeros la rota para ahogar las penas.

Una vez tengamos las piezas reposadas, procederemos a decorarlas. Esto se hace en plano, antes de montar la casita, ya que si no sería muy difícil y la glasa se escurriría.

Esta vez utilicé un paquete de royal icing sugar que me envió patt... viene ya mezclado el azúcar glas con la clara de huevo deshidratada, así que sólo tenemos que añadir agua y mezclar.
Además es super fino, utilicé la boquilla 1 de wilton y no se me taponó ni una vez.
Como era la primera vez que lo utilizaba me quedó un poco fluída, para la próxima la haré más compacta, para poder definir mejor los dibujos.

Os dejo aquí la receta de la glasa real por si no conseguís este azúcar,  o preferís hacerla en casa.

Podemos decorar con glasa blanca o coloreada, como más nos guste. Además se le pueden poner chuches, caramelos, más galletas, frutos secos... casi cualquier cosa. Hay muchísimos ejemplos en internet que nos pueden servir de inspiración.

Dejamos secar bien toda la glasa antes de empezar a montar la casita.


 
 
Aquí vino otro de mis bajones emocionales. Como la glasa estaba muy líquida, no había manera de que se pegasen unas piezas a otras. Se me abrió como 4 o 5 veces, casi abro la ventana y la lanzo a la calle. Cuando por fin me serené y me di cuenta de que espesando la glasa pegaría mejor, fue coser  y cantar. ¡Arriba otra vez!

Para pegar las piezas teñí parte de la glasa de marrón, para disimular las uniones. Podemos también buscar el efecto contrario, marcarlas con glasa blanca. Cada uno como  más le guste.

Para aguantar las paredes verticales nos ayudaremos de cosas que tengamos a mano: vasos, tazas, ...

Dejamos secar las uniones antes de decorar el exterior,  para que no haya peligro de derrumbe si le tocamos sin querer.

Si queremos podemos decorar alguna cosa más en la casa, o retocar algo que se haya estropeado un poco. En mi caso, el tejado partido...jijiij! Un pequeño detallito de nada! Aunque he de decir que en las fotos casi no se nota, y una vez que le puse el azúcar glas por encima, ni fijándose se distingue.

Para decorar el jardín podemos utilizar un montón de cosas: conos de helado para hacer los arbolitos (yo los rocié con espray plateado), caramelos que parecen piedras, más glasa para hacer la nieve, canela o palitos de chocolate para hacer de troncos de madera... a dejar volar la imaginación.

Si queremos darle un efecto nevado, tamizaremos un poco de azúcar glas o coco (queda genial). La estampa no puede ser más bucólica-pastoril.



Y como soy una culo veo culo quiero, yo quería que la mía también se iluminase desde el interior (de ahí las paredes tan caladas), así que le dejé un agujero en la base.
En principio iba a meter una linternita dentro, pero alumbraba muy poco, así que tiré de móvil y de su aplicación linterna... ¡ya puedo decir que me ha servido para algo bajármela!



Los que os paséis por aquí de vez en cuando os habréis dado cuenta al ver la foto que esta iba a a ser una tocho-entrada de las que a mi me gustan... pues os habréis quedado cortos, amigos.
¡16 fotos que os voy a endosar! Ya que publico poco, al menos que sea abundante! jijiji!
Sé que son muchas, pero no sabía por cuales decidirme, así que al final lo dejé "sólo" en 16.



Otro consejo que os doy: montad la casa directamente sobra la base en la que la vayáis a presentar... porque moverla luego es imposible. Al menos para mi lo fue, tuve que desmontarla (mejor dicho, se desmontó ella solita) y volver a montarla en la base final.

Utilicé una base de aislante gris que compré en Leroy Merlín (que viene genial también para las bizcobolas), sobre ella una cartulina verde y luego el celofán con lunares.
Como la casa era tan sobria, había que darle un toque de color para que no fuese demasiado sosita.


 
Y por fin se acaba...  espero que os hayan gustado nuestras casitas. Estoy por llamar a los de quien vive ahí, a ver si se quieren pasar a verla... porque a este paso no nos la comemos en todo el año.
 
A ver quien se atreve a quitarle la sonrisa al inquilino Avelino.