Lo dicho en la anterior entrada... unos meses de sequía, pero aquí estamos de vuelta, y con una tarta más que estupenda para celebrarlo.
Es otra tarta sólo para adultos, con un sabor muy marcado a crema de whisky y ese lujurioso chocolate brillo espejo... una pasada.
La receta de la cobertura espejo es de Esther, de una de mis webs favoritas: chocolatisimo. Supongo que la conoceréis, pero si no es así tenéis que visitarla sí o sí, es una super crack.
Soy super fan de su web y de su persona, y por supuesto de sus obras de arte comestibles.
Con las cantidades que os pongo me ha salido la tarta de las fotos de 20cm de diámetro, 6 girasoles individuales y (ejem) parte que se derramó por la encimera y la mesa, así que si hacéis sólo una tarta sale bien grande, de unos 2 kilos de peso.
Ingredientes:
Para la base de galleta:
- medio rulo de galletas maría
- 50g de mantequilla fundida
Para la crema de queso y licor:
- 600ml de nata para montar
- 400g de queso crema
- 100g de azúcar
- 285ml de crema de whisky
- 200ml de leche
- 2 sobres de cuajada en polvo
Para la cobertura de brillo espejo:
- 130ml de agua
- 200ml de nata para montar
- 170g de azúcar
- 55g de cacao en polvo
- 6g de gelatina en hojas
Empezaremos preparando la base de galleta: trituramos las galletas (mucho más cómodo si es con una picadora, pero también puede ser a mano) y las mezclamos con la mantequilla fundida.
Las ponemos sobre la base del molde desmoldable o aro que vayamos a utilizar, y aplastamos hasta compactarlas bien.
Reservamos en la nevera.
Para hacer la crema de queso y baileys (vale cualquier marca de crema de whisky, pero de las que he probado esta es la que más me gusta).
En un cazo ponemos la nata, el queso crema (queso de untar tipo philadelphia), el azúcar y la crema de whisky al fuego.
Removemos bien, y si vemos que queda algún grumo de queso, metemos la batidora sin miedo para deshacerlo.
En una taza aparte ponemos los 200ml de leche, y deshacemos los dos sobres de cuajada. Removemos bien, ya que es difícil que se hidrate por completo.
Cuando la mezcla del cazo empiece a hervir, añadimos la leche con cuajada (os recomiendo pasarla por un colador fino por si queda algún grumillo).
Removemos constantemente, hasta que vuelva a hervir. Cuando lo haga, retiramos el cazo del fuego y seguimos removiendo unos segundos.
Volvemos a poner el cazo al fuego, y cuando vuelva a hervir nuestra crema está lista.
Retiramos del fuego, y seguimos removiendo un rato, para que pierda temperatura.
Vertemos sobre la base de galletas, veremos como enseguida empieza a cuajar. Es muchísimo más rápida que si la hacemos con gelatina neutra.
Aquí empezó mi odisea, el aro que estaba usando estaba muy flojo y se abrió un poco... así que la mezcla empezó a derramarse por la base... ¡menudo apuro me llevé!
Pero bueno, al final conseguí salvar casi toda la mezcla y pude hacer un apaño. Para los que luego me decís que os pasan cosas raras, que veáis que nos pasa a todos, por muchas tartas que hayamos hecho en nuestra vida.
Como os decía al principio además de hacer la tarta hice 6 girasoles en molde de silicona. En este caso el procedimiento es al revés, primero ponemos la crema y cuando haya endurecido le ponemos encima las migas de galleta, para que al desmoldar queden perfectas.
Llevamos la tarta (las tartas en este caso) a la nevera, y la dejamos un par de horas hasta que esté completamente firme.
Como tenía miedo de que al ponerle la cobertura por encima se derritiese las congelé, y creo que fue parte de mi segundo error.
Pero ahora vamos con la receta lujuriosa de chocolate espejo, luego os sigo contando.
En un cazo ponemos al fuego todos los ingredientes a fuego fuerte excepto las hojas de gelatina, que debemos ponerlas a hidratar en agua fría.
Removemos a menudo para evitar que se pegue al fondo. Cuando empiece a hervir bajamos un poco el fuego, y dejamos que hierva unos 10 minutos. Si tenéis termómetro, hasta que alcance los 103ºC).
Si metemos una cuchara y la miramos por la parte convexa veremos que la cobertura tiene un brillo impresionante, y que casi no gotea por los laterales de la cuchara. Está casi lista.
Apartamos del fuego y dejamos enfriar unos 5 minutos (hasta que baje hasta los 60ºC).
Escurrimos las hojas de gelatina, y las incorporamos una a una removiendo para disolverlas por completo.
Volvemos a dejarla un ratito hasta que esté a unos 30ºC, la temperatura ideal para utilizarla.
Colocamos la tarta sobre la rejilla para bañarla, es la forma más fácil de hacerlo. Yo os recomiendo poner un bol o una bandeja para recoger la cobertura sobrante, poner la rejilla encima y sobre ésta la tarta.
Vertemos directamente la cobertura desde el cazo, dejando que caiga por los laterales y moviendo la rejilla un poquito para eliminar el exceso.
Ahora os contaré mi segundo error: como la tarta estaba congelada, la cobertura en cuando tocaba la tarta se quedaba "clavada" y casi no escurría. Tenía que haber estado un poco más rápida, para la próxima intentaré conseguir un acabado perfecto.
Como quedaba muy irregular, le hice con una cuchara la espiral en la parte superior, de estar mal que pareciese que era intencionadamente ;)
Creo que no hubiese hecho falta congelarla, la textura es mucho más firme que la de una mousse.
Para bañar los girasoles (que también estaban congelados) decidí calentar un poquito la cobertura, para que estuviese mas líquida y escurriese mejor. Y la verdad es que quedó una capa más fina y mejor distribuida, con mejor aspecto que la de la tarta.
Llevamos a la nevera, la cobertura no perderá nada de brillo y seguirá igual de perfecta. Queda con una textura y un sabor genial, ¡otra de esas recetas que guardo para mi para siempre!
Para decorar no se necesita nada más, el brillo es tan bonito que es más que suficiente.
Como íbamos a cenar a casa de una amiga decidí ponerle unas mini perlitas y purpurina plateada para darle un toque un poco más lujoso. No sé si mejoró o empeoró, pero bueno, a lo hecho pecho.
Si os gusta la crema de whisky tenéis que probar esta tarta, queda impresionante. La combinación de galleta, la crema y la cobertura de chocolate es perfecta.
Por supuesto puede hacerse con cualquier crema (hace tiempo probé una de chocolate y cerezas que seguro que es perfecta para hacer una tarta de este tipo).
Os animo a probarla, si lo hacéis ya me contaréis.
madredelamorhermoso!!!! la tarta tiene buena pinta si, pero es que esa cobertura me ha robado el corazón.. y se me antojaaaa!!! qué corte tan limpio tiene la tarta, lo mismo te la copio eh, aunque no tengo bayleys, pero igual queda bien con crema de orujo no??? que tengo unas botellas y no les doy salida!!!
ResponderEliminartrucazo de la cuchara eh-... me lo quedo también... y eso si, dirás lo que quieras, pero queda chulísima esa espiral-. jo, es que ese espejo me flipa!!!
guapa, es un placer tenerte de vuelta, mil besos
vaya tres ingredientes, queso, baileys y chocolate, madre mia estoy salivando..Pues a pesar de las dificultades que tuviste te ha quedado espectacular!
ResponderEliminarbesos
Ummm que bueno. Queremos un cachín por favor. Tiene que estar tremenda. Besos de las Chachas
ResponderEliminarTiene una pinta deliciosa!!! y con esos ingredientes seguro que estaba buenísima.
ResponderEliminarUn besazo guapa
ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooh
ResponderEliminarSiento todos tus imprevistos culinarios, pero tengo que felicitarte por el resultado final, sinceramente impresionante esa cobertura. Y yo que creía que la mía era perfecta jaja, qué osada es la ignorancia.
ResponderEliminarBesotes.
Qué rico!!!! Te ha quedado espectacular!!! Y con esa combinación, seguro que riquísima!
ResponderEliminarBesos!
esto es pecadoooooo !!!! la cobertura madre mia !!! y la mezcla con el queso aiiinnsssss !!! hala a pecar !!!! . gracias por compartir .........o no ? jijii
ResponderEliminarLa espera ha merecido la pena, que pinta!! tengo que probar yo tambien la cobertura de espejo de esther
ResponderEliminarMenuda tarta! Sólo con mirarla ya la deseo, con esos ingredientes tiene q estar d impresión.
ResponderEliminarEsta tengo que hacerla!!! sólo dos palabras im-presionante, jajaja.
ResponderEliminarMónica
Muchas gracias por vuestros comentarios! La verdad es que es como a mi me gustan: fáciles, vistosas y sobre todo muy ricas. Que es lo más importante, claro!
ResponderEliminarUn saludo y gracias otra vez por pasaros por mi cocina!
natalia
Qué maravilla Natalia!!
ResponderEliminarSólo con los ojos ya se ve impresionante, así que ni me imagino una vez que la cuchara está llegando a la boca…
Una verdadera tentación
Un beso. Sonia
Es MI TARTA!!!! qué ilusión!! y qué buena y qué bien que estés de vuelta!!!!
ResponderEliminarHola Natalia. Me encanta esta tarta y esa cobertura...si es deslumbrante, jejeje.
ResponderEliminarYo, la probaré seguro.
Besos.
Te ha quedado de capricho, qué delicia y la cobertura te ha quedado de lujo. Un abrazo, Clara.
ResponderEliminar¡Qué bonitos estos girasoles! La cobertura de chocolate debe ser estupenda, Esther es una crack. Uf, qué rollo cuando pasan esas cosas con los moldes y los aros :S
ResponderEliminarY cuando caduca?.....vienes el finde?....mmmmmmm . Hace tiempo q no nos vemos...jjjjj
ResponderEliminarOMG!!!! Me has dejado con la boca hecha agua!!! Menuda pintaza que tiene esta tarta Natalia!!
ResponderEliminarUn besito,
Sandra von Cake
Bueno, aunque estoy al otro lado del charco y las cantidades las tengo que convertir a las medidas de acá (menuda tarea nos han hecho aquí los yankis) Bueno, ya tengo tarea extra. Una vez tenga las medidas correctas, voy a intentar ésta receta. Seguro que me hará la boca agua al verla. Un besazo desde Florida para vosotros.
ResponderEliminarLiz