viernes, 23 de abril de 2010

PAN DE TRIGO (PANIFICADORA)

Seguimos con los panes!

Este que os traigo hoy es el más básico de todos, sólo con harina de trigo (fuerza), agua, sal, levadura y un poquito de miel.

De sabor buenísimo, mejor que cualquier pan que se pueda comprar en una panadería.

Se aguanta perfecto dos o tres días, y si sobra alguno (no suele pasar) lo congelo cortado en rebanadas, y luego las meto directamente al tostador para desayunar. Parece que empiezas el día con más alegría cuando desayunas unas tostadas de pan caserito!

Ingredientes:
- 500 gr de harina de fuerza (mercadona)
- 360 ml de agua (yo del grifo reposada)
- 2 medidas y media de sal (del medidor de la panificadora)
- 1 sobre de levadura de panadero
- 1 cucharada de postre de miel (ayuda al fermentado)



Esta vez hice una mezcla primero, en vez de poner todos los ingredientes en la cubeta directamente.

Mezclé en un bol 100 ml de agua con 100 gr de harina, el sobre de levadura y la miel. En principio hay que dejarlo reposar (y fermentar, crece un montón) unas cuantas horas, pero yo lo dejé sólo una, no podía esperar más, y como había crecido un montón, me lancé.

En esa hora cuatriplicó su volumen, hay que tener cuidado de que no se salga del recipiente.

La miel es para ayudar a la fermentación y a que el pan se conserve mejor una vez cocido, y no da nada de sabor.

Tengo que probar a dejar reposar esta mezcla toda la noche, al parecer el pan gana en textura y sabor (¡no quiero ni pensar lo bueno que puede estar!), además de que no hace falta poner el sobre completo de la levadura.

Una vez nuestra mezcla esté a punto, ponemos el resto de ingredientes del pan en la cubeta (260 ml de agua, las dos medidas y media sal y 400 gr de harina de fuerza).

Sobre todo esto, ponemos la mezla esponjosa, y programamos la panificadora.

Puse el programa 1, peso 750 gr y tueste oscuro.

Tiene dos amasados y tres levados, y como siempre pueden añadirse si queremos pasas, nueces, o lo que más nos guste.
Una vez acabó el segundo amasado, espolvoreé harina para el archiconocido "efecto rústico". Esta vez dejé las palas en la masa, sin retirarlas, la verdad es que casi no dejan huecos.

Unas tres horas depues de empezar, y como siempre sin nada de trabajo, tenemos un pan buenísimo, con corteza crujiente y miga firme... perfecto!
Le damos la vuelta a la cubeta, y lo ponemos sobre una rejilla para que no se humedezca.

Como por la parte de arriba no estaba muy tostado, al sacarlo de la cubeta lo puse en el grill 2 minutos en el horno, hasta que se puso "a tono".

En cuanto enfríe un poco, ya podemos cortarlo... y disfrutarlo!

miércoles, 14 de abril de 2010

MAGDALENAS DE CHOCOLATE Y NUECES


Hoy os traigo una receta muy sencilla, pero muy socorrida (al menos por mi).
No es más que una variación del archiconocido bizcocho de yogur, que tantos y tantos buenos momentos nos ha dado! Yo voto por que le hagamos un monumento entre todos.

Son unas magdalenas ideales como desayuno o merienda, acompañadas de una infusión calentita o un café.
Estas las hice para un fin de semana que fuimos de visita a casa de Cris, una muy buena amiga que me acogió muchísimas veces en su casa en Coruña (y lo sigue haciendo). Graciaaaaaas!

Por supuesto, puede hacerse como un bizcocho entero, en un molde más grande.

Ingredientes:
- 4 huevos
- 1 yogur (en este caso natural)
- 1 medida del vasito del yogur de aceite de girasol
- 2 medidas del mismo vasito de azúcar
- 3 medidas del vasito de harina de trigo
- 1 sobre de levadura química (yo Royal)
- una cucharada de cacao puro
- unas nueces
- ralladura de limón

Empezamos batiendo los huevos en un bol. Lo ideal es que estén a temperatura ambiente, así que los sacaremos un par de horas antes de la nevera.

Cuando estén batidos, añadimos el yogur, y removemos bien la mezcla.

Añadimos entonces (midiendo con el vasito del yogur) el aceite, y lo incorporamos a la mezcla.

Hacemos lo mismo con los dos de azúcar. Os aconsejo que entre cada ingrediente nos aseguremos de que está bien mezclado (sobre todo si lo hacemos a mano), porque con cada ingrediente la masa se vuelve más densa, y por tanto más "trajajosa" de manejar.
Añadimos por último los 3 vasitos de harina mezclada con el sobre de levadura, a poder ser tamizánzolas. Vamos mezclando al ir añadiendo la harina, para que quede perfectamente incorporada.

Hasta aquí la receta básica del bizcocho de yogur, que ya os había puesto en más ocasiones.

Dividimos la masa en dos boles, y a una parte le añadimos una cucharada sopera de cacao puro y a la otra ralladura de limón y unas nueces picadas, del tamaño que más nos gusten.

Preparamos los moldecitos de las magdalenas, y los rellenamos con las masas, bien poniendo la mitad de cada una o haciendo magdalenas de un único sabor.
Un truquito que he descubierto hace poco gracias a internet es que para que las magdalenas conseven su forma (si el papel no es muy fuerte, se abren bastante, quedan muy planitas) hay que ponerlas dentro de un molde metálico. Además, así suben más, se nota un montón.

Yo meto algunas dentro de unas flaneras metálicas, pero como salen bastantes magdalenas, el resto las meto en unos moldes de aluminio de esos de un sólo uso, especiales para magdalenas.
Como entre el molde y la masa está el papel de la magdalena, no se manchan, y se pueden reutilizar un montón de veces.

Las metemos en el horno precalentado a 200º, y bajamos la temperatura a 180º.
Lo ideal es calor arriba y abajo con ventilador, pero mi horno es muy precario, sólo tiene calor en la plarte de abajo y grill, así que las pongo con calor sólo abajo y cuando están listas las pongo al grill un mar de minutitos.
Como las magdalenas son pequeñas, en 15-20 minutos están listas. Si hacemos un bizcocho entero, unos 40 minutos, más o menos, hay que ir mirando de vez en cuando, ya que depende mucho del horno.

Una vez estén listas, las sacamos del horno y de los moldes metálicos, y las ponemos a enfriar sobre una rejilla.
Yo no sé que me pasa, pero en ese momento siempre siempre tengo que comerme una... ¿que me pasa, doctor?jiji

Una vez estén frías, podemos dejarlas así tal cual o decorarlas un poco con azúcar glass, chocolate fundido, o como más nos guste, como siempre.

Espero que os guste la receta, sé que para los iniciados en la cocina es muy básica, pero para la gente que no cocina a menudo o por ejemplo no tiene báscula de cocina (sé que existen, pero no sé como sobreviven, la verdad...jiijji), puede ser una receta muy cómoda.

Aquí os dejo una foto de una de dos sabores. La parte de nueces queda con un color muy pálido por las pielecillas de las nueces, que le dan un aspecto apagado, pero muy rica, a mi me gusta mucho más que la de chocolate, sin duda.

jueves, 8 de abril de 2010

ENSALADA DE JUDÍAS VERDES

Una receta perfecta para la operación triquini! Sana, sana, y rica, rica!

La verdad es que a mi las judías no me van demasiado, sobre todo si son calientes. En esta ensalada es donde mejor las tolero, tanto que solemos comerla casi una vez por semana.

Eso sí, es súper cómoda y rápida de hacer. Y además sabe mejor preparada con unas horas de antelación, así que es ideal para cuando vamos a llegar justitos a casa para comer o a la vuelta de la playa... cada uno que elija su momento!

Ingredientes:
- judías verdes ( 200 gr por persona)
- huevos ( 1-2 por persona)
- bonito en conserva
- cebolla
- aceitunas verdes
- agua, sal, aceite y vinagre




Empezamos lavando las judías, y quitándole las dos puntitas de los extremos.

Las picamos del tamaño que más nos guste (a mi me gustan como en la foto, cortas y anchas, pero pueden cortar a la mitad longitudinalente si se quieren más finas)

Podemos cocerlas en agua con sal, como toda la vida, pero os recomiendo cocerlas al vapor.
No se rompe ninguna, quedan sequitas, que no hace falta escurrirlas, y al parecer pierden menos propiedades.

Pueden cocerse en la olla exprés, quedan genial y súper rápido.
Yo esta vez las cocí en la olla GM.Las pico, las pongo en un cestillo para cocer al vapor, espolvoreo con sal, y a la olla con dos dedos de agua. Programa legumbres, 14 minutos. Una maravilla!
Normalmente hago los huevos a la vez que las judías, también al vapor. Es comodísimo.
Los lavo bien, y los pongo encima de las judías. Es aconsejable que estén a temperatura ambiente, porque si no pueden romperse. De todos modos, aunque se rompan, no se esparcen sobre las verduras, enseguida cuajan y se quedan amorfos... pero siguen siendo huevos!

Quedan un poco pasados con ese tiempo de cocción, pero si rociamos la parte de la yema que se oscurece (se pone un poco verde en los bordes) con un poco de limón, recuperan el color normal.

Si los cocemos en un cazo con agua con sal (como yo esta vez), en unos 13-15 minutos desde que el agua empieza a hervir están listos.
Una vez están las judías y los huevos cocidos, tenemos dos opciones:
Podemos esperar un ratito y añadir el resto de ingredientes y tomarlo como una ensalada templada, o bien esperar a que se enfríen del todo.

A mi particularmente esta ensalada me gusta más fría, pero a veces también "cae" templada.

Prosigo, que me lío. Menuda parrafada para una simple ensalada de judías...en fin...sin comentarios!

Bueno, pues cuando esté todo a temperatura ambiente, probamos las judías de sal y rectificamos si hace falta. Ponemos la cebolla, y aliñamos con aceite de oliva (poquito) y vinagre al gusto.

Ponemos encima el huevo en rodajas, las aceitunas y el bonito.
Una vez tengamos todo "en su sitio", regamos toda la ensalada con parte del aceite de la conserva (de ahí que pusiese antes lo de poner poco aceite al aliñar la ensalada). Le da un sabor muy rico, además de que así lo aprovechamos, que da pena tirar ese aceitito tan rico.

Podemos meterlo en la nevera unas horas o tomarlo a temperatura ambiente.
Nosotros en invierno la comemos a temperatura ambiente, y en verano (si llega algún día al norte) más fresquita, recien sacada de la nevera.

Supongo que casi todo el mundo ha comido alguna vez esta ensalada, pero para los que no, aquí os la dejo!

sábado, 3 de abril de 2010

PAN DE CENTENO Y PASAS (PANIFICADORA)

Lo que me pasó a mi con la panificadora le pasa a mucha gente con un perro...salvando las distancias, por supuesto.
Hacía tiempo que tenía ganas de comprar una, pero mientras vivía en casa, con mis padres, mi madre no me dejaba, porque decía que no había donde poner tantos "trastos". Decía que si la compraba, nos echaba a la panificadora y a mi por la ventana...jajaja! No es exagerada ni nada!

Ahora que me he independizado, me la ha regalado ella!

El fin de semana pasado vinieron mis padres de visita, y cuando le dije que la iban a poner de oferta, enseguida dijo que me la regalaba para mi cumple, que está al caer.
Y como media España, el sábado pasado fui al Lidl a por ella. Ya no tenía muchas esperanzas, porque fuimos a última hora, pero todavía había un montón. Qué contenta volvía para casa con mi ansiada pani! La estrené ya esa misma noche, por supuesto.
En esta semana he hecho 3 panes diferentes: el primero fue con un preparado de harina del Lidl, un pan de pipas. Muy bueno.

El segundo fue uno del recetario que trae la panificadora, el pan blanco express, está bien para hacerse en hora y cuarto en total, pero es mejorable.

Con el tercero ya me lancé, improvisé la receta. Más o menos las cantidades de harina y agua son las mismas en todas las recetas, así que supuse que iba a salir bien.
Y sí, acerté! Me encantó, lo repetiré a mendudo!

No sabía si publicar la receta o no, porque estas últimas semanas amigas blogeras han publicado panes más que estupendos, pero como sé que hay mucha gente que como yo se ha comprado la pani, me he animado a hacerlo.
No se puede comparar con un pan amasado a mano y con más horas de levado, pero teniendo en cuenta que hay que poner los ingredientes, darle a un botón y esperar a que te avise cuando el pan está en su punto, el resultado es de 10.

Ingredientes:
-350 ml de agua mineral o del grifo reposada
- 1 cucharada sopera de miel
- 1 cucharada sopera de sal ( o 3 pequeñas de las que trae)
- y cucharadita de postre de azúcar moreno (o 1 pequeña de las que trae)
- 35o gr de harina de fuerza (trigo)
- 150 gr de harina de centeno
- 1 sobre de levadura seca de panadero
- 1 puñado de uvas pasas (mejor dos, yo me quedé un poco corta)
Ponemos todos los ingredientes en la panificadora (menos las pasas) en el orden en que están escritos.
Hay que empezar siempre por los líquidos, luego añadir los sólidos y por último la levadura.
La sal debe mantenerse alejada de la levadura, porque neutraliza su efecto, así que pondremos la sal en el agua y la levadura por encima de la harina.
Yo lo puse en el programa 1, peso 750 gr y tostado fuerte.
Pasada una hora, emite unos pitiditos (bastante estridentes, de pitiditos no tienen nada) para que añadamos las pasas o lo que queramos (al siguiente le añadiré también nueces), y continúa con el proceso.
En este programa hace dos amasados y tres levados, supongo que entre los dos últimos levados cambia la temperatura, porque aparentemente no hace nada.
Cuando acabó el último amasado (en la pantallita te dice en qué parte del programa está en cada momento) le saqué las palas de amasar, para que no quedasen dentro del pan. No es que molesten nada, pero el pan queda con un corté más bonito así. Es una cuestión estética. Pijotera que es una, vamos!
En este momento esparcí también un poco de harina por encima, para que se acentuase el "efecto rústico".
Según pone en las instrucciones, si queremos que la corteza sea más tierna, podemos sustituir el agua por leche, o mitad y mitad. Yo puse sólo agua.
La verdad es que es una gozada, me gusta mucho hacer masas, pero normalmente entre semana no tengo el tiempo que necesitan, así que con esta maquinita puedo hacerlas sin ningún trabajo, y sin ensuciar ni gota!
Cuando acaba el horneado, vuelve a pitar.
Me gustaría verme la cara cuando voy corriendo a la cocina a ver como quedó el pan.
Sí, miro muchas veces por la ventanita, pero cuando se abre la tapa, es cuando realmente se ve como queda. Y menudo aroma nos deja en la cocina!
Yo lo dejo unos minutitos en la máquina (mantiene el pan caliente una hora, para que no se humedezca), y luego lo saco dándole la vuelta a la cubeta y "meneándolo" un poco. Cae enseguida, y queda súper limpia.
Lo pongo sobre una rejilla, y me quedo mirando un buen rato... con qué poca cosa somos felices!
Este pan es uno de mis favoritos, lo compraba bastante a menudo, pero a partir de ahora lo haré siempre, queda muy muy bueno y además sale mucho mejor de precio.
Espero que os guste, no es ninguna originalidad, la receta es muy básica (seguro que hay por ahí bastantes muy parecidas, sin ir más lejos en el librito hay una similar), pero por si acaso yo la comparto con vosotros.
En cuanto pasen 15-20 minutos ya podemos comer el pan, así que cortamos un trozo... y disfrutamos!