¡Otra espinita quitada! ¡Estoy en racha con las espinitas!
Desde que me lancé con la pasta casera estaba deseando prepararla rellena. En varias ocasiones iba a hacerla pero por unas cosas o por otras finalmente cambiaba de planes y no terminaba la misión.
Pues bien, este sábado por fin me decidí, nada podía interponerse entre la pasta rellena y yo: era "el día".
Pinchando aquí podéis ver un paso a paso que hice la anterior vez que publiqué pasta casera, ya veréis qué facilita es, sobre todo si tenéis una máquina para pasta.
La mía fue muy barata pero funciona perfectamente, estoy muy contenta con ella.
Es bastante sencilla, pensaba que me iba a dar un poco más la tabarra pero qué va, y eso que como no tengo raviolera hice las "empastadillas" una a una, que es lo que puede ser un poco más tedioso, pero el resto va rodado.
Podemos rellenar la pasta casi de cualquier cosa (verduras, carne, pescados y mariscos, quesos) y acompañarla con nuestra salsa preferida, o simplemente con un chorrito de aceite de oliva.
Las cantidades que os pongo son para 2 personas, si queréis hacer para más sólo hay que multiplicar, como siempre.
Ingredientes:
Para la pasta:
- un huevo
- 100 g de harina de trigo
- una pizca de sal
Para el relleno:
- 75 g de bacon
- 100 ml de nata líquida
- 75-100 g de queso rallado
- una pizca de orégano
Para acompañar:
- salsa de tomate
- nata líquida
- queso rallado
Os pongo el orden de cómo me organicé yo:
Primero hice el relleno, para que estuviese frío a la hora de rellenar la pasta.
Picamos muy finamente el bacon y lo doramos ligeramente en una sartén, pero sin pasarnos para que no quede duro, ya que contrastaría mucho con el resto del plato.
Una vez esté pasado añadimos los 100 ml de nata líquida, el orégano, y dejamos que reduzca unos 5 minutos. Apagamos el fuego y reservamos.
Cuando esté frío picamos el queso rallado (si, muy fino, para que quede lo más compacto posible) y lo mezlcamos con el bacon y la nata.
Tiene que quedar con una textura lo suficientemente suave para que podamos manipularlo al rellenar las empanadillas pero que no esté muy blando para que no se "desparrame".
Si vemos que lo necesita, podemos añadir un poco más de queso o nata, para compactar o aligerar la mezcla.
Reservamos el relleno hasta que lo vayamos a utilizar.
Mientras enfría la primera parte del relleno (el bacon y la nata) podemos preparar la masa de la pasta, que también necesitará reposo.
Hacemos un volcán con la harina y en el centro ponemos la pizca de sal y el huevo. Yo suelo ponerlo batido, pero creo que no hace falta.
Vamos mezclando con los dedos o con una cuchara de madera, hasta que ya sólo podamos hacerlo con las manos.
Por supuesto si queremos podemos hacer este paso a máquina, pero es tan sencillo que creo que no merece la pena limpiarla para el trabajo que nos ahorramos.
Bien, una vez tengamos la masa bien mezclada, amasamos un poco hasta que quede perfectamente lisa.
Dependiendo del tamaño del huevo podemos necesitar más o menos harina, hay que ir tanteando, pero es muy fácil de arreglar añadiendo un poco más de harina o unas gotitas de agua si hace falta (mejor quedarnos cortos y añadir harina que pasarnos y tener que añadir líquido, como en todas las masas).
Hacemos una bola con la masa, la envolvemos en film y la metemos en la nevera al menos 30 minutos.
Pasado este tiempo la estiramos con la máquina o con un rodillo, y hacemos unas tiras largas pero no mucho, para que sean manejables.
En en enlace que os puse al principio hay unas fotos de como se hace este paso, por si les queréis echarle un ojo.
Como os decía yo no tengo raviolera, así que hice la pasta con forma de mini empanadillas.
Ponemos el disco de pasta en el molde y sobre éste una porción de relleno en el centro. Cerramos, apretamos bien, volvemos a abrir... y tachaaaaan! ¡Empastadilla lista!
En alguna web leí que se podía espolvorear el molde con harina para que no se pegase, pero luego se me ocurrió enharinar la pasta, es mucho más rápido y queda mucho mejor.
Vamos haciendo una tras otra, sin prisa pero sin pausa, ya veréis como es mucho más rápido y entretenido de lo que parece.
Como hay bastantes recortes de masa, volvemos a mezclarlos y los pasamos otra vez por la máquina de rodillos para aprovechar toda la masa, aquí no se tira nada.
Las ponemos en un plato o fuente enharinada, para que no se peguen, hasta que vayamos a utilizarlas.
Con las cantidades que os puse salen unas 40.
Cuenta la leyenda que la pasta fresca se puede guardar de un día para otro o incluso congelarla hasta un mes, pero no lo he probado nunca, así que no os lo puedo asegurar.
Para pcocerla ponemos una olla al fuego con abundante agua con sal (no demasiada sal, ya que la pasta ya lleva).
Cuando hierva a borbotones introducimos la pasta y la dejamos unos 3 minutos, no necesita más.
Escurrimos y emplatamos.
A mi como más me gusta la pasta es con salsa de tomate o con tomate y nata, como en este caso.
Simplemente calentamos en una sartén la salsa de tomate (mejor si es casera) y cuando hierva añadimos un chorrito de nata líquida, una pizca de orégano y un poquito de nuez moscada recién rallada.
En verano suelo ponerle también unas hojas de albahaca en el último momento, le quedan genial, sabe a "Italia 100%".
Por encima un poco de parmesano o grana padano rallado... ¡y a disfrutar como si no hubiese mañana!
La mezcla de queso, bacon, y la suavidad del tomate con la nata combinan a la perfección. Es un plato muy equilibrado de texturas y sabores, os recomiendo probarlo.
Ahora estoy deseando prepararla con un montón de rellenos distintos, creo que voy a tener que hacer una lista para no olvidarme de ninguno.
El próximo reto con la pasta será hacerla de colores, espero no tardar tanto como con la rellena, menuda delicia me estaba perdiendo.
Por último os dejo como siempre una foto del mordisco... creo que no hay nada más que decir. ¡Rico riquísimo!
Qué buena pinta! Normal que te hayas quitado la espinita... debe ser delicioso!
ResponderEliminarBesos
Bocados Divinos
Madre mía, casi muerdo el ordenador...!!!
ResponderEliminarTe ha tenido que llevar un montón de tiempo.
Oye Natalia, ¿Puedo hacer una trampita con las obleas de empanadillas que vienen hechas?.
Un beso y enhorabuena...menuda mano que tienes.
Hola!
ResponderEliminargracias por vuestros comentarios!
Sonia, no sé si esa masa se puede cocer... me tiene pinta de que no.
Puedes hacer este mismo relleno para la masa y feírlas, yo incluso le añadiría un poco de tomate, seguro que saben a pizza!
Un saludo!
natalia
Que delicia de receta, la pasta es uno de mis platos favoritos, pero nunca me he atrevido a hacerla.
ResponderEliminarUn besazo y feliz semana
que bueno con ese relleno tan fabuloso
ResponderEliminarTiene una pinta estupenda! Yo nunca me he atrevido con la pasta, pero tengo unas ganas tremendas de prepararla rellena. La tuya ha quedado genial y la combinación de queso y bacon le tiene que dar un sabor exquisito! Además, me ha encantado la idea de utilizar el molde de empanadillas para manejar la masa!!
ResponderEliminarNo conocía tu blog pero me ha sorprendido muy gratamente! Me quedo para seguirte!
Besos!
el plato no es lo que más me gusta hoy eh... y es que siempre tienes un truco para hacer las cosas.. y es que si, todavía tengo en mente ese artilugio complejo y avazando que te curraste para los ñoquis... ;)))
ResponderEliminarme gusta la pasta fresca, la casera, ya ni hablamos..me gusta el bacon, la nata, la salsa de tomate.. vaya que me gista todo, menos que no me invites a comer!!!!
un besote wapa
Me encanta el "instrumento" que has usado para rellenar y cerrar la pasta.... también lo tengo y nunca lo he usado para las empanadillas, así que para la pasta me irá genial... un relleno riquisimo. Besoss,
ResponderEliminarel otro día visitando blogs con mi hermana llegamos a tu página y me dice toda seria: tata, tienes que prepararme esta pasta por favor! jajaja y tiene 24 años eh? aunque claro, el gusto por la buena comida no tiene edad!
ResponderEliminarun besito^^
A que es gratificante????
ResponderEliminarA mi me encanta preparla. Lástima que no tenga más tiempo para hacerla ( y es que siempre voy corriendo)
besos.