
¡Menuda compra hice con estos vasitos! Me parecieron ideales para hacer tartitas en porciones individuales, tienen el tamaño perfecto.
En realidad son de "chato" de vino, aunque creo que estos pocas veces lo van a catar!
Iba a hacer unas mini tartas clásicas de galletas con chocolate y flanín, pero cuando me di cuenta de que no tenía ni un triste sobrecillo de flanín ya tenía el chocolate al fuego...¡no había marcha atrás!
Decidí hacerlas sólo de chocolate y galletas, mojadas con algún licor.
Sin embargo, cuando estaba montanto la primera capa caí en que un par de días antes había hecho mermelada de melocotón, y como combina a la perfección con el chocolate intercalé una capa de cada cosa.
Las cantidades son a ojo, pero más o menos son estas (para 4 vasitos):
Ingredientes:
- Chocolate para fundir, media tableta (en este caso utilicé a la taza, pero puede ser del de postres).
- Leche para fundir el chocolate, un vaso.
- Galletas redondas tostadas, 16 unidades.
- Mermelada de melocotón, en mi caso casera.
Para mojar las galletas:
-3 partes de leche y 1 parte de licor café.
Para decorar:
- melocotones en almíbar, fideos de chocolate, galleta molida, perlitas,...
Lo primero que hice fue el chocolate, poniendo la leche y troceando el chocolate. Hay que remover constantemente para que no se pegue al fondo y no se queme, es muy importante porque el sabor del chocolate cambia totalmente, habría que repetirlo.
Una vez listo el chocolate, con una cucharilla de postre fui cubriendo bien los bordes de los vasitos para que quedase bien homogéneo al exterior y no se viesen las galletas...¡un vasito sorpresa!
Una vez estaban los 4 listos, preparé la mezcla para mojar las galletas en un plato sopero, y fui empapando una a una con cuidado de que no se rompiesen (si pasa esto tampoco pasa nada, se utilizan igual).
Decidí usar licor café cuando la iba a hacer sólo de chocolate, porque estos dos sabores combinan muy bien. Cuando se me ocurrió lo de la mermelada de melocotón dudé en hacerlo por si los sabores chocaban mucho, pero al final quedó una mezcla muy interesante, el sabor a café casi no se percibe (y os lo dice alguien que no toma café).

Encima de la primera galleta puse una cucharada de postre de mermelada, otra galleta, chocolate, galleta, mermelada y para rematar capa de chocolate otra vez.
¡Lo que viene siendo una tarta de galletas de las de toda la vida, vamos!
Una vez enfrió del todo el chocolate, las metí en la nevera. La decoración es mejor no ponerla hasta un rato antes de comerlas, para que no se reseque.
Estas tartas están mucho mejor al día siguiente de hacerlas, y si puede ser a los dos días mejor que mejor!
Las voy a repetir a menudo, son súper fáciles y rápidas de hacer, y están ricas ricas! Además me ha gustado mucho lo de hacer porciones individuales, puedes controlar las cantidades y hacer justo las que necesitas (o un par mas, jejeje).
Probaré con otras mermeladas (frambuesa, naranja,...) y otros licores (crema de orujo, ron,...), ¡tienen que estar buenísmas con todas las combinaciones posibles!

Podeis cogerles cariño a los vasitos, a partir de ahora creo que los vereis muy a menudo!