Hace unos días, me llegó un mail de una chica que se llama Susana diciéndome que había hecho unas bizcobolas, y que no le habían salido del todo bien.
Como tenía aún un súper muffin de chocolate y nueces (podéis ver la receta pinchando
aquí) , pensé en hacer unas con un pequeño paso a paso, y que sus niños Izan y Sara puedan disfrutar de estas maravillas. Espero que ahora salgan perfectas!
Los ingredientes pueden ser variados, como base podemos usar bizcocho, magdalenas, muffins,... y como "aglutinante" podemos usar queso de untar, leche condensada, petit suisse de cualquier sabor,....
Yo las hice así:
Ingredientes:
- un muffin superchocolate (Dan Lepard)
- queso de untar, una cucharada grande
- chocolate de cobertura (utilicé Nestlé)
- chocolate de cobertura blanco (utilicé Valor)
Para adornar: chocolate, fideos de colores o chocolate, figuritas de azúcar, sal maldon,...
Lo primero que tenemos que hacer es desmigar el muffin (era enorme, si son pequeños es mejor hacer más cantidad).
Añadimos queso cremoso (hay que ir viendo, dependerá de la cantidad de bizcocho que utilicemos), y removemos hasta que esté totalmente integrado.
Hacemos bolitas con la masa, y las vamos poniendo en un plato o algún recipiente en el que no se toquen y las podamos meter en la nevera.
Esta vez dejé la masa más durita que la anterior vez que las hice (las pink power, podéis verlas
aquí). La verdad es que fueron mucho más fáciles de manejar, e incluso de comer, un poco más compactas pero igual de sabrosas. Pero nada secas, eh?
Una vez están todas las bolitas formadas, las metemos en la nevera, yo las metí una media hora, si es en verano estarán más calientes y habrá que meterlas un ratito más, sobre una hora.
Para bañarlas, fundimos chocolate de cobertura (yo siempre lo hago al baño maría, es más fácil de controlar y nunca se quema).
Como por dentro iban a quedar muy oscuras, pensé en bañarlas de chocolate blanco. No sé si es que el chocolate blanco y yo no nos llevamos bien o qué pasa, pero cuando lo fundí se hizo una pasta con la que era imposible bañar nada de nada.
Añadí un poco de mantequilla y un chorrito de nata, hasta que quedó con consistencia lo suficientemente líquida para bañar las bolitas (aunque estaba demasiado espesa todavía, pero tenía miedo de que luego no se pusiese duro al enfriar)
Con dos cucharas, fui pasando la mitad de las bolitas, y poniéndolas sobre papel de hornear.
La otra mitad de las bizcobolas las bañé con chocolate de cobertura normal, y quedaron mucho mejor. Lo derretí también al baño maría, y pasé una por una, como con la otra cobertura.
Es una pena que al enfriar se les vaya el brillo (habría que templar el chocolate para que no lo perdiese)En cuanto el chocolate se ponga un poco duro, cortamos los bordes sobrantes con un cuchillo. Si esperamos a que esté cuajado del todo luego corremos el riesgo de que estalle y se rompa demasiado.
Decoramos con lo que queramos (pueden ser figuritas de azúcar, hilillos de chocolate, fideos, etc...), y si queremos las ponemos en capsulitas de trufas o magdalenas, para que queden más monas.
La cobertura de chocolate blanco al principio estaba un poco blanda. En cuanto pasaron unas horas mejoró bastante, pero no quedó ni parecida a la de chocolate.
A algunas les puse un poco de sal maldon, el contraste con el chocolate me gusta mucho.
Las fotos las saqué al ratito de hacerlas, en cuando endurecieron, por eso las de cobertura blanca aún no están del todo perfectas... pero no podía esperar!
La cobertura de chocolate queda muy crujiente, además en invierno no hay que meterla en la nevera ni nada, queda perfecta a temperatura ambiente.
Cogemos la que más nos guste... y a disfrutarlas!
Que maravilla.Me encantan .Algun dia me animare a hacerlas.Gracias por el paso a paso.Besos
ResponderEliminarQue maravilla de reportaje has hecho!! Por lo menos lo que es a mi no me ha quedado ni la más mínima duda. Fantástico.
ResponderEliminarUn besiño.
Parece mentira, con los restos de un bizcocho las delicias que pueden hacerse, como tus bizcobolas, las fotos lo dicen todo, ummm...deliciosas. Besitos
ResponderEliminarque pasada,a mi me has dejado sin palabras,una delicia,maja
ResponderEliminarUmmm qué pinta más buena si es que se te van los ojos...
ResponderEliminarUn besote
Toda una delicia. Creo que no elegiría ninguna, me quedo con todas. Si te sirve de consuelo, el chocolate blanco y yo tampoco tenemos mucho feeling...
ResponderEliminarBesos.
Súper buenas y originales!!!!!
ResponderEliminarBesos!!
Que bombas de chocolate. Muy ricas y además ideales para aprovechar esos bizcochos que se resecan y nadie mete mano. Muy buena idea.
ResponderEliminarBesos y buen finde!
Ana de: 5 sentidos en la cocina
Me encanta! Cuando me sobre bizcocho ya sé qué hacer con él :D
ResponderEliminarte quedaron estupendas con el blanco y con el otro me gustan todas y muy bueno el tokecito de sal
ResponderEliminarun beso
Con ese relleno de mi muffin preferido, tiene que ser un espectáculo..
ResponderEliminarQue ricas se ven.
Besos!
Qué original y qué rico!
ResponderEliminarQué receta más estupenda para aprovechar trozos de bizcocho!
Gracias por compartirla!
Besos
Ufff te han quedado im-presionantes. Este finde pruebo, a ver que tal me quedan.
ResponderEliminarBss.
Ahora mismo me copio la receta. Me han gustado mucho, unas bolitas de 10.
ResponderEliminarUn besín.
Dios mio! que pinta tienen!! te quedaron preciosas. ;Muy bien terminadas, bonitas, bonitas de verdad!
ResponderEliminarbs
Mil gracias Natalia, depués de este supereportaje a ver si no acabamos Izan y yo hasta las cejas de xocolate, jajajaja, ya fue divertido la otra vez aunque acabé estirandome de los pelos para bañar las bolitas, a ver si con la gran explicación que nos has dejado hago bizcobolas para todas las fiestas de Fallas, jajajajaj. El xocolate blanco me dejó un pokillo "moskeada" asi que lo mio será con el normal, hasta que controle un pokillo mas este asunto. Muchiiiiiisimas gracias por haberte tomado tantas molestias para que aprendieramos, y un besito de parte de Izan y Sara, ya te diré como quedamos con las siguientes y a ver si puedo y te envio las fotos!!! Besitos Natalia.
ResponderEliminarQue deliciosas!!
ResponderEliminarTe han quedado estupendas y de buena ga a me llevaba unas cuantas.
besitos y buen día
no me estraña que no podias esperar... da ganas de comerse la pantalla.. que cosa mas rica.
ResponderEliminarbesos
Qué pinta... creo que no debería entrar en tu blog a estas horas o acabaré dándole un bocado a la pantalla.
ResponderEliminarEl chocolate blanco es infernal, por más que sea fondant y de buena calidad no funde ni de lejos como el negro y con menos de nada se queda hecho una pasta. Se supone que no debe superar los 40ºC (el negro los 50ºC) al fundirlo. Qué bien que pudieras salvarlo con la mantequilla y la nata.
Besos,
Hola Natalia,
ResponderEliminarHace poco que descubrí ti blog y me ha dejado enganchada. Menuda artista estás hecha.
Ayer hice las bizcobolas y fueron un éxito total, de sabor riquísimas. Mis hijos me han pedido que las haga más a menudo y caerán porque, además de ricas, son super fáciles.
El caso es que yo iba buscando otra cosa. Tengo que llevar un postre a la comunión de mi sobrino que es un fan de Atlético de Madrid y quería conseguir que fueran rojas por dentro y blancas por fuera.
Añadí colorante rojo líquido (del que venden en los supermercados en paquetes de azul, amarillo y rojo) y no conseguí el color. Me quedó rosa muy subido de tono pero no "rojo pasión".
Por otro lado, también tuve mis dificultades con el chocolate blanco. Me pasó lo mismo que cuentas es tu post pero conseguí domarlo y cubrí las bolas. En cuanto al color, pues que me quedó color crema y yo quiero un blanco como el de los anuncios de detergente.
En fin, si sabes cómo puedo conseguir los colores que busco te agradecería enormemente que me ayudaras.
Un saludo desde www.recetasdetiaalia.blogspot.com
Carmen
Hola Natalia,
ResponderEliminarAquí estoy otra vez, ahora para invitarte a que le eches un ojo a las bizcobolas que hice la semana pasada y que acabo de colgar en mi blog.
Gracias por descubrirme esta receta tan riquísima que ya ha pasado a incorporarse en mi recetario.
Un abrazo, Carmen